Los inversionistas extranjeros buscan estabilidad política, un mercado en crecimiento, marcos regulatorios competitivos e infraestructura que se incline hacia el comercio internacional. Es así, como cada año miles de millones viajan de naciones en naciones para invertir y apostar por expandir su capital.

En 2024, las entradas de inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe alcanzaron US$ 188,962 millones, un 7.1 % más que en 2023. Este aumento se debió en que mercados como la región del Caribe (32.7 %), Centroamérica (16.6 %) y México crecieron, mientras que América del Sur tuvo valores desiguales.

Brasil y México fueron los grandes receptores del año, captando en conjunto más de US$ 116,000 millones, mientras que Argentina (53 %) y Chile (31 %) lideraron las pérdidas de América del Sur.

Brasil se consolidó como el principal receptor de IED en la región, con US$ 71,070 millones, lo que representó un incremento del 13.8 % respecto a 2023, cuando recibió US$ 62,442 millones, conforme datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). O sea, US$ 8,628 millones.

Sin embargo, el organismo internacional destacó que el capital provino de empresas transnacionales que reinvirtieron sus ganancias.

México registró el crecimiento más alto en términos relativos entre las principales economías, con un 47.9 %, al pasar de US$ 30,659 millones a US$ 45,337 millones. En términos absolutos, representa un adicional de US$ 14,677 millones. El país que colinda con Estados Unidos apostó por la manufactura avanzada.

En el otro extremo, Argentina experimentó la caída más severa, perdiendo más de la mitad de su inversión extranjera directa. En 2024, recibió US$ 11,644 millones, una caída del 53 % frente a los US$ 24,757 millones de 2023. La pérdida absoluta fue de US $13,112 millones, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Chile también registró una contracción del 31.9 %, al pasar de US$ 18,377 millones a US$ 12,521 millones. La disminución fue de casi US$ 5,856 millones.

En América Central, la IED totalizó US$ 13,534 millones en 2024. Panamá se consolidó como el principal receptor de capital extranjero en la región, con US$ 3,240 millones, un aumento de US$ 853 millones respecto a 2023 (US$ 2,387 millones), lo que equivale a un crecimiento del 35.7 %. 

Detrás de Panamá, los países con mayor crecimiento relativo fueron Nicaragua (21.4 %), Honduras (20.6 %) y Costa Rica (13 %), reflejando mejoras en estabilidad y condiciones de inversión en sectores estratégicos.

En cambio, El Salvador fue el único país centroamericano con una caída en la IED. Durante el año pasado, recibió US$ 640 millones, una baja del 11 % frente a los US$ 718 millones del 2023. La pérdida fue de US$ 79 millones.

Colombia y Ecuador también enfrentaron retrocesos. En el caso colombiano, la IED cayó un 15 %, de US$ 16,794 millones a US$ 14,269 millones, mientras que Ecuador vio una reducción más pronunciada, del 34 %, al pasar de US$ 481 millones a US$ 318 millones. Aunque el monto absoluto de pérdida en Ecuador (US$ 163 millones) es menor que el de Colombia (US$ 2,525 millones).

En contraste, Perú atrajo US$ 6,799 millones, lo que representó un crecimiento del 56.7 % respecto a los US$ 4,229 millones del 2023. Esta mejora equivale a US$ 2,460 millones.

Bolivia tuvo un leve incremento del 2.9 %, subiendo de US$ 240 millones a US$ 247 millones, conforme datos de la Cepal.

Karla Alcántara

Periodista. Abanderada por los viajes, postres y animales. Ha escrito sobre economía, turismo y cine. Ha cursado diplomados sobre periodismo económico impartido por el Banco Central, periodismo de investigación por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, finanzas por el Ministerio de Hacienda y turismo gastronómico por la Organización Internacional Italo-Dominicano.

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