A pesar de los llamados a la calma, la ciudad de Torre Pacheco, en el sur de España, ha sido sacudida por disturbios en las últimas noches. La violencia, dirigida contra los inmigrantes norteafricanos y protagonizada por grupos de extrema derecha, se desencadenó tras la agresión de tres jóvenes a un jubilado unos días antes.
"Estamos horrorizados porque la calma del día empieza a arruinarse cuando oscurece", asegura Hanza, quien reside en Torre Pacheco desde la infancia, donde siempre ha existido una convivencia pacífica, subraya.
Luego de una tercera noche de disturbios racistas en Torre Pacheco, en el sur de España, el miedo persiste.
En la noche del domingo 13 al lunes 14 de julio, esta localidad de más de 40.000 habitantes de la región de Murcia, en el sureste del país, vivió un nuevo episodio de violencia urbana.
La difusión, el 9 de julio, de la foto de un hombre de 68 años, con la cara hinchada y el ojo nublado por los golpes, hizo saltar la mecha: el sexagenario declaró a los medios de comunicación españoles que había sido agredido violentamente en plena calle por tres jóvenes de origen magrebí. Según la víctima, la agresión fue filmada con el único fin de ser compartida en Internet.
Explotado por grupos de extrema derecha, en particular el partido Vox, con llamadas al odio difundidas por Telegram, el caso de Torre Pacheco —que recuerda los sucesos que tuvieron lugar en Crépol (Francia) en 2023 o los recientes disturbios en Irlanda del Norte— revela una dinámica compartida en varios países europeos: la de sucesos noticiosos que se convierten en catalizadores de discursos racistas y relacionados con la seguridad.
El viernes 11 de julio, por iniciativa del ayuntamiento —un tercio de cuyos residentes son de origen extranjero— se organizó una concentración de apoyo. La presencia de grupos de extrema derecha convirtió la manifestación, en principio pacífica, en una auténtica "caza de inmigrantes".
"Decenas de hombres, vestidos de negro y algunos con pasamontañas, entraron en el barrio [de San Antonio], protagonizando lo que ellos mismos denominaron una 'cacería' de inmigrantes magrebíes que, en realidad, llevan tres décadas viviendo en la ciudad", informa el diario español 'El País'.
Según el periódico, los disturbios de los últimos tres días se han saldado con heridos leves y varias detenciones. "Patrullas de la Guardia Civil —que ha desplegado 75 agentes en el municipio— y de la Policía local recorren las calles. Todo el mundo sabe que algo va a pasar. La cuestión es cuándo".
La extrema derecha en emboscada
Situada en una comarca agrícola dependiente de la mano de obra extranjera, Torre Pacheco ha visto llegar a lo largo de los años una importante población inmigrante, principalmente procedente del norte de África.
Según el diario local 'La Opinión de Murcia', grupos de hombres violentos recorren desde el viernes las calles de Torre Pacheco con palos en busca de personas de origen marroquí, a pesar del despliegue de un amplio dispositivo policial.
En Telegram, un grupo de extrema derecha llamado "Deportadlos ya" convocó una "cacería" de personas de origen magrebí del 15 al 17 de julio, con el objetivo de encontrar a los agresores.
El viernes estallaron enfrentamientos entre residentes y forasteros, con gritos de "Hijos de puta", "A vuestro país" y "viva Franco".
"Vinieron a provocarnos porque saben que vivimos aquí; vinieron de fuera de la ciudad", dijo el sábado a 'El País' Omar, de 25 años, que lleva 20 viviendo en España, donde creció y estudió. Según él, quienes les buscaban no eran sus antiguos compañeros de clase ni vecinos de la zona, sino jóvenes de otros barrios, alentados por agitadores extremistas en las redes sociales.
El domingo por la noche, tras las llamadas realizadas en Telegram por grupos identitarios, se produjeron ataques y destrozos en negocios regentados por magrebíes, como fue el caso de una tienda de kebabs invadida y saqueada por varias decenas de encapuchados.
Según el diario madrileño, "la extrema derecha ha aprovechado la agresión a un anciano para asociar inmigración con delincuencia y violencia, acusando al Gobierno de no garantizar la seguridad en las calles".
Por su parte, el partido Vox, conocido por sus posiciones antiinmigración y nacionalistas, "echa leña al fuego". Su propio líder regional, José Ángel Antelo, participó el sábado en una manifestación en Torre Pacheco en la que instó a los vecinos a defenderse y vinculó "una vez más" la inseguridad con la inmigración.
"No queremos a esta gente en nuestras calles ni en nuestro país. Vamos a expulsarlos a todos: no va a quedar ni uno", declaró.
Casi dos años antes, en Francia, el asesinato de Thomas, de 16 años, apuñalado en un baile en Crépol (Drôme) por una banda en Romans-sur-Isère, había producido el mismo tipo de acontecimientos en cadena.
En aquel momento, la extrema derecha francesa —liderada por Marine Le Pen y Éric Zemmour— denunció un "francocidio", un crimen “antiblanco”, o más ampliamente, como lo resumió 'Le Monde', "el asesinato de un niño de la Francia rural por una banda procedente de los suburbios de Francia".
Hasta la fecha, catorce personas han sido acusadas de "homicidio voluntario y tentativa de homicidio voluntario en banda organizada" en el caso Crépol. Todos niegan cualquier implicación directa, según AFP.
Enfrentamiento político
En España, como en Francia después de Crépol, la cuestión de la seguridad en Torre Pacheco se está convirtiendo en el centro de un feroz enfrentamiento político.
El Partido Popular (PP, derecha), que gobierna en la región de Murcia, oscila entre la condena de la violencia y el silencio ante el discurso de odio difundido por Vox, su aliado político en varios ayuntamientos.
"Torre Pacheco debe volver a la normalidad […] Entiendo la frustración, pero nada justifica la violencia", escribió el domingo en la red social X el presidente conservador de la región de Murcia, Fernando López Miras (PP), asegurando que la agresión al jubilado "no quedará impune".
Esta ambigüedad ha sido denunciada por la izquierda, que acusa al PP de permitir el auge de la extrema derecha para no perder al electorado conservador. Los partidos Podemos y Sumar, además de figuras de la izquierda regionalista, alertan de una creciente "contaminación ideológica", en la que los valores democráticos pierden terreno frente a la obsesión identitaria.
Por su parte, el alcalde de Torre Pacheco, Pedro Ángel Roca Ternel, también del Partido Popular (PP), insistió en la televisión pública RTVE: "Hago un llamado a los vecinos a la calma, a la tranquilidad", dijo, insistiendo en la necesidad de no confundir a los “delincuentes” con el conjunto de la población inmigrante, que ha venido "a trabajar".
En un mensaje en la red social Bluesky, la ministra de Juventud, Sira Rego, miembro del partido de extrema izquierda Sumar, "condenó enérgicamente la persecución racista de inmigrantes en Torre Pacheco", culpando al papel de la "ultraderecha" en los disturbios.
"Los responsables de Vox animaron a los nazis a cazar en Torre Pacheco, difundiendo y alentando linchamientos indiscriminados. Los vamos a llevar ante la Fiscalía y no van a quedar impunes", ha dicho este lunes la diputada y portavoz de Podemos, María Marín.
Este brote de violencia en Torre Pacheco llega en un momento en el que las cuestiones identitarias y migratorias son cada vez más decisivas en España.
Según el último barómetro del CIS (julio 2025), Vox ha escalado hasta el 18,9% de la intención de voto, su nivel más alto en dos años —y muy por encima de su resultado en las elecciones europeas de 2024 (10,3%).
Los sondeos también revelan una creciente preocupación por la inmigración. Según YouGov, alrededor del 80% de los españoles considera que el nivel de inmigración es demasiado alto, una puntuación más alta que en Francia (69%).
Artículo adaptado de su original en francés.
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