Después de 50 años preso, el asesino de Robert Kennedy está a punto de ser indultado luego que se le conmutara la pena de muerte.  Sí, la pena de muerte.  En el país, “cuna de la democracia” existe la condena de muerte.

En pocos Estados del mundo existe la pena de muerte y el abanderado de todos son los Estados Unidos de Norteamérica en donde desde que se instaló esta pena hasta hoy se han ejecutado a casi 5,000 personas culpables e inocentes, de los cuales 3,500 han sido de la raza negra.

Las Naciones Unidas hacen caso omiso, la OEA “ni pa’yá vua mirá” y la Organización Mundial de los Derechos Humanos emite una queja tan bajita que ni se oye.

En Cuba, al triunfo de la revolución se enjuiciaron poco más de 1000 esbirros de la dictadura en un tribunal popular en donde centenares de testigos y víctimas señalaron y declararon contra sus victimarios y de esos fueron fusilados unos 550 lo que ocasionó un escándalo en “el mundo democrático” que tildaron de criminales a los dirigentes revolucionarios.

¿Por qué casi 5,000 personas ejecutadas en los Estados Unidos de Norteamérica no ocasiona esa misma reacción? ¿Acaso los criminales de guerra y de la policía política batistiana, cuya represión ocasionó la muerte y mutilación de más de 25,000 cubanos, eran mejores personas que los condenados en Norteamérica?

En los Estados Unidos de Norteamérica han sido ejecutados muchos norteamericanos acusados de traidores de la patria (por espionaje) y nadie en el mundo “democrático” mueve un dedo para protestar pero los talibanes ejecutan a quienes colaboraron con los invasores a su patria y se les acusa de criminales y terroristas.

Cuando se lucha en una guerra patria es una lucha a vencer o a morir, lo mismo sucede cuando se lucha en una guerra ideológica.  Cuando Hitler invadió a La Unión Soviética empezó una guerra ideológica que se convirtió en una guerra patria, por eso fueron los combates más encarnizados de la II Guerra Mundial. Cuando Manolo Tavarez, Francis Caamaño y el Che Guevara fueron fusilados al caer presos en sus distintas gestas ideológicas, lo fueron porque el enemigo perdía si los dejaba vivos. Como mismo afirmaba el Che: en una guerra de guerrillas se viene a vencer o a morir. A ellos les tocó morir, a los talibanes les ha tocado vencer.

Cuando terminó la ofensiva del Tet en la guerra de Vietnam, los invasores norteamericanos descubrieron una tumba común en la ciudad de Hue con alrededor de 2 mil cadáveres civiles los cuales pertenecían a funcionarios del gobierno al servicio de las tropas invasoras y servidores directos de esas tropas. Eran traidores a la patria que fueron advertidos desde mucho tiempo antes de lo que les pasaría de continuar sirviendo al enemigo. Se desató todo un escándalo en el “mundo democrático”, pero ese “mundo democrático” no condenó el genocidio que constituyó la táctica de tierra arrasada implementada por los estadounidenses eliminado todas las aldeas que encontraban a su paso así como los abusos y asesinatos cometidos contra mujeres, niños y ancianos. Los acusados de la masacre de la aldea de Mai Lai fueron absueltos a excepción del comandante Calley que solo duró dos años preso.

Ningún vocero ni medio alguno, perteneciente al “mundo democrático” clamó por el cese de los bombardeos indiscriminados contra Hanoi y todo Vietnam, Laos y Camboya en donde se arrijaron más tonelaje de bombas que en la II Guerra Mundial. Millones de civiles muertos mientras cada bomba que explotaba hacía más rico a los halcones del clan de Washington, los señores de la guerra y el terror.

Pero por las dudas, veamos las intervenciones militares de los Estados Unidos de Norteamérica desde el 1775 hasta nuestros días:

En América:

1775-1776 Canadá; 1831 Argentina; 1846 y 1848 México; 1852 y 1853 Argentina; 1853 y 1854 Nicaragua; 1855 Uruguay; 1856 Nueva granada; 1858 Uruguay; 1859 Paraguay; 1868 Uruguay; 1891 Chile; 1894 Nicaragua; 1898 Cuba y Puerto Rico; 1902 Cuba y Puerto Rico; 1914 México, 1915 Haití; 1916 República Dominicana; 1917 México; 1926 Nicaragua; 1960 Guatemala; 1964 Panamá; 1965 República Dominicana; 1967 y 1969 Guatemala; 1983 Granada; 1989 Panamá; 1994 Haití y 2004 Haití.

En Africa:

1801 Africa del Norte; 1815 Africa del Norte; 1860 Angola; 1986 Libia; 1993 y 1994 Somalia; 1998 Sudán; 2007 Somalia; 2011 Libia y 2012 Somalia.

En Medio Oriente:

1983 Líbano; 1990 Guerra del Golfo (Irak, Kuwai); 2003 Irak; 2011 y 2012 Yemen; 2014 Siria.

En Asia:

1853 y 1854 Japón; 1859 China; 1893 Hawai; 1900 China; 1945 y 1946 Taiwan; 1950 Corea; 1958 Indonesia; 1959 Vietnam; 1998 Afganistán; 2002 Filipinas; 2011 Pakistán

En Europa:

1995 Bosnia y Herzagovina; 1999 Yugoslavia

En esa secuencia de intervenciones solo se cuentan las agresiones militares propiamente dichas pero no mencionamos todas las intervenciones solapadas realizadas por su Agencia Central de Inteligencia o CIA, encubierta por gobiernos genuflexos o militares traidores en contra de sus pueblos.

Para muestra basta un botón dice el refrán, pero el cronograma de intervenciones militares en todo el mundo presentado aquí demuestra quienes son los verdaderos agresores de la humanidad y si eso no es terrorismo, ¿qué lo es?

Hoy, cientos de presos en el país del “sueño americano” se encuentran en una larga espera de su ejecución en el “Corredor de la muerte”.  27 Estados de ese país cuentan con la pena de muerte, pero hacen esperar a los reos 10 y hasta 15 años para cumplir con su sentencia. ¿Si eso no es una tortura, qué lo es?

A la gente le han inculcado que los EEUU es el país en donde los derechos humanos se respetan a plenitud, que son el ejemplo y yo me pregunto: ¿no es allí en donde a los negros, la policía los asfixian colocando una bota en sus gargantas? ¿No es allí en donde existen más de 8 millones de personas indigentes muchos de los cuales duermen en las calles? ¿No son ellos los que tienen cárceles de ultramar en donde tienen personas acusadas de ser terroristas, sin pruebas y sin enjuiciamiento que son víctimas de torturas, vejámenes y asesinatos. ¿No son ellos los únicos que han lanzado dos bombas atómicas contra la humanidad?

Y entonces, ¿a qué democracia se refieren, cuáles derechos humanos defienden y cuál es el “sueño americano” que tanto cacarean?