Como es bien sabido, me había dedicado a dar a conocer, indagar y difundir informaciones sobre África, su historia, su cultura, sus recursos naturales, toda vez que nos encontramos indisolublemente ligados a ella por los procesos históricos que han marcado nuestra existencia como nación, pero los acontecimientos de este tiempo presente me han impedido continuar con claridad este afán. La promoción del odio racista hacia la población de ascendencia africana, ya de la parte occidental u oriental de nuestra isla, constituye un pesado fardo, pero más que ello, un difícil escollo para la libertad y el pleno ejercicio de los derechos de todos los ciudadanos de este país, y de toda la isla, descendientes de aquellos que vinieron unos, y de los que trajeron otros. Una realidad que al parecer se asume por conveniencia, por una parte, sí, esto es derechos para los que vinieron, y para otra parte no, para los que fueron traídos.

No, no estamos en disposición de prestarnos al burdo dime y direte que acarrearía justificar la posición racista, que lo es pura, simplemente y sin ambages, que deniega la posibilidad a los descendientes de africanos, locales o procedentes de Haití, también traídos, de adquirir la nacionalidad dominicana, pero se le regala en bandeja de plata a los descendientes de europeos o árabes de cualquier procedencia del Medio Oriente. En lo que sí estamos en disposición es de cuestionar la conducta gubernamental e institucional que estamos viendo y viviendo, violatoria a los derechos humanos, de toda clase de medidas que están siendo tomadas para, cortando la soga por lo más débil, violentar los derechos humanos de las personas migrantes en situación de irregularidad, sin que se aborden primero, las causas y a los responsables de la situación de irregularidad migratoria de los trabajadores haitianos.

Porque es que este “disparate, barbaridad” para usar las palabras suaves que externó la politóloga Rosario Espinal en entrevista al programa “El Día”, no es una problemática subjetiva, ni algo que sea denominado sentimental o románticamente. Es que el gobierno, el Estado y la población dominicanos tienen que asumir su historia y su realidad con respecto al vecino país, su situación y su población, además de la propia realidad dominicana en cuanto a mano de obra para la agricultura y la construcción, donde el inmigrante haitiano es la presencia preponderante y sin la cual el trabajo no se realiza. De manera que ir a decirles a los Ayuntamientos que no permitan el trabajo de los inmigrantes, o ir a desmontar la comunidad de Friusa a mandarriaso limpio podrá atraerle atracción de parte de la población dominicana a las ejecutorias gubernamentales y su ineficiente gobierno, pero muchos otros sabremos que los disparates, barbaridades e inhumanas acciones que está tomando el gobierno, repito de un presidente extranjero, nieto de migrantes que nunca pidieron ni solicitaron visado, sino que se les acepto sencillamente por el color de su piel, no serán bien vistas y valoradas como lo que realmente son, abuso de poder para atraer simpatías.

Yo le haría una sugerencia al señor extranjero que funge como presidente porque su abuelo vino del Líbano y no fue traído de África hace cuatro siglos, que se dé un recorrido por las escuelas de Yamasá, de Los Botados, de Pedro Brand, de cualquier lugar y verifique que tal leen los estudiantes de bachillerato de las escuelas que visite, que ponga a los estudiantes a hacer una composición sobre una lectura corta realizada, a ver qué tal quedan sus gobiernos y sus ejecutorias magnificas valoradas. Por ejemplo, en este programa es posible valorar la lectura de estudiantes jóvenes: https://www.youtube.com/watch?v=d4v1JuCakBA, donde es posible verificar las deficiencias de nuestro sistema educativo, tarea que, de poner mejor atención podría aportar mayores beneficios a la población dominicana, y hasta al propio desenvolvimiento del Estado y del gobierno, porque la oferta de servicios públicos ha disminuido grandemente en calidad y es debido a que los empleados públicos, miembros del partido de gobierno, no cuentan con las habilidades cognitivas necesarias para llevar a cabo los procesos y dar respuesta a los servicios que requiere la población. Un caso muy notorio son las deficiencias en las escrituras de actos de estado civil, debido a que los escribientes son cuasianalfabetas. El gobierno debería mejor hacer eso, y vera como le va mejor, en lugar de dedicarse a promover el odio y el desprecio racial, en un país que ha forjado su riqueza a través de sus cinco siglos de historia con el trabajo de los negros que trajeron los europeos, y que ahora, por alguna razón, les molestan. Me imagino que no aguantarían los promotores del odio y del racismo que se les mantenga durante tres meses en las condiciones infrahumanas en que se mantuvo a los esclavizados africanos, en ambas partes de la isla, durante trescientos largos años.

Ensañarse contra los más débiles resulta muy fácil, dar oídos a pichones de dictador vociferando en redes sociales demostrando su bajo nivel de preparación moral e intelectual, pero promoviendo el desprecio, no me parece lo más inteligente, en lugar de favorecer el conocimiento cabal de la historia, aprovechando los beneficios de relaciones comerciales y humanas productivas, toda vez que somos un territorio con una historia y una realidad que no desaparecerá de la noche a la mañana por mas mandarria que se use para derribar la construcción de la vida que mal que bien hemos construido a base de crueldad, de aceptación, de beneficios mutuos y también de bastardo oportunismo. Casos en que se están enfrentado conflictos con poblaciones y ciudadanos dominicanos de ascendencia africana, y sin documentos de identidad, por falta de responsabilidad gubernamental, también forma parte del sancocho. Abogar por la humanidad será siempre más provechoso, o si no, hagan la prueba.

Fuentes consultadas:

https://listindiario.com/la-republica/gobierno/20250424/abinader-encabeza-reunion-alcaldes-acuerdo-sobre-inmigracion-ilegal_854947.html

https://acento.com.do/editorial/hacer-cumplir-ley-de-migracion-pero-sin-afectar-los-derechos-humanos-ni-el-prestigio-de-republica-dominicana-9487477.html

https://hoy.com.do/video-antigua-orden-dominicana-recuerda-marcha-hacia-el-palacio/

https://www.youtube.com/watch?v=PkHRxDCdU5A

Marina C. Valera Regús

Bióloga y antropóloga

Marina C. Valera Regús. Licenciada en biología y antropología, Magíster en antropología social, Mención gestión socio-ambiental. Ha laborado en calidad de agua, gestión ambiental y como docente universitaria. Actualmente se desempeña como consultora y promotora de la agricultura familiar, orgánica y la agroecología.

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