Por: Stefanie Palma, RFI
El año comenzó con un nuevo primer ministro, François Bayrou, que sucedió al negociador Michel Barnier con la difícil misión de lograr la aprobación de los presupuestos del Estado. El 14 de enero, Bayrou apelaba a la estabilidad, pero todo se desmoronó cuando solicitó una moción de confianza que le fue rechazada.
El gobierno de Bayrou cayó el 8 de septiembre y entró en escena Sébastien Lecornu, considerado el último as bajo la manga de Emmanuel Macron. Lecornu, que proviene tradicionalmente de la derecha francesa, del partido gaullista "Los Republicanos", siempre fue visto como alguien dialogante, capaz de negociar y encontrar consensos tanto con la izquierda como con la derecha.
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Sébastien Lecornu intentó formar gobierno y tardó cerca de un mes en anunciar la composición de su ejecutivo. El aliado fiel de Macron acabaría dimitiendo, de forma sorpresiva, el 6 de octubre, un día después de anunciar la primera tanda de ministros, lo que le valió muchas críticas por parte de casi todos los partidos políticos.
El presidente francés le dio 48 horas para negociar con las diferentes fuerzas políticas y dijo que le concedería "carta blanca" para gobernar, y así lo ratificó en el cargo. Hasta el momento, Lecornu ha adoptado la "estrategia de los pequeños pasos", negociando con las diversas fuerzas políticas a medida que surgen las discrepancias, habiendo logrado ya una primera victoria: la aprobación del presupuesto de la Seguridad Social para el próximo año.
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Este fue también un año repleto de verdaderos giros inesperados. Marine Le Pen, figura central de la Agrupación Nacional (Rassemblement National), partido de extrema derecha, fue condenada por el Tribunal de París a 5 años de inhabilitación en el caso de los asistentes parlamentarios, quedando, por ahora, impedida de presentarse a las presidenciales de 2027.
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También en el transcurso de este año 2025, Nicolas Sarkozy pasó de expresidente a presidiario. El antiguo mandatario fue condenado a cinco años de prisión en el caso de la financiación libia de la campaña presidencial de 2007 y pasó 20 días en la cárcel de La Santé, en París.
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