Hay muertes que marcan. Hoy podría decir que el día que murió René del Risco, lloré.

Siempre fui soñadora. Vibraba mi corazón al leer a Pablo Neruda, pero vibraba desde el corazón de una adolescente, tal vez enamorada, tal vez ilusionada…

Al leer a René del Risco, vibraba mi corazón, pero desde el corazón de una adulta, de alguien con inquietudes sociales nacidas en mi adolescencia por pertenecer a grupos juveniles que deseaban cambiar el mundo. ¡Qué digo vibraba,  vibra!

Grandes recuerdos llegan de esa época en que mi amigo Danilito con tanta pasión hablaba de Helder Cámara, Ernesto Cardenal, Camilo Torres…

Como ya han desaparecido de mi mente algunos recuerdos, no sé si llegué o no a publicar un artículo en la época en que escribía en un periódico de circulación nacional titulado “No sé si cuando leo a René del Risco me pongo triste, o si cuando estoy triste leo a René”.

René del Risco tiene una reacción en mí cuando lo leo que no puedo sostener las lágrimas en mis ojos. Cuando era bibliotecaria tenía sus obras como libros de cabecera. Los tenía a mano, porque de acuerdo a mi estado de ánimo los leía. Los repasaba, me los sabía de memoria.

Cada vez que voy por el malecón, en la curva de la muerte lo recuerdo, aunque no lo digo para que mis hijos no me tilden de loca. Contrario a esta reacción, cuando paso por Villa Altagracia por esa gran cordillera, tengo que cantar “Paisajes de Catamarca”, porque tengo grandes recuerdos de ese tramo de la autopista Duarte. No me puedo quedar sin cantar, aunque mis hijos hasta ahora, no me han tildado de loca.

Cada 20 de diciembre en lo profundo de mi corazón, te recuerdo René.

Otra muerte que laceró mi alma fue la de John Lennon, se preguntarán por qué. Toda mi adolescencia la pasé viendo las películas de los Beatles en la tanda de las diez de la mañana de los domingos en el Teatro Rívoli de La Vega. Fui una fiel seguidora de la banda. Ellos formaban parte de mi vida.

Cuando escucho la canción “Imagina”, mis ojos se llenan de lágrimas. Dicen que es una canción irreverente, yo diría que soñadora e inspiradora.

Las muertes de René y de Lennon tienen algo en común. Ambos murieron en diciembre, de manera trágica en noches tristes e inolvidables para mí.

Los amaré por siempre.

Elsa Guzmán Rincón

Bibliotecóloga

Maestra y Bibliotecóloga, retirada.

Ver más