Por el corresponsal de RFI en Seúl, Celio Fioretti
Son cámaras para individuos particulares, cámaras de vigilancia dentro de casas, a veces utilizadas para proteger el hogar o vigilar a los hijos o mascotas. Es una práctica bastante común en Corea del Sur, donde muchas casas están equipadas con estos dispositivos. Pero entre las víctimas también hay restaurantes e incluso médicos como ginecólogos.
Conectadas a una red wifi local y sin una contraseña lo suficientemente fuerte, estas cámaras pueden ser hackeadas fácilmente. Los piratas pueden recuperar las imágenes y, a veces, incluso controlar la cámara remotamente y apuntarla a su objetivo. Estos cuatro ciberdelincuentes violaron la privacidad de cientos de miles de personas al observar su vida diaria.
Imágenes revendidas a sitios pornográficos
Entre las imágenes robadas, algunas escenas de carácter sexual fueron seleccionadas por los hackers y vendidas a un sitio pornográfico chino, según las autoridades. En total, se han vendido más de mil videos de este tipo por casi 30.000 euros en beneficios.
Los cuatro ciberdelincuentes fueron arrestados por la policía, así como tres compradores de videos ilegales. Ahora queda por eliminar este contenido en línea: la policía surcoreana ha solicitado el cierre del sitio pornográfico chino que lo alojaba.
Las autoridades también recomiendan que los usuarios de cámaras cambien sus contraseñas y conecten sus dispositivos a redes wifi separadas para limitar el riesgo de pirateo.
Otro escándalo más
Este tipo de escándalo no es una novedad en Corea del Sur: hace un año, el país se vio sacudido por un enorme caso de deepfakes pornográficos. Los videos robados fueron modificados por inteligencia artificial para crear contenido pornográfico que se revendía o compartía en internet sin el conocimiento de las víctimas, principalmente menores. Solo en 2024, la policía registró más de 300 casos de deepfakes pornográficos.
Muchas personas fueron arrestadas por la policía. Sin embargo, sigue siendo difícil encontrar a todos los autores de estos videos y eliminar este contenido en línea, que ha sido descargado y compartido en cantidades demasiado grandes como para ser completamente borrado de internet.
El país también es conocido por el uso frecuente de cámaras espía, llamadas "molka". Colocadas discretamente en lugares públicos, incluidos los baños del metro, graban a mujeres sin que ellas lo sepan. Este fenómeno es tan frecuente que las autoridades realizan regularmente operaciones de "limpieza" en lugares públicos para detectar y retirar las cámaras instaladas.
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