El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó a Harvard este jueves 24 de abril de "antisemita y de extrema izquierda", días después de que más de 200 rectores universitarios acusaran al mandatario de interferir políticamente en la educación superior del país. El Partido Demócrata también pidió a Trump no usar el antisemitismo como arma política.
En el capítulo más reciente de la batalla entre Donald Trump y la Universidad de Harvard, el mandatario estadounidense utilizó sus redes sociales para arremeter en contra de la institución educativa más antigua del país, a la que tachó de ser "una amenaza para la democracia", reforzando sus ataques narrativos para desprestigiar a las casas de estudios en Estados Unidos.
"Harvard es una institución antisemita y de extrema izquierda, al igual que muchas otras, donde se aceptan estudiantes de todo el mundo que quieren destrozar nuestro país", escribió Trump en una publicación en su perfil de Truth, señalando a la universidad de ser un "caso liberal".
Además, el magnate neoyorquino apuntó que la dirigencia de Harvard permite a "un cierto grupo de lunáticos enloquecidos entrar y salir de las aulas para vomitar falsa ira y odio". En el pasado, Trump ya ha expresado su teoría sobre que la universidad está dirigida por un grupo de "marxistas lunáticos y antiestadounidenses".
Los comentarios del mandatario surgieron un día después de que decidiera firmar una nueva orden ejecutiva en contra de las universidades estadounidenses. Esta vez destinada a endurecer el proceso de acreditación de las instituciones, así como profundizar la investigación de fondos extranjeros que lleguen a las arcas de las universidades.
El Gobierno de Trump ha basado su ofensiva política en contra de Harvard bajo la bandera de la lucha contra el antisemitismo, argumentando que, dentro de las instituciones de educación superior en el país, existen prácticas que afectan negativamente a la comunidad judía.
Sobre ese argumento, Washington decidió unilateralmente congelar más de 2.000 millones de dólares en fondos federales destinados a Harvard la semana pasada.
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Demócratas piden terminar con la instrumentalización trumpista del antisemitismo
Tras los más recientes señalamientos de Trump contra la prestigiosa universidad, un grupo de senadores del Partido Demócrata emitió una carta dirigida al inquilino de la Casa Blanca, en donde le urgen a dejar de lado el uso del antisemitismo como un arma política para "atacar" a las universidades.
Los senadores, entre los que se encuentra el líder de la bancada demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer, se mostraron "preocupados y perturbados" por los comentarios del mandatario, además de expresar su rechazo ante las medidas financieras que su Administración ha tomado en contra de instituciones como Harvard, Columbia o Northeastern.
Para los firmantes, las acciones del Gobierno trumpista van "mucho más allá de combatir el antisemitismo", acusando al líder republicano por instrumentalizar "una crisis real como pretexto para atacar a personas e instituciones que no están de acuerdo con él", según se puede leer en la carta.
“Al hacerlo, no solo ignora la amenaza del antisemitismo, sino que además la explota para deslegitimar la educación superior, mientras que a menudo ignora o minimiza el auge del antisemitismo dentro de su propio partido”, mencionó el grupo de cinco legisladores en el texto.
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Más de 200 universidades denuncian "intrusión gubernamental" por la Administración Trump
La nueva ola de señalamientos públicos desde la Oficina Oval en contra de Harvard llega dos días después de que más de 200 presidentes de universidades estadounidenses se unieran para rechazar los congelamientos de los fondos federales y acusar al Gobierno de querer intervenir políticamente en los contenidos educativos dentro de las universidades.
Presidentes y decanos de universidades como Brown, Princeton, Columbia, la Universidad de Hawái o la propia Harvard, criticaron duramente la "extralimitación gubernamental" que está mostrando la presente Administración, señalando que la presión financiera ejercida por Washington "pone en peligro la educación superior estadounidense".
"Estamos abiertos a una reforma constructiva y no nos oponemos a una supervisión gubernamental legítima (…) Sin embargo, debemos oponernos a la intrusión indebida del gobierno en las vidas de aquellos que aprenden, viven y trabajan en nuestros campus", menciona el comunicado.
Aunque la Casa Blanca no ha respondido directamente a los reclamos de los presidentes universitarios, la secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, afirmó el pasado 23 de abril que el Gobierno de Trump responderá a cualquier inquietud ante los tribunales, incluyendo la demanda presentada por Harvard contra Washington por supuestamente utilizar presiones económicas para forzar cambios en la enseñanza.
"Es bastante simple: si quieres dólares federales, obedece la ley federal", exclamó la funcionaria estadounidense.
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Con EFE y Reuters
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