Por la corresponsal de RFI en Salla, Ottilia Ferey
Una enorme valla de cinco metros de altura, que incluye al menos un metro de alambre de espino, se alza a lo largo de la frontera. Esta barrera es como el paisaje circundante, completamente atrapada en el hielo. En este día, hace -20°C.
"Más allá de esta valla, son tierras totalmente salvajes"
"Instalamos mástiles con cámaras de vídeo, detectores de movimiento y cámaras infrarrojas. También hay luces, como puede ver, y altavoces para dar órdenes desde la distancia. Por ejemplo: ‘Para’ o ‘Quédate donde estás’. Esto proporcionará información en tiempo real sobre lo que ocurre en la frontera. El objetivo es reforzar nuestra vigilancia fronteriza, especialmente en las zonas donde vemos que la probabilidad de migración ilegal es mayor", explica Mikko Kauppila, subcomandante de la guardia fronteriza de Laponia. Esta valla costó 56,8 millones de euros y tiene solo ocho kilómetros de longitud.
Pero el mayor Jani Brännare afirma que fue construida sobre un punto estratégico de cruce. "Más allá de esta valla, son tierras totalmente salvajes. Así que la naturaleza y las temperaturas bajo cero también nos ayudan a impedir la inmigración ilegal. Si reabrimos las fronteras, sabemos que esta inmigración ilegal se reanudará", dice.
"Podría ser que surjan nuevas vallas"
Los guardias fronterizos finlandeses dicen que apenas cooperan con sus homólogos rusos. De ambos lados, se desafían con la mirada. Así que, aunque teniendo la mirada puesta en la frontera, mantienen la cabeza fría.
"Vivimos en lo total desconocido. Pero el personal aquí está formado y equipado como nunca antes. Finlandia está bien preparada", dice un primer guardia fronterizo. "No estamos preocupados y dormimos tranquilos por la noche", añade un segundo.
Según Helsinki, estos "migrantes híbridos", como se los ha apodado, fueron escoltados por Rusia para cruzar la frontera hacia la Unión Europea en 2015 y 2023. Una frontera que está prohibida cruzar a pie.
Seppo Selkälä, el teniente de alcalde de Salla, recuerda esto muy bien. Dice que muchos rusos solían venir aquí de vacaciones. En 2013, la frontera fue cruzada no menos de 250.000 veces. "Por el momento, no hay planes para reabrir la frontera, e incluso podría ser que surjan nuevas vallas en la linde rusa", comenta Selkälä.
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