Desde siempre la psicología nos ha enseñado la importancia de la niñez en nuestras vidas, planteándose incluso, que las experiencias que vivimos en esa etapa de la vida pueden marcar la vida adulta. Por supuesto, y así lo reconoce esta misma ciencia, muchas situaciones acontecen que pudieran cambiar la vida futura.

Nuestras ansiedades y preocupaciones, los miedos y temores, la manera de reaccionar emocionalmente ante los acontecimientos, la facilidad o no de establecer y mantener relaciones positivas con otras personas, como otras situaciones, se encuentran vinculadas con la infancia.

Hace algunos años cuando enseñaba metodología de la investigación psicológica, un grupo de estudiantes realizó un estudio cualitativo acerca de sueños de la infancia que perduran en la vida adulta. Para ellos fue una verdadera experiencia y no solo por razones de tipo metodológico, sino por las evidencias encontradas a favor.

Casos que han trascendido al conocimiento público por los propios personajes permiten observar que, muy a pesar de una infancia difícil y complicada, las posibilidades de reencaminar nuestras vidas por senderos distintos, como alcanzar el éxito inesperado, siempre es posible, llegando a vivir una vida distinta a la misma.

Algunos ejemplos de personas conocidas en el ámbito público y que tuvieron infancia desastrosa o muy complicadas, ayudan a la comprensión de esta situación. Vale decir, sin embargo, que la vida adulta de algunas de ellas no significa que puedan ser consideradas como modelos de vida, a pesar del éxito alcanzado.

La infancia de Leonardo Di Caprio, Sarah Jessica Parker, Will Smith, Lady Gaga, Jennifer López, como incluso las de Demi Moore, Ton Cruise, Marilyn Monroe, Jim Carrey, Justin Bieber, entre otras, se caracterizó como una etapa de grandes riesgos a su salud física y mental, más sin embargo fueron capaces de enderezar caminos. Veamos:

Leonardo Di Caprio: reconocido actor dice haber tenido una infancia difícil pues vivía en un barrio repleto de drogas y prostitución: “Solía haber una gran red de prostitución en la esquina de mi calle, el crimen y la violencia por todas partes”; “Vi estas cosas literalmente todos los días cuando tenía 3 o 4 años”.

Sarah Jessica Parker: actriz conocida de la tan vista serie “Sex and the City” lo plantea de esta manera: “Recuerdo ser pobre. No había manera de ocultarlo. A veces no teníamos electricidad, a veces no podíamos festejar la Navidad, o los cumpleaños”. Hoy es una persona reconocida en la actuación como en la moda.

Will Smith: “Yo era el niño divertido al que le costaba prestar atención, hoy me diagnosticarían como niño con TDAH”. En su vida adulta se muestra como un famoso actor, rapero y productor de cine exitoso.

Lady Gaga: dice haber sido víctima de bullyng en la escuela, llegando incluso a terminar dentro de un zafacón de basura en medio de las risas de sus compañeros. Además de ser una famosa cantante de pop, ha creado una Fundación para acabar con el acoso escolar.

En el mundo del deporte también nos encontramos con personas que han tenido una infancia difícil: Simone Biles, la gimnasta con más medallas en las mundiales; Cristiano Ronaldo, uno de los mejores del futbol mundial; Novak Djokovic tenista número uno del mundo por el ranking ATP, entre otros.

También nuestro país, República Dominicana, cuenta con personas exitosas que nacieron en medio de la pobreza o tuvieron una niñez con situaciones difíciles, tanto en el ámbito del negocio como del deporte y el entretenimiento: Víctor Méndez Capellán, Vladimir Guerrero, Johny Ventura y Sergio Vargas, entre muchos otros.

Con características diferentes y particulares, cada persona lleva un niño/a interior que necesita ser acogido y recordado, y muchas veces, sanadas sus heridas con mucha paciencia, colmados de amor y empatía. Darte la oportunidad de ver las raíces profundas de tu sufrimiento, es darte la oportunidad de sanar; ocultarlas, las agrava.

Siendo estudiante de psicología hace ya mucho tiempo, me llegó por referencia un joven con un sueño recurrente: veía el rostro de una persona de la cual tenía la certeza de que era él mismo con una máscara que, al quitársela, otro rostro con otra máscara aparecía. La angustia, por momento, se hacía cada vez más complicada.

La búsqueda de la identidad fue encontrando camino al reconocerse y reconocer el amor hacia “una amiga del alma” que le permitió descubrirse así mismo en su propia identidad sexual. Los sueños desaparecieron como por arte de magia. Por mi limitada formación aún, solo supe hacer lo que sí sabía: escuchar y hacer preguntas.

Enfrentarnos a las raíces de las historias que llevamos en nuestro interior, reales o imaginarias, nos permiten disminuir el sufrimiento y las ansiedades, y con ello, heridas y dolores, angustias y sufrimientos arrastrados, muchas veces escondidos en lo profundo de nuestra alma, que buscan la ventana abierta del escape necesario.

Conozco muchas personas que en su vida adulta aún siguen llevando a cuesta esas heridas y dolores, esas angustias y sufrimientos que vienen desde la infancia y, más complicado aún, sin darse la oportunidad de ponerle “una curita a su alma”, de lamer sus heridas y permitir que cicatricen.

Perdonar y perdonarse, crear una nueva narrativa de la vida, siempre será una estrategia buena para ir transformando su vida. Solo es muy difícil, dejarte acompañar por quien cuenta con las herramientas profesionales para hacerlo, te asegurará un mejor proceso de florecimiento. ¡Anímate!

Julio Leonardo Valeirón Ureña

Psicólogo y educador

Psicólogo-educador y maestro de generaciones en psicología. Comprometido con el desarrollo de una educación de Calidad en el país y la Región.

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