El privilegio familiar y afectivo que me une al destacado cineasta René Fortunato, me permite  saber de sus verdaderos orígenes, pero solo contaré el día en que en la galería de mi casa me dijo: «Voy a renunciar a mi puesto en el sector privado para dedicarme a la cinematografía». Traté de que no se expresara el asombro en mi rostro, y dejé que René soñara con la casi seguridad de que volvería a buscar una laboriosidad formal, pero nunca he practicado la actitud de algunos que de raíz detienen las ansias de quien quiere aportar algo significativo. Lo único que, dentro de mí, pensé fue en la cita de uno de mis clásicos favoritos que dijo más o menos: «Hay que soñar con llegar al cielo aunque uno se quede en las nubes, pero estar en las nubes es ya bastante alto». René ha hecho una carrera cinematográfica ejemplar, sin nada en un cine que fundamentalmente apuesta a un carácter artístico didáctico, donde lo histórico en relación con la identidad cultural, juega un papel esencial. No voy a decirle los títulos que ya millones de personas han visto y que lo consagran con una personalidad de primer orden en el ámbito que se ha desempeñado.

No conforme con eso, ahora nos invita a un nuevo estreno el próximo lunes en el Teatro Nacional con el título El triunfo de la democracia. Al felicitar a este connotado miembro de la estirpe de los Fortunato, tan ligado sentimental y familiarmente a mi madre Efigenia Fortunato, quiero compartir una de las primeras entrevistas donde ya daba paso a su esplendente camino. Esta entrevista Tras a las huellas de Palau, que le hice para el suplemento «Aquí» del Periódico La noticia en 1986.

Tras las huellas de Palau. Entrevista a rene Fortunato

El pasado miércoles 17 se exhibió en la sala de conferencias del Museo Nacional de Historia y Geografía el documental Tras las huella de Palau, producido y dirigido por René Fortunato.

Por considerarlo de interés para los lectores del Suplemento Aquí, les ofrecemos una entrevista con René Fortunato, quien además ha sido durante muchos años colaborador de este suplemento en el área de cine.

¿De qué trata el documental Tras las huellas de Palau?

El documental trata sobre la vida y obra de Francisco Arturo Palau Pichardo, el primer dominicano en realizar cine en esta isla. Palau realizó en 1923 la película La leyenda de la Virgen de la Altagracia y en 1924 Las emboscadas de Cupido, las que constan hoy como primeras películas dominicanas.

En el documental lo que hago es recoger el testimonio de los que participaron en la película y el de quienes lo conocieron. Así como tomas de los lugares donde se filmó, fotos de la época e imágenes en movimiento filmadas por el propio Palau y su hermano Joaquín.

De los sobrevivientes que participaron en la película y que tienen la participación destacada en el documental están don Pedro Troncoso Sánchez y don Fernando Ravelo de la Fuente. También participan en el documental doña Ofelia Acevedo Vda. Palau y el maestro Julio Ravelo de la Fuente.

Tú dices primer dominicano en realizar cine en esta isla

R. Sí, efectivamente. Palau es pionero en el cine de esta isla. Yo tuve la oportunidad de conocer a Arnold Antonio, el director de Haití, el camino de la libertad, la cual se exhibió en gran parte del mundo como la primera película haitiana, y este me dijo que anteriormente a su película realizada en 1975, solo se había realizado un documental sobre un concurso de belleza en los alrededores del año 1950, el cual estaba patrocinado por el gobierno haitiano.

¿Qué te motivó a hacer este documental?

Bueno, como tú recordarás, en febrero de 1982 yo publiqué en este mismo suplemento un artículo sobre Palau y sus películas, el cual a su vez era el fruto de una investigación que yo había iniciado a finales de 1979. Desde ese año yo acaricié la idea de hacer un documental que recogiera el primer testimonio vivo de los protagonistas de la sección pionera de Palau.

La avanzada edad de los que participaron en la película y el hecho de que solo tuviera conocimiento de esto un reducido número de personas vinculadas al quehacer cinematográfico en el país me hacían temer que las realizaciones de Palau se perdieran en el olvido. Eso por un lado; por otro lado, creo que nosotros los dominicanos debemos cada día fortalecer nuestra identidad, y una forma de hacerlo es importantizando las acciones meritorias de nuestros antepasados. Dentro de este contexto se inscribe el documental Tras las huellas de Palau.

A tu juicio, ¿cuáles son los aspectos más importantes del documental que realizaste?

R. Bueno, yo creo que el documental es interesante de principio a fin. Esa fue una de mis preocupaciones a la hora de hacerlo, de más de tres horas de imágenes grabadas, se redujeron a casi media hora. Con tal de evitar hacer un trabajo aburrido y cansón. O sea, aquí lo interesante y lo ameno van de la mano.

Pero creo que uno de los aspectos más importantes lo constituyen las imágenes en movimiento de los años veinte, realizadas por los hermanos Palau en la ciudad de Santiago: el puente Lilís, el puerto, la Plaza Padre Billini, etc.

Explícame ahora cómo se realizó el documental. Los técnicos que intervinieron y los problemas que tuviste en el rodaje.

Lo primero es que este documental se realizó sin patrocinio de ninguna institución. Este trabajo se realizó con mis recursos y, sobre todo, con la ayuda de un grupo de amigos solidarios. Si tuviera que nombrar dos padrinos de Tras las huellas de Palau, estos serían Jean Louis Jorge, quien me brindó las facilidades técnicas del canal 4, y Rafaela Capellán, quien realizó la edición y me transmitió su entusiasmo en los momentos más difíciles.

También Rafael Díaz, quien manejó la cámara de video, y Pablo Graciano, quien me dio su respaldo solidario en el Departamento de Prensa de RTVD.

Y después de este trabajo, ¿cuáles son tus planes?

R. Tengo la intención de seguir haciendo documentales en video sobre diversos aspectos de nuestra realidad.

Antes de que se me olvide, debo decirte que la música del documental es de los maestros dominicanos Luis E. Mena y Rafael Ignacio, y que está interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional.

Francisco Palau Pichardo

Nació en Santo Domingo el 5 de agosto de 1879, hijo del español catalán Buenaventura Palau y la dominicana Manuela Pichardo.

En 1923 realizó la película La leyenda de la Virgen de la Altagracia, la que consta hoy como la primera película dominicana. En 1924 realizó su segunda película, Las emboscadas de Cupido, con más tiempo de realización que la anterior.

Paralelamente a su intensa actividad como fotógrafo, se desempeñó como director de la revista Blanco y Negro, de la cual era propietario.

Francisco A. Palau, el primer dominicano en hacer cine en esta isla, murió en Santo Domingo el 17 de marzo de 1937.

Créditos del documental Tras las huellas de Palau

Producción y dirección: RENÉ FORTUNATO

Edición: Rafaela Capellán

Cámara: Rafael Díaz y Luis Mateo

Voz en off: Jesús Rivera

Intervienen en el documental:

Pedro Troncoso Sánchez

Fernando Ravelo de la Fuente

Ofelia Acevedo Palau

Julio Ravelo de la Fuente

El Mellizo Hernández

Música

Luis E. Mena

Suite Recuerdos de infancia

Interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección del maestro Manuel Simó

Rafael Ignacio

Sarambo

Interpretado por la orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección del maestro Carlos Piantini.

Datos y fotos

Archivo General de la Nación

Museo de Historia y Geografía

Archivo personal de Pedro Troncoso Sánchez y la familia Acevedo Palau.

Suplemento Cultural Aquí, 1986

¡Gracias René por tanto!

Mateo Morrison

Nació en Santo Domingo, el 14 de abril de 1947. Es hijo de Egbert Morrison, jamaiquino, y Efigenia Fortunato, dominicana. En la historia de la literatura dominicana corresponde a la Generación de Posguerra. Es el primer dominicano egresado en Administración Cultural. Estudió en el Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural. Licenciado en Derecho, Magna Cum Laude, con un diplomado en Derecho de Autor y Propiedad Intelectual y otro en Negocios Jurídicos Internacionales. Posee un Máster en Filosofía del Mundo Global por la Universidad del País Vasco. Ha sido profesor en los grados secundario y universitario. Actualmente forma parte del equipo de jurados de la maestría Industrias Culturales y Creativas de la facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En dicha facultad también impartió la catedra de Legislación y Derechos Culturales. Ha recibido la distinción Salomé Ureña de Henríquez, que otorga la Secretaría de Estado de Educación. Así como también, por la Cámara de Diputados por su labor cultural. Más de treinta consejos municipales y ayuntamientos tanto en el país como en el exterior lo han distinguido como visitante de honor y el ayuntamiento de Santo Domingo Este (donde nació) le otorgó en forma excepcional la distinción de hijo meritísimo de dicho municipio. Ha recorrido diversos lugares del mundo (América, Europa, Asia y África), exhibiendo los valores de la identidad cultural dominicana de las diversas vertientes. Más de 40 escritores nacionales e internacionales han escrito acerca de la valoración de su obra literaria y sus aportes a la cultura. Ha recibido reconocimiento de más de 10 ferias del libro nacionales e internacionales. Es presidente fundador de Espacios Culturales y fundador de la Unión de Escritores Dominicanos, donde ostentó la Secretaría General.

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