A raíz de la última gran crisis financiera mundial nos referimos a la del 2008 o sea la producida por las hipotecas inmobiliarias o de las burbujas inmobiliarias, (impulsada por préstamos hipotecarios de alto riesgo (subprime) y la práctica de empaquetar estos préstamos en productos financieros complejos que luego se vendían a inversionistas en todo el mundo lo que conllevó a un rescate sin precedentes de importantes instituciones), lo que obligó al cuestionamiento en torno al monopolio del Banco Central de  Estados Unidos o la FED y su papel en la emisión de monedas.

Ese escepticismo, fue la base para la creación del bitcoin así como los llamados criptoactivos “Los criptoactivos son representaciones digitales de valor o derechos que se pueden transferir y almacenar electrónicamente, utilizando tecnología de registro distribuido (TRD) o tecnologías similares. Son una aplicación financiera de la TRD y pueden incluir criptomonedastokens, y otros activos digitales”.I.A.

En una clara actitud de desafío surgen estas “monedas digitales” en contra del status quo y del uso de los billetes y monedas emitidos por el Estado y obviamente el rol de los bancos centrales unidos a las instituciones financieras tradicionales del sistema por todos conocidos.

Hace ya 27 años (1998) que el Internet cumplió mayoría de edad. Muchos economistas y expertos en bancos centrales se cuestionaron ante el poderoso avance de la tecnología y las plataformas digitales si los bancos centrales quedarían obsoletos en un posible escenario que cada día se observa ante el avance y su crecimiento de los criptoactivos (todavía nosotros estamos lejos),

Queda la duda que en los países desarrollados tales predicciones de que los criptoactivos sirvan o se acepten como medio de pago alternativos y quizá como unidades de cuenta lo que reduciría la demanda de monedas fiduciarias o de las emisiones del banco central. En otras palabras, un mundo sin dinero del BC.

En contra de los criptoactivos está el hecho de que son demasiado volátiles y riesgosos como para convertirse en una amenaza a los billetes y monedas tradicionales y además no gozan de la confianza de público dado los notorios casos de fraude, violaciones de la seguridad y fallas en sus operaciones (tenemos experiencias recientes que se están sancionando en los tribunales).

Ahora bien, se están abordando esas deficiencias, dado que la innovación de la tecnología informática no se detiene lo que obliga a los bancos centrales a mejorar sus políticas monetarias. Los criptoactivos están denominados en sus propias unidades de cuenta y pueden transferirse entre pares sin un intermediario. Su valor de mercado nace de la posibilidad de ser intercambiados por otras monedas las cuales si dependen de la política monetaria y su condición de moneda de curso legal.

Los valores de los criptoactivos están basados en las expectativas de un grupo de personas que la valoren y la utilicen exclusivamente. O sean en creencias y por tanto su comportamiento que en la práctica es muy volátil.

El más conocidos por todos es el bitcoin es de riesgo bajo porque su oferta es limitada, pero carece de las tres funciones esenciales que cumplen los regímenes monetarios estables nos referimos a la protección de deflación estructural, así como las posibles respuestas de forma flexible a los shocks temporales de la demanda de dinero y también de elemento suavizador del ciclo económico.

Uno se pregunta, ¿Cuáles serían las posibilidades de crecimiento de su uso en el futuro? La respuesta se debe a la reducción de su volatilidad que estimule su demanda y que se adopten mejores normas de emisión basadas en la inteligencia artificial. Como instrumento de cambio los criptoactivos ofrecen algunas ventajas: copian el anonimato del efectivo en el tiempo, permitiendo hacer transacciones en lugares distantes, y mejor aún la unidad de transacción puede llegar a ser más divisible. Eso los convierten en especialmente atractivos para micro-pagos en la nueva economía digita basada en los servicios.

Por esto no puede descartarse el escenario futuro de que algunos de los criptoactivos sean adoptados ampliamente y cumplan más funciones propias del dinero actual en ciertas regiones o redes privadas del comercio electrónico

Diferencias frente al monopolio de la oferta por parte del Banco Central

1 ero. Los avances notables del mercado de los criptoactivos y la amplia adopción de las tecnologías de registros distribuidas quizá estén señalando la transición desde un sistema de pago basado en cuentas hacia otro basado en el valor de códigos encriptados.

2do Las autoridades deberían regular el uso de las criptoactivos de forma preventiva debido al arbitraje necesario y regulatorio que evite cualquier ventaja competitiva indebida que se puedan obtener de una regulación menos estricta.

3ero. Los bancos centrales deben seguir buscando que su dinero resulte atractivo como vehículo de liquidación. Por ejemplo, deberían emitir billetes digitales propios para suplementar el efectivo físico y las reservas bancarias. Esa moneda digital podría intercambiarse entre pares de forma descentralizada como sucede con los criptoactivos.

Para mantener la independencia la moneda digital del banco central podría ayudar a balancear el monopolio que las actuales externalidades de la red confieren a las redes privadas y reducir los costos de transacción para beneficiar a los particulares y a las pequeñas empresas.

Partiendo desde una perspectiva de política monetaria una moneda digital del Banco Central que devengue intereses reflejaría la tasa de interés real al resto de la economía y continuar percibiendo ingresos por emisión de dicha moneda, lo cual le permitiría seguir financiando sus operaciones y amortizar la deuda generada por otros instrumentos de emisión. 

Durante muchos años nuestro banco central se ha beneficiado del señoreaje como la principal fuente de ingresos, así como el mantenimiento y salvaguarda de su independencia.

Hay que ser cuidadoso a la hora de diseñar la moneda digital del Banco Central para evitar los riesgos con miras a una corrida bancaria que provoca tener la comodidad que ofrece el efectivo digital. El balance entre beneficio-riesgo tenderá a diferir según el desarrollo financiero de nuestro país.

Los desafíos, así como las oportunidades para el banco central reside siempre en la confianza del público cuyas monedas fiduciarias deben seguir compitiendo en una forma innovadora en una economía digital, colaborativa y descentralizada para no quedar al margen y esa moneda debe ofrecer como unidad de cuenta la característica de más estabilidad que las criptomonedas conocidas para ser más atractiva como medio de cambio en la nueva era digital de la cual somos parte.

Tomás Guzmán Hernández

Economista y Contador egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con Maestrías: en Administración Pública (PUCMM) y Manejo Sostenible del Agua (PUCMM). Riesgo de Desastres y Gobernanza del Cambio Climático Universidad Alfonso X el Sabio (UAX) Madrid España. Miembro del Colegio Dominicano de Economistas, Inc.(CODECO) y del Instituto de Contadores Públicos Autorizados (ICPARD) Experiencia de más de 20 años en el sector público en áreas de Innovación y desarrollo productivo, Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) ODS 6 Agua limpia y saneamiento, en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) en temas financieros en el Gabinete de Politica Social Del Sistema Único de Beneficiario (SIUBEN), en el Ministerio de Educación en la Oficina de Cooperación Internacional (OCI) Consultor en políticas económicas y sociales del Departamento de Comisiones de la Cámara de Diputados Cuenta con publicaciones en el Listín Diario y el periódico Hoy entre los que citamos “El costo económico de las elecciones”, Radiografía del personal estatal” “Liberación Comercial y Competencia”, “Otra solución posible al caos vehicular” entre otros. En el HOY “El modelo sociopolítico de la economía social de mercado”, “Medidas de ajuste y empobrecimiento” “Politica Exportadora orientada al desarrollo” “Politica de servicios e infraestructura rural” entre otros.

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