Aunque Rusia se ha declarado dispuesta a un diálogo respetuoso con Estados Unidos en el marco de la reanudación de los intercambios diplomáticos entre ambos países, la situación en Ucrania está lejos de un alto el fuego. Los ataques rusos siguen afectando a todo el país. Volodimir Zelenski considera que “la presión sobre Rusia sigue siendo insuficiente, y los ataques rusos diarios sobre Ucrania lo demuestran”.
Por Emmanuelle Chaze, corresponsal de RFI en Kiev
Desde la reanudación del diálogo entre Washington y el Kremlin, y a pesar de las conversaciones, nada ha cambiado para los ucranianos sobre el terreno. Tras los atentados de los últimos días, se tiene además la sensación de que los ataques rusos han aumentado incluso en intensidad.
En Járkov y Soumy, dos ciudades bajo el fuego ruso diario a sólo treinta kilómetros de la frontera rusa, 20 personas murieron en Kryvyi Rig el viernes 4 de abril y cerca de 70 resultaron heridas al estrellarse un misil no lejos de un parque infantil. El domingo 6 de abril, un ataque a gran escala con drones y misiles causó un muerto y tres heridos aquí, en Kiev.
Además de la pérdida de vidas humanas, también se produjeron considerables daños materiales, entre ellos en los locales de varios medios de comunicación ucranianos, mientras que Moscú afirma haber destruido un depósito de municiones. Cada noche, las defensas aéreas tienen que contrarrestar decenas de drones rusos. Así pues, no hay indicios de apaciguamiento en Ucrania.
Tras el mortífero ataque ruso contra Kryvyi Rig, las reacciones fueron contundentes, en Ucrania y en otros países: la Unión Europea y las Naciones Unidas se mostraron consternadas, calificando el ataque de “horror inimaginable”. Para Volodimir Zelenski, la reacción de la embajada estadounidense en Kiev, que condenó el ataque sin mencionar a Rusia, fue decepcionante.
El presidente ucraniano pide a los aliados de Ucrania que mantengan su apoyo, en particular para asegurar los cielos ucranianos, lo que significa más sistemas de defensa antiaérea y la munición que los acompaña, y considera que la actitud de Rusia no augura en absoluto un alto el fuego inminente.
“La diplomacia no significa nada para ellos”, insiste Zelenski, refiriéndose a los rusos, y el presidente ucraniano pide más sanciones contra Moscú para garantizar una presión suficiente que haga comprender a Rusia que los ataques también tienen consecuencias directas para Moscú.
El ejército ucraniano, que ha perdido terreno en la región de Kursk, sigue presente allí y, según Kiev, no hay ningún cerco de tropas, como indicó Donald Trump hace unas semanas, haciéndose eco del lenguaje ruso.
Esto es también lo que dijeron los soldados que participaron en las operaciones en Sudja antes de la retirada ucraniana de la ciudad y, aunque los rusos han continuado sus avances en las últimas semanas, se han frenado considerablemente en el este del país, sobre todo en los alrededores de Pokrovsk y Toretsk, gracias a los exitosos contraataques ucranianos. Más allá de la retórica de Washington y Moscú, Ucrania sigue resistiendo.
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