Hace una década el Gobierno dominicano puso en marcha el Protocolo de atención a niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidio, creado en 2015 con el objetivo de ofrecer protección integral a unas 300 víctimas indirectas cada año.
El Ministerio de la Mujer informó que trabaja en la presentación del Protocolo de Trabajo Social para la respuesta coordinada a la violencia de género e intrafamiliar, un área institucional creada para dar seguimiento a los casos que involucran a mujeres en situación de violencia y a las familias acogedoras, fortaleciendo “las políticas públicas de protección a los niños, niñas y adolescentes que quedan en orfandad tras un feminicidio”.
De hecho, ONU Mujeres señala que la violencia basada en género es un flagelo que impacta directamente a los menores de edad, una realidad respaldada por las estadísticas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló que en República Dominicana 89 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 2024, mientras que “los huérfanos por estos crímenes continúan en aumento”.
La ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, explicó que este nuevo instrumento buscará reforzar la coordinación interinstitucional y el seguimiento de los casos desde el Estado dominicano.
“El trabajo social permite identificar necesidades, articular respuestas y dar acompañamiento sostenido a mujeres en situación de violencia y a las familias acogedoras”, señaló a ACENTO.
Jiménez recordó que desde 2015 el país cuenta con el Protocolo de atención a niños, niñas y adolescentes (NNA) huérfanos por violencia basada en género, una política pública que reconoce a estas víctimas indirectas y procura garantizarles protección integral.
“Este protocolo fue creado para que el Estado no les falle a esos niños que pierden a su madre de manera violenta”, afirmó.
Según datos, el Ministerio de la Mujer trabaja con 390 familias acogedoras, responsables del cuidado de 692 niños, niñas y adolescentes que quedaron en orfandad tras un feminicidio. A ese acompañamiento se suman 267 menores de edad que no están en orfandad por feminicidio, pero forman parte del entorno familiar, “lo que amplía el alcance de la intervención social”,
Sobre la efectividad del protocolo hace una década y que fue plasmado en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, la funcionaria explicó que su evaluación no se limita a cifras.
“El éxito se mide en la garantía de derechos, en la estabilidad emocional de los niños, en su permanencia en el sistema educativo y en la fortaleza de las familias que los acogen”, indicó.
Añadió que el fortalecimiento de la política se refleja en la creación del Departamento de Trabajo Social dentro del Ministerio de la Mujer, encargado de la coordinación interinstitucional y del seguimiento continuo de estos casos.
La ministra subrayó que los protocolos son herramientas dinámicas. En ese sentido, informó que durante 2024 fueron actualizados los instrumentos de atención a víctimas de violencia de género e intrafamiliar, y se elaboraron protocolos específicos para las áreas que intervienen en el modelo nacional de atención.
“Todo esto viene a robustecer las políticas públicas de protección a los NNA huérfanos por feminicidio”, afirmó.
Jiménez también destacó la necesidad de apoyo de otras entidades del Estado y de la cooperación internacional, al señalar que muchas familias acogedoras enfrentan necesidades económicas, sociales y emocionales.
“Estas demandas se gestionan de manera coordinada con las instituciones y con el apoyo de la cooperación nacional e internacional, tanto a través de donaciones como de cooperación técnica”, sostuvo.
Aún así, la violencia basada en género sigue siendo alarmante. De acuerdo con el Observatorio Político Dominicano (OPD), solo en 2024 se identificaron 73 casos de feminicidios dejando 77 hijos en orfandad.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la exposición de niños a la violencia de pareja contra sus madres es un fenómeno extendido en el ámbito mundial. El informe Estimaciones mundiales sobre la violencia contra las mujeres, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), confirma que más de uno de cada 10 adolescentes y mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja en los últimos 12 meses.
En la región de América Latina y el Caribe, la situación es que el 19 % de los niños viven en hogares donde sus madres sufren violencia de pareja, porcentaje que se traduce a unos 35 millones de menores de edad.
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