Tres sindicatos del museo del Louvre, en París, convocaron una “huelga prorrogable” a partir del próximo lunes para protestar contra las “condiciones de trabajo deterioradas” y los “recursos insuficientes”.
El museo más visitado del mundo está en el ojo del huracán desde el espectacular robo del 19 de octubre, en el que cuatro hombres irrumpieron por una ventana y se llevaron en pocos minutos varias joyas de la Corona por un valor de más de 100 millones de dólares.
El establecimiento también tuvo que cerrar una galería en noviembre debido al deterioro del edificio y sufrió hace dos semanas un escape de agua que dañó cientos de obras de la biblioteca de Antigüedades egipcias.
“Una verdadera pista de obstáculos”
El llamado a la huelga del personal fue convocado por los sindicatos CGT, Sud y CFDT, y fue “votado por unanimidad” en una asamblea general, con unas 200 personas, el lunes por la mañana en el auditorio del Louvre, precisó la CGT.
“Cada día, los espacios museográficos permanecen cerrados mucho más allá de lo previsto en el plan de apertura garantizada debido a la falta de personal suficiente, así como a fallos técnicos y al deterioro del edificio”, aseguran los sindicatos en una carta dirigida a la ministra de Cultura, Rachida Dati. “El público sólo tiene un acceso limitado a las obras y se encuentra obstaculizado en sus desplazamientos”, prosiguen, advirtiendo: “Visitar el Louvre se ha convertido en una verdadera pista de obstáculos”.
Para Nathalie Ramos, secretaria general del sindicato CGT Culture, esta sucesión de incidentes empaña la imagen del museo, cuando la realidad “no es muy gloriosa”. “Entre la imagen que se quiere dar del museo más grande del mundo, donde hay grandes proyectos presidenciales con el Louvre, Renacimiento, etc., y la realidad de los medios, hay una gran brecha”, denuncia.
“Es una pena haber tenido que llegar a esto”
Para la sindicalista, no es por falta de haber alertado sobre la falta de personal y de medios financieros. Lamenta que haya sido necesario todo un conjunto de disfunciones, incluido el robo, para que finalmente se les escuchara.
“Es una pena haber tenido que llegar a esto. En cualquier caso, esperamos que sirva para algo, que no sea solo una tormenta en un vaso de agua. Todo el mundo se agita y, al final, no pasa gran cosa”, afirma.
La situación es tan preocupante que el sindicato ha conseguido una reunión con la ministra de Cultura solo una hora después de presentar el preaviso de huelga.
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