Aunque la inversión extranjera directa en el Caribe mostró un crecimiento positivo en los últimos dos años, su saldo fue impulsado en gran parte por Guyana, mientras que la mayoría de los países experimentaron caídas.
La inversión extranjera (IED) reportó un crecimiento de 32.7 % en 2024, alcanzando los US$ 15,280 millones, respecto a los US$ 11,518 millones registrados en 2023.
El principal motor de este crecimiento fue Guyana, que captó US$ 10,401 millones en 2024, frente a los US$ 7,198 millones del año anterior. Con un aumento absoluto de US$ 3,203 millones, el país sudamericano experimentó un crecimiento del 44.5 %, impulsado por su creciente sector petrolero, que ha convertido a Guyana en uno de los nuevos polos de atracción para la inversión energética global.
También destacó el desempeño de República Dominicana, que consolidó su posición como uno de los destinos más estables de la región para la IED. En 2024, recibió US$ 4,523 millones, un 3 % más que en 2023 (US$ 4,390 millones).
Aunque el crecimiento fue modesto en términos relativos (US$ 133 millones adicionales), se mantuvo como el segundo mayor receptor de inversión en el Caribe.
En el grupo de economías más pequeñas, Santa Lucía registró un alza del 45.5 %, al pasar de US$ 123 millones a US$ 180 millones, mientras que Granada creció un 22 %, con una captación de US$ 269 millones, frente a los US$ 220 millones del año anterior.
Belice, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), multiplicó por casi 10 su inversión extranjera directa, pasando de apenas US$ 16 millones en 2023 a US$ 128 millones en 2024, un aumento absoluto de US$ 112 millones.
En contraste, seis países del Caribe sufrieron contracciones en sus flujos de inversión, siendo Jamaica con la caída más alta. La isla vio desplomarse su IED en un 56.3 %, el peor resultado de la región durante el año pasado, según la Cepal.
Trinidad y Tobago también experimentó una fuerte caída del 33.1 %, seguida por Suriname y Saint Kitts y Nevis, ambos con retrocesos del 29.3 %.
Otras economías con caídas más moderadas fueron las Bahamas (-25.4 %), Antigua y Barbuda (-6.2 %) y San Vicente y las Granadinas (-0.6 %), lo que evidencia una tendencia negativa en parte del Caribe insular.
Dominica, en tanto, tuvo un crecimiento del 3.5 %, al pasar de US$ 48 millones a US$ 49 millones, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
A nivel global, las entradas mundiales de IED ascendieron a US$ 1.50 billones, cifra un 3.7 % superior a la registrada en 2023. Sin embargo, este aumento se explica por los grandes flujos de capital registrados en los centros financieros europeos.
El dinamismo de estas inversiones se debe a factores tecnológicos, económicos y geopolíticos. El auge de tecnologías como la inteligencia artificial y la computación en la nube han disparado la demanda global por chips avanzados, esenciales para el procesamiento de datos a gran escala.
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