A las 4:39 de la tarde del miércoles 8 de junio llegó el cortejo fúnebre al cementerio Puerta del Cielo. Lo recibió un grupo de militares de las Fuerzas Armadas con los honores de estilo. Así empezó la marcha fúnebre.
“Ay no, yo no perdono al que hizo eso, ese aburrido lo que te hizo tiene que pagarlo”. Fue el grito desesperado de una señora que trabajó de cerca con Orlando Jorge Mera.
Cuando la marcha llega al lugar de la sepultura, abren el ataúd y se da inicio a la ceremonia. Eran las 4:58 de la tarde.
A las 5:02 Guillermo Gómez, quien considera a Jorge Mera como un hijo, describe cómo fue la última conversación que tuvo con él. Recuerda el último café y el deseo que Orlando tenía por celebrar los 75 años del comunicador. Esa última conversación ocurrió el lunes horas antes de la tragedia.
Foto: © Mery Ann Escolástico
Fecha:08/06/2022[/caption]
Luego de la lectura del panegírico, a cargo de Guillermo, a las 5:13 Dilia Leticia Jorge, única hermana de Orlando sube al pódium y con voz entrecortada, aguantando el llanto, dirige unas palabras a su hermano.
“Cuando papá y mamá murieron me dijiste ahora tenemos que estar unidos más que nunca y honramos ese compromiso hasta el final. Me llené de temor porque eras mi apoyo.” Sin poder contener las lágrimas continúa: “eras lo que me quedaba de papá y mamá, y me sentí en el aire”.
Se recompone y dice: “me quedo con la paz de que te fuiste haciendo lo que te gustaba y sobre todo porque estás con papá y mamá”. Sus lágrimas volvieron a brotar cuando le agradeció por siempre haber estado con ella.
“Gracias por estar siempre para mí. Me transmitías la misma paz que mamá transmitía. Y como mamá y papá nos decían: unión, fuerza y amor ¡venceremos! Te quiero Orlando”. De esta forma Dilia Leticia se despidió de su hermano.
Foto: © Mery Ann Escolástico
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Mientras los presentes allí se secaban las lágrimas, llegó el turno de Patricia Victoria, hija de Jorge Mera que pertenece a una congregación religiosa cuyo hábito destacó en la ceremonia.
“Esta es una tragedia que para quien no tiene fe es irreparable”, así inició, con tono sereno, calmada y con la mirada fija sobre el cuerpo de su padre.
Para Patricia Victoria el sacrificio más grande que hizo su padre fue haberla entregado él mismo a los pies del Señor.
Asegura que su padre falleció con la fe de un hombre católico y que por eso está confiada de que está en un mejor lugar. “Por eso no me asusté cuando me enteré”.
Luego de sus palabras le fue cedido el espacio a Orlando Salvador, el hijo mayor de la familia Jorge Villegas, el diputado.
Firme hace los honores frente al féretro, mira al horizonte, suspira, contiene el llanto y la única palabra que le sale es “¡Papi!”. Hace una pausa. Unos segundos después comienza a narrar como fue la última conversación con su padre:
“Recuerdo la última conversación que tuvimos papi. Fue el sábado papi, hablamos de tu viaje a Estocolmo, donde pudiste firmar varios acuerdos en representación del Presidente, estabas feliz porque era la primera vez que conocías ese país…Cuando llegaste el sábado que viste que te fueron a buscar en mi vehículo me preguntaste que por que no utilizaron el tuyo y yo te respondí que tu vehículo estaba con mami. Me dijiste que viajarías el domingo a Valle Nuevo y te dije que descansaras, que no fueras, pero me dijiste que debías ir porque ibas a entregarles unos cheques a unos agricultores que los estaban esperando desde hace más de seis años. Estabas muy emocionado”.
Foto: © Mery Ann Escolástico
Fecha:08/06/2022[/caption]
Continúa: “Vi tus fotos, estabas feliz, fuiste con Paliza y con mami. Luego de entregar los cheques te fuiste a sembrar árboles”.
Intentando controlar el llanto dice: “hablamos de muchos planes, incluso para ese lunes teníamos una reunión con jóvenes de Intec para montar una feria científica allá en el ministerio”.
Aunque Orlando Salvador meditó a profundidad sobre el sentido de la vida tras el trágico lunes, sus ojos brillaron de orgullo por su padre al recordar las que considera sus mejores obras y la razón por la cual el Presidente de la República lo había designado para ese ministerio.
“Cuando nos enteramos dijimos wow Medioambiente. Luego entendí por qué te habían dado esa responsabilidad. Dijiste que el presidente te encomendó el ministerio porque tú no representabas intereses allí dentro y te conocías muy bien las leyes”.
Luego de estas palabras de su hijo, a las 5:51 se honró su memoria con el toque de trompeta y a las 5:53 la familia ofrendó los girasoles amarillos, la flor con la que solían homenajearlo. Es en este momento cuando la familia se acerca a su cuerpo, lo abraza y le da el beso de despedida.
Ya a las 6:05 de la tarde el féretro comienza a descender mientras las familias Jorge Mera y Jorge Villegas se abrazan, se consuelan unos con otros y despiden al eterno conciliador don Orlando Jorge Mera. A las 6:12 de la tarde su cuerpo ya descansaba en la tumba.