En Venezuela suenan tambores de guerra. Los percusionistas, distintos miembros de la cúpula chavista, han comparecido públicamente el jueves 11 de septiembre para refutar la versión de Donald Trump sobre la explosión de la lancha en el Caribe y declararse listos para defender una hipotética “invasión” estadounidense.
La nueva estrategia de Venezuela para contrarrestar la presión estadounidense en aguas del caribe es el “Plan Independencia 200”, anunciado este jueves por el presidente Nicolás Maduro, que implica la movilización de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y las milicias chavistas a “284 frentes de batalla”, con el fin de garantizar “la independencia y la paz” del país”.
Maduro ordenó a través de un radio a sus tropas “la consolidación de posiciones” y “garantizar todas las costas, de punta a punta, libres de imperialistas, de invasores y grupos de violencia”. Así, Venezuela responde al despliegue naval estadounidense en aguas del Caribe, según Trump, para combatir el narcotráfico.
La llegada de buques estadounidenses frente a las costas venezolanas ha despertado la paranoia dentro el Gobierno de Maduro, que ha centrado su respuesta en la activación de las Fuerzas Armadas.
“Creo que llegó la hora de la guerra revolucionaria contra un enemigo poderoso”, deslizó el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, durante una plenaria chavista el jueves 11 de septiembre.
Cabello refutó la tesis con la que el que Donald Trump justificó el ataque contra una lancha en aguas del Caribe que supuestamente transportaba droga hacia Estados Unidos: “Nosotros hemos hecho nuestras investigaciones y ahí están las familias de las personas desaparecidas que reclaman a sus parientes. Cuando preguntamos en los pueblos, ninguno es ni del Tren de Aragua, ni es narcotraficante, ni llevaba drogas”.
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El cuestionamiento sobre la operación del ejército estadounidense llega un día después de que New York Times publicara, con base en fuentes anónimas del Gobierno de Trump, que la lancha había girado aparentemente en retirada, antes de ser impactada.
La comprobación de esta tesis deslegitimaría, en el marco del Derecho Internacional, el argumento de defensa propia que esgrimió Trump en una carta al Congreso.
El titular de Interior venezolano no duda de que “se ha cometido un asesinato contra un grupo de ciudadanos”.
Horas más tarde de la comparecencia de Cabello, fue el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, quien habló para las cámaras del canal chavista con la intención de enviar una advertencia a la Administración de Trump: “Piensen muy buen lo que van a hacer y las decisiones que van a tomar”.
En el mismo tono se ha manifestado Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, al acusar a EE. UU de “traer la guerra a este hemisferio”. Además, definió los movimientos militares en el Caribe como “una de las peores desestabilizaciones” que ha vivido la región.
La también ministra de Hidrocarburos quiso enviar “un mensaje muy claro” a los Gobiernos de Guyana y Trinidad y Tobago, a quienes llamo “vasallos del Departamento de Guerra de EE. UU.”: “No se atrevan y no se les ocurra. Se están prestando para los planes perversos de una agresión contra el pueblo”.
La advertencia a los gobiernos caribeños está precedida por un planteamiento que avivó en redes sociales el presidente de Colombia, Gustavo Petro, según el cual Trinidad y Tobago habría conocido y facilitado los planes de Trump para explotar la lancha.
Preparados para el “enemigo”
Las declaraciones recientes de la cúpula chavista respaldan la versión de Maduro sobre la construcción de un “relato sucio” contra Venezuela para forzar “un cambio de régimen”.
En esta línea, Diosdado Cabello se cuestionó este jueves las intenciones del Gobierno republicano: ¿Cuál es el objetivo de Estados Unidos? ¿Es combatir el narcotráfico? Si eso fuera cierto, debería tener toda su flota en el Pacífico, que es por donde se envía el 87% de la droga que se produce en Colombia”.
Trump ha enviado al Caribe ocho buques de guerra y un submarino de ataque, en su intención de recrudecer su guerra contra las drogas.
Días más tarde, el republicano ordenó un el envío de una decena de aviones de combate F-35 a Puerto Rico, lo que desató la ira de Maduro, quien retó a la gobernadora de la isla, Jennifer González, a liderar una posible “invasión” contra su país.
El Gobierno de Donald Trump acusa a Maduro de liderar el denominado Cartel de los Soles, señalado por EE. UU. como una organización terrorista presuntamente ligada al narcotráfico, que ha sido motivo de la movilización militar en el Caribe y del aumento a 50 millones de dólares de la recompensa por información que permita la captura del líder chavista.
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