La reunión de los sectores progresistas y de las izquierdas es buena, muy buena, siempre y cuando sea para reencauzar por el camino correcto al movimiento en su conjunto. El V Simposio Nacional fue organizado por el Frente Amplio (FA), celebrado en los días 30 y 31 de agosto. La Casa Nacional, localizada en Santo Domingo, Distrito Nacional, fue el escenario que permitió congregar a los principales dirigentes y militantes del litoral.

Fue notoria y preocupante la ausencia en el relevante evento de entidades del mismo litoral como el PPT, MC, MPD, FR y RID. Y de otras personalidades que se han destacado por la defensa de la democracia dominicana.

La actividad estuvo conducida por la presidenta del Frente Amplio, profesora María Teresa Cabrera, anfitriona y conductora del simposio. Sus palabras introductorias sobre la democracia y sus desafíos describieron un escenario sombrío de seguir bajo la administración gubernamental de los partidos tradicionales. Urge, señaló, la unidad progresista para evitar el retroceso. Y cambiar el actual estado de situación de un sistema gobernado por una élite que estimula y protege pensamientos y acciones ultraderechistas, desigualdades económicas y tributarias y vulneración de libertades públicas y derechos democráticos conquistados por el pueblo.

La cuestión principal que se trató y discutió fue “Estado de situación de la democracia dominicana: amenazas y desafíos”, lo que posibilitó las intervenciones del presidente de Alianza País (ALPAÍS) Guillermo Moreno, el presidente de Alianza Por la Democracia (APD) Max Puig, el presidente de Opción Democrática (OD) José Horacio Rodríguez, la periodista Altagracia Salazar, la abogada y consultora María Fernández López, el politólogo y consultor electoral Elvin Calcaño, la diputada del Partido Justicia Social (JS) Catalina Olea Salazar y el antropólogo e investigador, Aquiles Castro.

La ausencia en el evento de la izquierda revolucionaria fue significativa y permitió observar el giro, al escuchar las intervenciones de los disertantes, que se proyecta ante las próximas elecciones de 2028. Implicaciones relacionadas íntimamente con el desenvolvimiento de la coyuntura y los compromisos con las fuerzas democráticas, progresistas y de las izquierdas. Los dos partidos políticos (PRM y PLD), incluyendo los tres periodos gubernamentales del doctor Leonel Fernández Reyna, que han gobernado, son responsables de las profundas desigualdades de la riqueza y el ingreso del país. Precisamente, son los aliados de las mayorías de los oradores en el simposio nacional. Los que han convertido la democracia en una careta ‘sin sustancia ni justicia social’.

La coincidencia de los progresistas y sectores de las izquierdas que respaldaron en el pasado certamen al presidente Abinader y al PRM, incluyendo invitados independientes que giran en torno a las corrientes progresistas, reflexionaron de manera selectiva y pormenorizada sobre la democracia, su participación en los procesos electorales y en las elecciones. La integración de los demás grupos del progresismo y las izquierdas era conveniente en la generalización del proceso reflexivo para crear conciencia política en la comprensión de un sistema jurídico y político cada vez más contaminado, distorsionado y desigual. Si se ponen de acuerdo en participar en la “mentada” con un proyecto electoral y alternativo alejado de los conservadores, otro gallo cantaría.

Entendemos que un proyecto de esa magnitud tendrá un periodo a corto, mediano y largo plazo. Participando en las elecciones presidenciales, legislativas y municipales. No tiene sentido lógico excluir las presidenciales, porque el paquete electoral se oferta en conjunto para ganar espacio, tiempo y proyectar una opción política, alternativa e integral de nuevo tipo. Las nacionales y locales son las claves para evitar caer en las ‘diabluras’ de la pequeña burguesía, ansias desmedidas, y de los partidos tradicionales. Un plan con proyecciones futuras no tiene ningún interés, ya que “la pequeña burguesía, por su propia naturaleza, no planifica a largo plazo, se desespera en términos políticos y económicos, por lo que todavía hoy vive de lo comido, por lo servido”.

Las alianzas con los partidos tradicionales en República Dominicana son improcedentes, mal formuladas y oportunistas. Es una derecha corrupta, con signos sobresalientes del ultraderechismo de la época y servil, comportamiento degradante, al poder de los Estados Unidos de América. El movimiento en esta etapa no la necesita, a menos que no sea para su destrucción ética, moral y política. ¿Qué puede ofrecer a los revolucionarios y a los progresistas? Cargos públicos, privilegios y otras ventajas venenosas para desprestigiarlos ante el pueblo y la revolución. Su degradación de clase para alcanzar su ascenso social, económico y político se encuentra aceleradamente “en la picota”.

De obviar las características seria y responsable, este excelente simposio iniciaría el montaje de un escenario, unidad progresista, que provocaría una emboscada para intentar, otra vez, obligar al litoral a decidir entre el retroceso o continuar con el PRM y mendigar cargos públicos electivos y nombramientos. Y eso en mi barrio, San Antón y Santa Bárbara lo llaman chapucería política.

Un momento propicio para organizar y poner a arrancar la maquinaria política y electoral del progresismo y las izquierdas. De ninguna manera para respaldar al PRM, FP o al PLD, sino para caminar juntos, por fin, de modo independiente, hacia el poder de gobernar. Aquí debe consistir la solemnidad y el compromiso de las reflexiones en el Simposio Nacional del Frente Amplio (FA). Por consiguiente, recomendamos no continuar con la obra. Ya conocemos el triste final. El tiempo, que desnuda a cualquiera, es la única reveladora de la verdad; tiene la última palabra. Total, en la actualidad, vale un bledo.

Fortune Modeste Valerio

Economista

Estoy de regreso a la patria después de permanecer más de 35 años en el exterior. Estudié Contabilidad Superior, Auditoria Interna y Economía en la O y M.

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