Con este artículo no pretendo consagrarme como demócrata, simplemente procuro interiorizar el significado del concepto. Puedo decir como autovaloración que me salió la vena de profesor de temas vinculantes, acompañado de la férrea convicción de que la democracia bien llevada y bien practicada es el sistema político por excelencia que mayor procura la humanización de los individuos en sociedad. Solo que, lo que nos ha tocado ver y vivir como democracia, apenas es una aventura distorsionada de sus principios. Lo que en la práctica se ve, según su esencia, resulta ser una mala fachada un tanto disfrazada de la soberanía del pueblo, y por eso, su propia bondad, sus propios actores políticos, la tienen en cautiverio, solo dejando aflorar su nombre como instrumento de la voluntad popular asumida por una clase gobernante que en nombre del pueblo asume toda su soberanía, siendo esto, a nuestro juicio la posible caída del sistema de continuar con estas distorsiones.
I: De su origen:
De entrada, para presentar sus credenciales originarios, el termino “democracia”, se incorporó en el siglo XVI. Proviene de la palabra francesa, democratie, pero su origen es griego, cuya derivación proviene de demokratía, cuya etimología se traduce en; demos, pueblo, y kratos, gobierno. Es decir, forma de gobierno, que frente a las monarquías-gobierno de un monarca todopoderoso, de otra forma, absolutista y, por igual, contra las aristocracia, gobierno de una clase “noble”, o dicho en otra palabra, por extracto social que se caracteriza por tener privilegios, poder y riqueza-es el gobierno de unos cuantos. En síntesis, la democracia, dicho por los clásicos ateniense, es el pueblo de “gobierna”, e implica una comunidad política en que existe alguna forma de igualdad entre personas.
Por tanto, la democracia como realmente es, implica la sustentación de valores fundamentales, tales como; a) la igualdad, b) la libertad, c) el auto desarrollo moral, d) el interés general, e) los intereses privados, f) la utilidad social… y g) la satisfacción de las necesidades…, lo que implica los valores en lo que significan las bases de la legitimización de la decisiones de los elegidos por votación cada cierto tiempo para ejercer el poder.
En este contexto caber referir que su origen se relaciona con el siglo V a.C, en el que Atenas emergía entre muchos centros de poder rivales griegos, como la ciudad estado, o polis dominante, lo que apalancado en el crecimiento económico y el comercio (tanto terrestre como marítimo, significaron un impulso extraordinario a la diversificación de estas ciudades y permitieron que emergieran extractos de medianos y pequeños campesinos. La expansión de la esclavitud, permitió un creciente número de ciudadanos independientes, creándose entonces, mecanismos de identidad y de solidaridad entre los de dentro, que eran ciudadanos, frente a los de fuera, que eran los esclavos y los originarios de otras comunidades. A estos cambios legales, siguieron innovaciones en las constituciones de estas ciudades-estados, transformándose los códigos legales, escritos y no escritos. Atenas, estaba compuesta para el siglo V, de 30 mil a 45 mil habitantes. Era una democracia directa. Por lo tanto, su factor determinante fue el surgimiento de una ciudadanía en el contexto de comunidades relativamente pequeñas y “compactas”, es decir, era una población manejable que convivía en esta relación en un centro urbano en sus alrededores y que, devino un tamaño, la complejidad y el grado de heterogeneidad política, lo cual implican la sustentación en su teoría.
II: Los valores clásicos atenienses:
Dentro del contexto de la comunidad, todos los ciudadanos pueden, e incluso deben, participar en la creación y sustentación de una vida común, Es decir, el demos es el poder soberano, lo que equivale a concluir que, es la autoridad suprema que se ocupa de las funciones legislativa y judicial. De otra forma, existía un compromiso generalizado con el principio de la virtud cívica, lo que implicaba que, había una dedicación a la ciudad-estado republicana y la subordinación de la vida privada a los asuntos públicos y al bien general, basada en el principio de la tolerancia. Entonces, la virtud del individuo era la misma que la virtud del ciudadano. Los hombres solo podían realizarse a sí mismos adecuadamente y vivir honorablemente como ciudadanos en y a través de la polis, se aferraba a que la vida buena solo era posible en la polis.
Por lo tanto, en la ciudad-estado, había una ciudadanía activa e involucrada en el proceso de auto-gobierno, es decir, todos los ciudadanos se reunían para debatir, decidir y hacer efectiva la ley. La participación directa se basaba en estudiar con exactitud, la disertación libre y sin limitaciones, garantizada por isegoria (concepto que aludía en la antigua Grecia, al sistema donde todos tienen el mismo derecho a usar la palabra en la asamblea) y donde las decisiones y las leyes descansaban en la convicción o sea, en la fuerza del mejor argumento, y no en la costumbre, el hábito o la coerción. En otras palabras, las restricciones venían de la ley, formulada estas en el marco de la vida en común lo que equivale decir que la justicia venia de la línea de afianzar y desarrollar el papel y lugar del ciudadano en la ciudad-estado.
Por lo tanto, el fundamento de este sistema de acuerdo a la democracia clásica ateniense, descansa en gran parte en los valores, por tanto, cabe decir que, la libertad y la igualdad están unidas de forma que no se pueden separar. En este orden, se avizoraban dos criterios de libertad: 1) el ser gobernado y gobernar por turnos; 2) vivir como se quiere, por tanto, el primer criterio implica como principio colectivo de gobierno, es esencial la igualdad, entendiendo que se fundamenta también en la igualdad numérica o reparto equitativo de la práctica del gobierno, que es posible debido a que; a) la participación se remunera de tal forma que los individuos no se ven perjudicados de su participación política, b) todos los votos tienen el mismo peso y c) en principio, todos tienen las mismas posibilidades de acceder a un cargo público.
III: Las instituciones
Parte del principio que la ciudadanía en su conjunto constituía el órgano soberano fundamental de Atenas, digamos; la asamblea se reunía mas de 40 veces al año y tenía una quorum de 6,000 ciudadanos y orientadas a discutir la estructura legal para el mantenimiento del orden público, las finanzas y la imposición directa, el ostracismo a la cuestiones internacionales, sometidos estos ante la asamblea de ciudadanos al debate y la discusión profunda. Cabe referir que, aunque se buscaba la unanimidad, se permitía que los asuntos más difíciles se aprobaran por la regla de la mayoría, tras una votación formal. En este particular, el Consejo de los Quinientos, asumía la responsabilidad de organizar y proponer las decisiones públicas, ayudado este a su vez, por el Comité de los 50, que cambiaba mensualmente, y presidido por un presidente que tenía mando por un día.
Sobre este particular, cabe referir que los tribunales estaban organizados teniendo en cuenta criterio similares a la asamblea, mientras que las funciones ejecutivas de la ciudad, eran desempeñadas por los magistrados, consejo de diez personas, casi todos los funcionarios eran elegidos por un periodo de una año, con la posibilidad de ser reelegidos solo en una ocasión a lo largo de la vida. Entonces, finalmentamente, este sistema ateniense, para evitar los peligros del clientelismo y la autocracia, asociada a las elecciones directas, se desplegaron una gran variedad de métodos selectivos, incluyendo la rotación de puestos, el sorteo, el sorteo por grupos y la elección indirecta.
A pesar de las virtudes de la democracia ateniense, en la parte critica, existían profundas discriminaciones sociales, por ejemplo, las mujeres estaban relegadas. Por efecto, la igualdad política era para los que disfrutaban de un estatus similar, que eran principalmente atenienses de nacimiento, pero aun así no implicaba las mismas oportunidades de influir políticamente. De hecho, la influencia dependía de las capacidades de oratorias de cada uno, de los enfrentamientos entre grupos de líderes rivales, el surgimiento de facciones abiertamente opuestas, dispuestas a presionar a favor de sus intereses. En este particular, la asamblea y el consejo tendieron a estar dominados por ciudadanos de alta cuna o rango, una elite de familias ricas y bien establecidas y que disponían de tiempo suficiente para cultivar sus contactos y perseguir sus intereses. En lo que respecta a las críticas, también, nos encontramos con las de Platón, el cual distinguía cuatro posibles tipos de constitución, 1) la oligarquía, o sistema de gobierno basado en la aristocracia militar de Esparta, 2) Timocracia, el gobierno de los ricos, Democracia, el gobierno del pueblo y 3) La Tiranía, gobierno de un dictador.
Y concluía Platón, finalmente, sosteniendo que, la democracia es un tipo de gobierno en el que reina una mezcla encantadora, una igualdad perfecta, lo mismo, entre las cosas desiguales que entre la iguales, y que garantiza que todo individuo es libre de hacer lo que le guste…, dicho filósofo, finalmente, sustentó que la virtud es conocimiento, es decir, que la vida buena es un fenómeno objetivo, que existe con independencia de sus estados inmediatos y que pueden alcanzarse a través de un estudio sistemático, y planteaba, finalmente, que los filósofos deben estimular las virtudes propias de los individuos, que se traduce en sabiduría, valentía y templanza ,y de otra forma, planteaba, garantizar que los individuos realizan funciones adecuadas, decía, esta armonía entre lo público y lo privado, entre lo colectivo y lo individual conduce a la justicia y a la vida buena…
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