Este martes el jurado del Festival de cine de Cannes vio dos nuevas propuestas cinematográficas: un drama iraní y un relato femenino ambientado en Roma.
Jafar Panahi es uno de los cineastas más influyentes de la llamada “nueva ola” iraní. Su presencia de nuevo en la competencia del Festival de Cannes es la garantía de una cinta con un fuerte contenido político.
Es el caso con Un simple accidente, que narra la historia de un hombre que se topa frente a frente con quien cree es su antiguo verdugo.
La sed de venganza lo consume, pero prefiere asegurarse de la identidad del torturador con un amigo, víctima del mismo agente de los servicios secretos iraníes.
Las circunstancias lo llevan a consultar a otras personas. Panahi construye un teatro del absurdo con personajes que representan diversas capas de la sociedad iraní.
Fuerza femenina
El director de cine italiano Mario Martone trajo a Cannes Fuori, una cinta en forma de homenaje a una figura de la literatura de su país, olvidada durante tres décadas.
Goliarda Sapienza fue la autora de una obra monumental, El arte del placer, que le tomó nueve años de trabajo.
La película se enfoca en un período en el que Goliarda estuvo tras las rejas. En la cárcel hizo amistad con varias reas, de fuerte temperamento, libres y solidarias, una relación que significó un aprendizaje existencial.
Fuori es una película que habla de mujeres y de libertad, del placer de vivir y del deseo de escribir.
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