El anteproyecto de reforma a la Ley Orgánica de la Policía Nacional (590-16) busca impedir que generales de las Fuerzas Armadas ocupen cargos directivos en la policía y prohibir la transferencia de militares activos a dicha institución, como hasta ahora ha venido sucediendo.
Según lo dispuesto en el artículo 68 de la modificación a la normativa que está pendiente de aprobación, se establece que ningún integrante de las Fuerzas Armadas podrá ser designado para ejercer funciones ni asumir cargos de mando en la Policía Nacional.
Continúa diciendo que tampoco podrán intervenir en aquellas tareas vinculadas a la convivencia y seguridad ciudadana cuya competencia corresponde exclusivamente al cuerpo del orden. En consecuencia, el citado artículo prohíbe expresamente la transferencia de miembros de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional.
Una cantidad significativa de oficiales y personal alistado de las instituciones castrenses solicitan este proceso de transición con el propósito de acceder a oportunidades económicas y laborales que perciben como más favorables, las cuales consideran no se encuentran dentro del entorno militar.
Una práctica recurrente
El anteproyecto presentado al Congreso Nacional por el Poder Ejecutivo tiene como objetivo establecer disposiciones que impidan la eventual designación de miembros de las Fuerzas Armadas en la posición de director general de la policía. Este acontecimiento se ha repetido en distintas oportunidades y gobiernos.
Durante los períodos presidenciales de Joaquín Balaguer (1966-1978 y 1986-1996), Leonel Fernández (1996-2000 y 2004-2012) y Danilo Medina (2012-2020), varios generales de las Fuerzas Armadas asumieron la jefatura de la Policía Nacional, que ahora se conoce como Dirección General de la Policía Nacional.
El presidente Joaquín Balaguer designó en distintas ocasiones a altos mandos militares para liderar el cuerpo del orden. Entre ellos destacan los generales Enrique Pérez y Pérez, quien ejerció funciones desde el 31 de diciembre de 1970 al 15 de octubre de 1971, y posteriormente fue nombrado nuevamente en el período del 3 de mayo al 10 de junio de 1996. Asimismo, el mayor general Ramiro Matos González ocupó el mismo cargo desde el 8 de enero hasta el 7 de junio de 1985.
Durante la presidencia de Leonel Fernández, se designó al vicealmirante Camilo Antonio Nazir Tejada, quien desempeñó el puesto entre el 10 de junio de 1988 y el 20 de mayo de 1995. Posteriormente, el general del ejército Pedro de Jesús Candelier asumió ese mismo cargo desde el 27 de febrero de 1999 hasta el 8 de febrero de 2002.
Durante la gestión presidencial de Danilo Medina, el mayor general Nelson Peguero Paredes fue designado director general de la Policía Nacional, cargo que desempeñó desde el 3 de agosto de 2015 hasta el 30 de agosto de 2017. Cabe señalar que el mayor general Peguero Paredes fue transferido del Ejército a la Policía Nacional con el rango de mayor, desarrollando allí su carrera profesional dentro de la citada institución del orden público.
Sobre ingreso de exmilitares
El anteproyecto de ley prohíbe el ingreso de militares en servicio activo a la Policía Nacional; no obstante, contempla la admisión de exmilitares bajo condiciones específicas: En particular, dispone que el personal proveniente de las Fuerzas Armadas podrá integrarse a la Policía Nacional solamente con la autorización de la autoridad competente, y siempre y cuando su baja o retiro haya ocurrido en términos honorables. Además, se establece que dicho acceso se realizará en el nivel básico.
El personal de las fuerzas armadas que opta por integrarse a la Policía Nacional suele hacerlo en función de diversos factores. Entre los principales motivos se destacan el acceso a mayores oportunidades de desarrollo profesional, incluyendo procesos de ascenso más eficientes y alternativas de especialización, así como la posibilidad de percibir beneficios económicos superiores en comparación con el ámbito militar.
Diversos gobiernos, en las últimas décadas, han decidido transferir personal militar a las fuerzas policiales con el objetivo de fortalecer dichas instituciones. No obstante, especialistas han cuestionado esta decisión, argumentando que existen diferencias claras entre las funciones, objetivos y procesos de formación de las fuerzas armadas y la policía. Por ello, afirman que sumar militares a la policía no contribuye ni a su modernización ni a mejorar su eficiencia operativa.
La propuesta de modificación a la Ley Orgánica de la Policía Nacional, remitida por el Poder Ejecutivo, ha sido enviada a una comisión para su análisis. Esta iniciativa tiene como objetivo impulsar la transformación institucional de la fuerza policial.
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