Los países más pobres del mundo enfrentan un ‘maremoto de deuda’ en forma de reembolsos a China que alcanzarán cifras récord este año, advirtió el Lowy Institue de Australia. Según este centro de reflexión, los 75 países menos desarrollados del mundo tendrán que hacer un ‘reembolso récord de deuda’ a China en 2025 por un valor total de 22.000 millones de dólares.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, un proyecto de inversiones para impulsar las relaciones comerciales y expandir la influencia de Pekín en el mundo, ha corrido con los gastos de la construcción de puertos, ferrocarriles, carreteras, minas y proyectos energéticos, desde África a América Latina.
Los préstamos están menguando, según el informe del Lowy Institue de Australia publicado este martes, y se ven ahora superados por las deudas que los beneficiarios deben reembolsar.
El centro de reflexión australiano Lowy Institute analizó los datos del Banco Mundial para calcular las obligaciones de pago de los países en desarrollo. Según esos cálculos, los 75 países menos desarrollados del mundo tendrán que hacer un "reembolso récord de deuda" a China en 2025 por un valor total de 22.000 millones de dólares.
El informe señala que el pago de la deuda estaba empezando a afectar el gasto en hospitales, escuelas o iniciativas contra el cambio climático.
"Los países en desarrollo se enfrentan a un maremoto de reembolso de la deuda y costes de intereses a China", afirmó el investigador Riley Duke.
"Como resultado, la posición neta de China como prestamista ha cambiado rápidamente", indicó Duke, "pasando de ser un proveedor neto de financiación -prestando más de lo que recibía en reembolsos- a un sumidero neto, con reembolsos que ahora superan los desembolsos en préstamos".
China se convertirá en cobrador de deuda
"Ahora, y para el resto de esta década, China será más bien un cobrador de deuda que el banco del mundo en desarrollo", agregó, dijo también Duke.
"La presión de los préstamos estatales de China, junto al aumento de los reembolsos a un abanico de acreedores internacionales privados, pone un enorme estrés financiero a las economías en desarrollo", dicen sus autores.
El estudio también evoca la posibilidad de que Pekín use esta deuda para ejercer una "influencia geopolítica" sobre estos países, especialmente después de que Estados Unidos haya recortado su ayuda exterior.
Aunque los préstamos de China caen a nivel global, el informe señala dos áreas que rompen esta tendencia.
La primera son naciones como Honduras o Islas Salomón, que han recibido créditos masivos después de romper relaciones con Taiwán y reconocer al gobierno de Pekín.
El otro son países como Indonesia o Brasil, donde China ha firmado nuevos créditos para garantizar el acceso a metales y otros minerales críticos para la producción de baterías.
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