Con la llegada del sargazo, República Dominicana, país caribeño destacado por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, se enfrenta a una crisis ambiental y de salud ignorados por gran parte de la población.

El sargazo es un tipo de alga marina que flota en las costas, con apariencia inofensiva, pero en su estado de descomposición, libera gases tóxicos, los cuales tienen efectos en la salud y que la ciudadanía desconoce.

El epidemiólogo Juan Enrique Castro explicó que por falta de conocimiento o por curiosidad, las personas tienen contacto con el sargazo sin la precaución necesaria y esto les genera una serie de síntomas como alergias tópicas, náuseas y vómitos.

Foto ©: Osmil Crooke ACENTO Fecha: 16 junio del 2025, Punta Cana, La Altagracia, República Dominicana

Destacó que, aunque el sargazo podría ser utilizado en procesos industriales, farmacéuticos o combustible, sin la prevención necesaria es nocivo para la salud humana y posee riesgos como afecciones dermatológicas, así como procesos neumónicos por aspirar los ácidos que se producen con su descomposición.

En ese orden, Castro recomendó a la ciudadanía mantenerse alejados de las áreas donde haya gran presencia y cúmulo de sargazo, o en caso de haber estado en contacto con esta alga marina, acudir a un alergista, neumólogo o epidemiólogo para recibir la atención necesaria.

Mientras que a aquellos que trabajen directamente con la eliminación del sargazo, recomendó utilizar ropa de protección, guantes, mascarillas y viseras.

El sargazo es una problemática de turismo, de medioambiente y de salud pública. Evite el contacto directo, manifestó el epidemiólogo.

Castro manifestó que, aunque el Gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente y diversas organizaciones, está realizando estudios para mitigar el sargazo, la “gran responsabilidad” del estado es crear una estrategia nacional interinstitucional para buscar soluciones a la situación del sargazo.

El pasado 30 de junio, República Dominicana solicitó a la Organización de las Naciones Unidas, para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que el sargazo sea reconocido como una emergencia ambiental, económica y sanitaria que afecta con fuerza a los países del Caribe.

Gases tóxicos 

De su lado, el epidemiólogo Rafael Ramos Rincón explicó que el sargazo en su proceso de descomposición expira gases, tales como sulfuro de hidrógeno, amoníaco, arsénico y metanol, los cuales calificó como un riesgo potencial para la salud humana.

Agregó que el efecto del sulfuro de hidrógeno -gas incoloro, inflamable y altamente tóxico, con olor a huevo podrido- puede provocar cefalea, vértigo, irritación en los ojos y enfermedades de vías respiratorias, por lo que recomendó evitar la exposición del sargazo en descomposición.

Sargazo en estado de descomposición. Punta Cana, La Altagracia, República Dominicana. Foto ©: Osmil Crooke ACENTO

Las personas más vulnerables ante estos efectos son los niños, adultos mayores, las embarazadas y personas asmáticas. Estos últimos pueden empeorar su condición de salud.

Ramos Rincón manifestó que las personas que recogen el sargazo en las playas tienen una alta probabilidad de sufrir los problemas neurológicos referidos, debido a los gases que expulsa el sargazo en su estado de descomposición.

 “Cuando el sargazo empieza el proceso de descomposición emite los gases que producen riesgos a sufrir las enfermedades ya mencionadas, y por eso hay que tener mayor vigilancia de los procesos respiratorios, de cefalea y vértigos”, subrayó.

Indicó que, a partir de 48 horas, los gases empiezan a espirar en el medio ambiente, por lo que recomendó evitar estar alrededor o cerca de las zonas costeras donde esté presente el sargazo.

Además, Ramos Rincón recomendó disminuir el tiempo en caso de bañarse en las playas con presencia del sargazo, así como utilizar jabones de higiene que eviten la irritación en la piel.

Sostuvo que se debe fortalecer la vigilancia epidemiológica, así como la atención primaria efectiva que dé respuesta oportuna ante cualquier caso, con el objetivo de realizar acciones rápidas y evitar brotes.

El epidemiólogo instó a la sociedad civil y los ministerios de Medio Ambiente, de Turismo y de Agricultura a crear un plan para dar respuestas rápidas, efectivas y oportunas a este evento “preocupante”.

Impacto en comunidades

De acuerdo con el director de Salud Ambiental, Luis Roa, en provincias como La Altagracia, La Romana y Samaná se han reportado casos aislados de afecciones respiratorias y dermatológicas vinculadas a la exposición al sargazo en descomposición, indicando que estos reportes resaltan la importancia de avanzar hacia registros más sistemáticos que permitan caracterizar con mayor precisión los riesgos y determinar los grupos poblacionales más sensibles.

Destacó que la presencia de sargazo en las costas del país ha generado principalmente impactos ambientales y turísticos, pero también se han identificado posibles efectos en la salud en las comunidades cercanas.

Roa explicó que, aunque los casos reportados en el país hasta la fecha han sido leves, se dispone de mecanismos de respuesta rápida (los cuales no específica) que pueden activarse, de ser necesario, para proteger la salud de la población y fortalecer las acciones preventivas.

Crisis ambiental

El viceministro de Recursos Costeros y Marinos, José Ramón Reyes López, aseguró que el Ministerio de Medio Ambiente asume la responsabilidad de enfrentar la crisis que generan los arribazones de sargazo en las costas dominicanas, fenómeno que cada año causa mayores daños al ecosistema y al turismo.

Reyes comentó a Acento que el sargazo llega impulsado por el cambio climático y el calentamiento de los océanos, factores que han alterado corrientes marinas y vientos, indicando que no se trata de un problema exclusivo de República Dominicana, sino de toda la región del Caribe.

De acuerdo con sus estimaciones, en 2025 arribarían al Caribe entre 30 y 35 millones de toneladas de sargazo, de las cuales entre 3.5 y 4 millones impactarían directamente en las costas dominicanas, lo que, a su entender, afectará la biodiversidad y la salud pública.

Punta Cana, provincia La Altagracia. Foto: ©️ Juan Antonio Guio. ACENTO

El funcionario alertó que la descomposición del alga genera la llamada “marea marrón”, que consume oxígeno en el agua y puede provocar enfermedades en la piel, complicaciones respiratorias y, aunque Salud Pública no tiene casos registrados, podrían producirse abortos.

Reyes señaló que, además de la amenaza sanitaria, el sargazo representa un grave riesgo económico para un país insular que depende del turismo. La recolección debe hacerse de forma manual para evitar que la arena se arrastre junto con el alga y se acelere la erosión de las playas.

El retiro del sargazo debe hacerse con equipos ligeros, evitando maquinarias pesadas que dañen los ecosistemas costeros, precisó el viceministro.

El viceministro destacó que el problema, antes considerado estacional, se ha vuelto permanente desde 2011, ya que en el pasado las mayores concentraciones ocurrían entre julio y septiembre y en la actualidad las algas comienzan a llegar desde febrero e incluso diciembre.

Medidas conjuntas con sector privado e internacional

El viceministro de Recursos Costeros y Marinos manifestó que, para hacer frente a la situación, el Gobierno creó una mesa interinstitucional que integra a los ministerios de Medio Ambiente, de Relaciones Exteriores (Mirex), Turismo (Mitur), la Armada Dominicana (ARD), Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar), junto a países de la región.

Además, dijo que se firmó un acuerdo con Corea del Sur, específicamente con la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica), que aportará 10 millones de dólares para fortalecer las acciones de limpieza en playas públicas.

Reyes destacó que entre las medidas adoptadas se incluye la instalación de barreras marinas y el uso de maquinarias especializadas llamadas “sargaceras”.

El funcionario informó que Medio Ambiente trabaja con universidades y empresas privadas en proyectos para transformar el sargazo en productos útiles, como materiales de construcción, abono agrícola, alimento para ganado, textiles e incluso cosméticos.

También reveló que empresas extranjeras ya exportan el alga para elaborar cremas hidratantes y fertilizantes orgánicos, aunque insistió en que la meta del Gobierno es incentivar la instalación de industrias locales que generen empleos en las zonas costeras.

Reyes aseguró que el país cuenta con la resolución 0046-2025, que regula la recolección y disposición final del sargazo para evitar daños ambientales. La norma exige que el alga no sea depositada en solares baldíos, ya que sus lixiviados pueden contaminar aguas subterráneas.

El viceministro informó que, para fortalecer la prevención, República Dominicana recibirá un sistema satelital denominado “Ojo del Cielo”, que permitirá prever hasta con dos meses de antelación la llegada de sargazo, así como identificar las zonas más vulnerables.

“El Ojo del Cielo es un sistema satelital que nos va a decir por lo menos 2 meses antes la zona que va a impactar y la cantidad de sargazos que viene. Pero 48 ahora antes, te va a dar el punto específico de dónde va a llegar”, enfatizó.

Sostuvo que la colaboración con hoteles y el sector privado ha sido clave para enfrentar el problema, pero insistió en que las playas públicas, que carecen de “dolientes”, requieren mayor atención estatal.

Finalmente, Reyes reiteró que el sargazo es una crisis ambiental instalada y que su manejo debe concebirse como una oportunidad de desarrollo sostenible, a través de su aprovechamiento industrial y de la economía circular en las comunidades costeras.