La sangre, un líquido tan preciado como el oro cuando la necesitamos y tan infravalorado cuando no.
Hace mucho quería escribir sobre este tema, pero cada vez que me siento en el teclado llegan noticias de situaciones particulares o desastres como sucedió ayer martes 8 en la discoteca JetSet, antiguo cine el Portal donde se requieren donaciones múltiples.
Yo mismo pasé por una situación donde requerí 8 pintas de sangre de varios donantes que gracias a Dios, familia y amigos que, como hermanos, pudieron e hicieron acto de presencia para regalarme otra vida. Donaron para canjear por sangre de mi tipo, otros no pudieron donar por algún tema de salud.
Particularmente he donado en tres ocasiones, estoy inscrito en redes y bases de datos creados por voluntarios y para voluntarios que quieran y puedan aportar.
Los dominicanos somos muy solidarios y por lo regular muchos acuden al llamado que se hace desesperadamente por las redes o en chats.
Desde la sociedad civil no podemos resolver este problema que se le presenta a cualquiera en el momento menos esperado.
Es cierto que no hay conciencia de donación, solo recordamos cuando necesitamos. Por lo regular es un incordio conseguir donantes, no por la falta de intención sino porque las emergencias no se controlan y suelen pasar en momentos en que no estamos aptos para donar, sea por ingesta de alcohol, por enfermedad o cualquier situación que complique el asunto. Desde tener una receta que esté debidamente completada e impresa, ubicar en que banco de sangre tienen disponibilidad, buscar y trasladar los donantes, esos donantes que no presenten condiciones que les impida donar y sean devueltos por no cumplir con algún requisito médico.
Se habla del comercio de la sangre, pero igual de mafias que comercializan la sangre y derivados al exterior sin conocimiento de los que por acto de amor donan pensando que pueden salvar una vida o tienen condiciones médicas como anemia, enfermedad de células falciformes, hemofilia, o para controlar la producción de plaquetas o glóbulos rojos.
Estos donantes no saben que su sangre o plasma pueda terminar siendo vendida a clientes que la revenden o exportan a otros países donde es procesada para extraer algunos de sus componentes como: plasma: cerca del 55% de la sangre. El 92% es agua; el resto está compuesto de proteínas complejas, como globulinas, fibrinógeno y albúmina, plaquetas: cerca del 0,17%, glóbulos blancos: cerca del 0,1%, glóbulos rojos: cerca del 45%.
La gran realidad es que desde el estado no se tienen mecanismos para evitar estas situaciones en la que una emergencia que requiera sangre se convierta en una pesadilla dentro del proceso que por si es traumático.
Tenemos un nuevo hemocentro donde de manera inverosímil quienes requieren sangre deben llevar un donante "del mismo tipo de sangre" lo que deja mucho que decir ya que solo conseguir donantes y trasladarse allá es difícil, sumado a esto debe ser sangre del mismo tipo y que cumpla con las condiciones para poder donar. Casi como sacarse la lotería.
Por qué no se crea una sistema interconectado de bancos de sangre sean independientes o en clínicas?, por qué no se crean leyes donde se den facilidades para donar? Incluir en la cédula si está de acuerdo con donar parecido a los donadores potenciales de órganos, campañas de concientización previas a la recolección apelando a probabilidad de que el mismo donante algún día requerirá se transfundido, o un amigo o familiar.
Solo los multimillonarios pueden tener su propio banco de sangre particular y otros tienen sangre reservadas en algún banco privado.
Acá que se sepa no actúan mafias para comercializar la sangre ni se explotan personas de muy bajos recursos para comprárselas. El problema es la logística, la ausencia de políticas públicas que prioricen las donaciones y eliminar el terrible y traumático proceso por el que casi toda familia dominicana ha pasado alguna vez, convirtiendo la adquisición del preciado líquido en una situación más compleja que la intervención misma del paciente.
Ya está bueno que desde el gobierno se culpe a la sociedad y solo se actúe con infraestructuras y campañitas de motivación que varían según el ministro de paso ya que nuestro actual ministro el Dr. Víctor Atalah hace mucho énfasis sobre la necesidad de donar pero como mencionaba, cuando se presente una tragedia es un lio conseguir la sangre o alguno de sus derivados.. Hay que tomar el toro por los cuernos y crear el mecanismo para que el proceso fluya y realmente se aporte a la salud en medio de las emergencias y por igual se evite el posible manejo no ético de los centros que manejen el tema.
Donar no es simplemente un acto de amor, todo el proceso debe serlo y así asegurar un suministro fiable el momento que se requiera.
La Sangre debe ser prioridad de interés nacional por nosotros y para todos los dominicanos.
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