Mientras varios países registraron incrementos de dos dígitos en el recibo de remesas, otros, aunque reciben montos elevados, exhibieron crecimientos más modestos.

En el Caribe, República Dominicana recibió US$ 11,973 millones en 2025, un avance de 16.3 % (US$ 1,681 millones más). Haití aumentó 12 %, Jamaica 8 %, suma US$ 272 millones, y Trinidad y Tobago creció 5.7 %, hasta US$ 365 millones.

Argentina, por ejemplo, pasó de US$ 882 millones a US$ 944 millones, un incremento de 7 % equivalente a US$ 62 millones. Este aumento contrasta con el descenso registrado en Brasil, que pese a ser uno de los mayores receptores de la región no mantuvo el ritmo: sus remesas bajaron 3.6 %, al pasar de US$ 4,203 millones a US$ 4,050 millones, lo que supone US$ 153 millones menos.

Otros países de gran volumen también avanzaron con menor intensidad. Bolivia creció 3.2 % (de US$ 1,291 millones a US$ 1,333 millones), equivalente a US$ 42 millones adicionales, mientras que Panamá tuvo un incremento similar (3.6 %), al subir de US$ 460 millones a US$ 477 millones (US$ 17 millones).

Surinam y Uruguay también se ubican entre los países de crecimiento más bajo. Datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indican que Surinam aumentó 5.7 % (de US$ 157 millones a US$ 166 millones), y Uruguay avanzó 9.1 %, al pasar de US$ 131 millones a US$ 143 millones, apenas US$ 12 millones más.

En contraste, otros países experimentaron avances más marcados. Chile incrementó sus captaciones en 24 % (de US$ 573 millones a US$ 711 millones), mientras Guyana registró una de las variaciones más altas, al crecer 27 % y sumar US$ 319 millones adicionales, de US$ 1,179 millones a US$ 1,498 millones.

Paraguay también mostró un aumento de 22.8 %, al pasar de US$ 651 millones a US$ 800 millones, según el informe “Las remesas a América Latina y el Caribe en 2024 y 2025”.

El repunte fue fuerte en varios países de Centroamérica. Belice creció 22.6 %; Costa Rica, 53.5 %; El Salvador, 20.6 %; Guatemala, 20.4 %; Honduras, 23.9 %; y Nicaragua, 19.3 %.

En Centroamérica, las remesas volvieron a ser un motor clave entre 2024 y 2025, aunque el ritmo de crecimiento varió claramente entre países grandes y pequeños. Belice, por ejemplo, aumentó sus flujos de US$ 141 millones a US$ 173 millones, un avance de 22.6 % equivalente a US$ 32 millones adicionales.

Costa Rica mostró una variación interanual de 53.5, al pasar de US$ 459 millones a US$ 705 millones, es decir, US$ 246 millones más.

Sin embargo, cuando se observan las economías que reciben los mayores volúmenes de remesas, el crecimiento porcentual fue menor pese a manejar cifras significativamente más altas. El Salvador elevó sus ingresos de US$ 8,289 millones a US$ 10,001 millones, un aumento de 20.6 %.

El informe del organismo internacional señala que en Guatemala, el país que más remesas recibe en la región centroamericana, el alza fue de 20.4 %, al subir de US$ 21,475 millones a US$ 25,857 millones, lo que representa US$ 4,382 millones adicionales.

Honduras también mostró un crecimiento robusto, pero relativamente inferior al de países como Belice o Costa Rica, sus remesas avanzaron 23.9 %, al pasar de US$ 9,671 millones a US$ 11,983 millones, un incremento de US$ 2,312 millones.

Mientras tanto, Nicaragua registró un aumento de 19.3 %, al subir de US$ 5,196 millones a US$ 6,199 millones, lo que equivale a US$ 1,003 millones más.

En Sudamérica se observan incrementos más amplios en Colombia, cuyas remesas crecieron 13 % hasta alcanzar US$ 13,379 millones, y en Ecuador, que aumentó 33.1 %, equivalente a US$ 1,973 millones.

Panorama regional

Las remesas continúan en ascenso en América Latina y el Caribe. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los envíos pasaron de US$ 162,700 millones en 2024 a US$ 174,400 millones en 2025, un incremento interanual de 7.1 % equivalente a US$ 11,700 millones adicionales.

El crecimiento fue marcado en Centroamérica, donde los flujos aumentaron de US$ 46,026 millones a US$ 55,395 millones, un salto de 20.3 % que representa US$ 9,369 millones más.

En Sudamérica también se observó un repunte significativo: las remesas subieron 10.8 %, al avanzar de US$ 32,777 millones a US$ 36,339 millones, lo que equivale a US$ 3,562 millones adicionales.

El Caribe, por su parte, registró un aumento de 9.1 %, con un flujo que pasó de US$ 19,125 millones a US$ 20,883 millones, es decir, US$ 1,758 millones más.

El caso de México marca la excepción. A pesar de ser el principal receptor de remesas de toda la región, fue uno de los países, junto a Brasil, donde estos ingresos disminuyeron: cayeron 4.5 %, al pasar de US$ 64,746 millones a US$ 61,810 millones, una reducción de US$ 2,936 millones.

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Karla Alcántara

Periodista. Abanderada por los viajes, postres y animales. Ha escrito sobre economía, turismo y cine. Ha cursado diplomados sobre periodismo económico impartido por el Banco Central, periodismo de investigación por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, finanzas por el Ministerio de Hacienda y turismo gastronómico por la Organización Internacional Italo-Dominicano.

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