“Me olvidé de algo muy importante”

Con Gaza en el corazón. Por una paz verdadera.

En neuropsiquiatría, cuando no somos conscientes de la pérdida y del olvido de los hechos cotidianos y conjuntamente también de los hechos antiguos. Este es un muy mal síntoma, y a la vez es un signo de una posible disfunción cognitiva futura.

Si no estás siendo consciente del olvido y  en la mayoría de los casos son los demás quienes lo detectan hay un problema que se va a convertir en un déficit cognitivo.

En la valoración para el diagnóstico del deterioro cognitivo, estos olvidos no conscientes son un signo prácticamente patognomónico de deterioro cognitivo futuro a largo plazo.

Existen múltiples memorias; episódica de los hechos, como por ejemplo: “Voy a un lugar a realizar una diligencia”. Otra es la Memoria  Declarativa es donde se recuperan experiencias y recuerdos vinculados a la emoción.

Los olvidos cotidianos benignos que afectan a la memoria de trabajo.

Pero  sin embargo cuando “El Olvido” te producen una reacción consciente y  te das cuenta de que se te olvidan las cosas, es un síntoma benigno porque tienes la capacidades conservadas y eres consciente del  déficits  esto no repercute en nuestra memoria a largo plazo, no significa nada malo.

La mayoría de casos de olvidos cotidianos y no tan cotidianos suelen ser benignos; se podrían denominar déficits transitorios.

Estos olvidos son producidos por una dispersión de la “atención”, que es la función cognitiva fundamental para conformar la memoria.

Los estados de ansiedad generan una gran dispersión de la atención que es fundamental, así como unos niveles de autoexigencias cotidianas intensos.

Las zonas encargadas de la memoria son el lóbulo temporal y la estructura más profunda, que es el hipocampo.

Estos desajustes se evidencian en  el exceso de productividad, la rapidez autoimpuesta, que afecta proporcionalmente un ejemplo claro se refleja  en las  múltiples tareas o funciones simultáneas.

La exposición continúa a estímulos como son las pantallas de celulares, televisión, tablet afectan enormemente nuestras capacidades cognitivas y sobre todo en nuestra atención se dispersa se vuelve “Loca”.

Es un círculo vicioso que también repercute en la falta de un patrón del sueño nocturno y sus fases, sobre todo la fase denominada REM, que es donde el cerebro consolida la información nueva.

Las zonas encargadas de la memoria son el lóbulo temporal y la estructura más profunda, que es el hipocampo.

La memoria de trabajo  que es la que utilizamos en el día a día, fundamental para nuestras actividades básicas de la vida está  muy  afectada por nuestro actual estilo de vida.  Como dice el filósofo Byung-Chull Han: “Somos más esclavos que nunca”… de la productividad.

Nuestra vida centrada en lo económico, en el rendimiento; esto se comió lo humano. Cada vez estamos perdiendo nuestra humanidad personal y la colectiva.

Pero continuamos con olvidos cotidianos y no tan cotidianos.

Olvidamos hechos históricos que han sido fundamentales para comprender el siglo XX y el mundo actual, siglo XXI, que surgen a raíz de los “Juicios de Núremberg” en el año 1945. Estos juicios fueron un conjunto de procesos judiciales al final de la Segunda Guerra Mundial por iniciativa de las naciones vencedoras, donde se mostraron y condenaron los crímenes perpetuados por los nazis.

Estos procesos sentaron las bases en la creación de tribunales internacionales permanentes como son la Corte Penal Internacional y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y entre otras muchas cosas surgieron para controlar las Malditas Guerras… Hoy, 80 años después de evolución y civilización, no les tengo que contar cómo está el panorama mundial…

Ahora empiezo a comprender que estoy buscando eso tan importan importante que se me había olvidado y que deberíamos estar buscando todos nosotros:“El sentido común”.

¿Dónde quedo la Sobrarían Nacional de los Dominicanos? y me viene a la cabeza los años 1916  y  el 1965.

La mayoría de casos de olvidos cotidianos y no tan cotidianos suelen ser benignos; se podrían denominar déficits transitorios.

El presidente dominicano no había nacido en la segunda intervención Norteamericana del 1965,  el nació un año después en 1966, es posible que por eso no recuerde ¿dónde quedó  la Soberanía Nacional?

Existe un  eslogan que me encanta, lo leí en los libros de Historia Dominicana del historiador Frank Moya Pons. Y en mi casa me lo enseñaron  mis padres, la doctora Josefina Zaiter y el doctor Antonio Zaglul, uno de mis eslogan favoritos: “Go Home Yankis”……….

Sigamos buscando porque,  la verdad que hemos perdido muchas cosas que me avergüenzan profundamente, Republica Dominicana no es Hawái como dice Benito…….. Con Donald el pato, hemos perdido todos desde la cordura hasta el sentido común…….. Gran Pacificador.