En Estados Unidos, Elon Musk ha anunciado que dejará su puesto al frente de la Comisión para la Eficiencia Gubernamental, conocida como 'DOGE'. El hombre más rico del mundo dijo que se apartará de los asuntos públicos para concentrarse en sus negocios. Las ventas de su empresa Tesla cayeron un 52.6% interanual en abril en la Unión Europea.
La Comisión para la Eficiencia Gubernamental (DOGE) fue creada con el objetivo de reducir drásticamente tanto el presupuesto como el tamaño de la administración pública federal. Durante la última campaña presidencial, se Musk fijó una meta inicial: recortar 2 billones de dólares en gastos. Una cifra que luego se redujo a la mitad, a 1 billón, sin dejar de ser ambiciosa.
Según cifras publicadas por el propio DOGE, se habrían ahorrado 160 mil millones de dólares desde el inicio del segundo mandato de Trump. Sin embargo, varios medios que intentaron verificar esos datos han señalado que las cifras no son del todo claras y que hay dudas sobre la veracidad de una parte de los ahorros anunciados.
Pero el proyecto del DOGE no solo apuntaba a cuestiones presupuestarias: también se proponía reducir el tamaño del Estado federal. En total, se tenía previsto eliminar unos 100.000 puestos de empleados públicos. En algunos casos, esos recortes se concretaron, como en el desmantelamiento de la agencia estadounidense de cooperación internacional, USAID. En otros, los despidos fueron poco selectivos, como en el caso del personal encargado del arsenal nuclear, que tuvo que ser recontratado con rapidez. Otros despidos están actualmente bloqueados por la justicia.
Otro eje del DOGE fue la modernización tecnológica: la comisión accedió a bases de datos de distintos departamentos, como el Servicio de Impuestos Internos o la Seguridad Social, permitiendo cruzar información entre organismos. Aunque Musk se aparte ahora, muchas de estas iniciativas tendrán un impacto a largo plazo.
Tensiones con la nueva administración Trump
¿Se dio cuenta Elon Musk de que la política estadounidense puede ser un terreno implacable? Es bien sabido que Musk ha tenido roces con figuras clave del gobierno, como el secretario de Estado Marco Rubio, a quien reprochó no haber despedido a nadie.
Donald Trump debió intervenir públicamente para recordar que son los ministros quienes deciden cómo reorganizar sus departamentos. Musk también tuvo enfrentamientos con el secretario del Tesoro, Scott Bessent —un funcionario que él no apoyaba—, especialmente por su política arancelaria. Tampoco allí logró imponer su visión.
Sin embargo, Elon Musk sigue siendo el hombre más rico del mundo. De acuerdo con sitios especializados en seguir la fortuna de los grandes millonarios, aún encabeza la lista, pese a haber perdido más de 100 mil millones de dólares desde el inicio del actual mandato presidencial. Una caída atribuida, en parte, a la baja en el valor de las acciones de Tesla, empresa de la que posee alrededor del 12 % y que ha sufrido tanto por la caída en las ventas como por las reacciones negativas a sus posturas políticas de extrema derecha y a veces conspirativas.
Las ventas de Tesla en la Unión Europea (UE) cayeron un 52,6% interanual en abril, según los datos publicados el martes por la asociación de fabricantes ACEA, que muestran un progreso de las marcas chinas de vehículos eléctricos.
Antes líder destacada de este sector, la marca estadounidense se ve lastrada por la crisis de imagen de su fundador Elon Musk, su gama anticuada y la feroz competencia, especialmente de fabricantes del gigante asiático como BYD.
Es también con la intención de relanzar sus compañías que Musk se aparta del DOGE. Pero dado que el valor de sus acciones se disparó entre la elección de Trump y su investidura, sus finanzas siguen siendo sólidas.
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