Quedará en la historia que el senador Daniel Rivera hizo la gestión para que los legisladores aprobaran su propuesta de ley. Pasado maestro de ciencias de salud PUCMM y exdirector de su Escuela de Medicina, logró sancionar el mandato 96-25, a casi 140 años del nacimiento de la heroína.
Mucho antes que la gloriosa profesora Ercilia Pepín se convirtiese en prócer y emblema de la República Dominicana, Santiago la veneraba como una divinidad. Es la matriarca de la educación caribeña y protagonista inclaudicable del civismo patriótico a nivel escolar y social.
Realmente, la profesora Ercilia Pepín era una deidad y divinidad griega en el reino mítico, proverbial y legendario de los hermanos Gómez, formado por el farmacéutico Telésforo y el naviero Facundo, en nuestra casa materna de Santiago. Telésforo (Foro) residía en la calle Eladio Victoria y casi esquina avenida Valerio de la ciudad novia del Yaque.
Aunque ya había fallecido en 1939, la maestra Ercilia Pepín levitaba, tal como se describe en Cien años de soledad, en el patio verde de flores ubicado en la avenida Hermanas Mirabal de nuestros amigos y familiares, Ramón Gómez, Ana Pepín y sus hijos, entre los cuales se encontraba el posteriormente laureado periodista, Radhamés Gómez Pepín. Pasado director del periódico El Nacional y la Revista Ahora.
Ercilia Pepín, Ana y Ramón Gómez debieran ser honrados con tres estatuas a escala humana
Dos medios que se caracterizaron por su pasión por la verdad, frente a la en ese entonces nueva dictadura perfumada de la guerra fría, conducida por el presidente y tirano apócrifo, Joaquín Balaguer, por 12 años consecutivos.
Además de parientes, don Ramón Gómez, funcionario destacado y linotipista riguroso del periódico La Información de Santiago, y doña Ana Pepín, maestra de generaciones, similar a su tía Ercilia, eran usuarios clientes habituales de la Farmacia Foro, propiedad de mi abuelo, Telésforo. Botica ubicada para la ocasión en la “Quinta Avenida de Santiago”, como fue llamada en su máximo esplendor, la Avenida Valerio.
Así como Ercilia Pepín hubiera hecho, esta amistad familiar ayudó mucho a proyectar el Plan Estratégico de Santiago como símbolo de la democracia y descentralización financiera de la inversión pública, en la sesión de divulgación del Grupo de Comunicaciones Corripio. Siempre llamé a los maestros del periodismo, Radhamés Gómez Pepín y Juan Bolívar Díaz, para nuestra participación.
Don Radhamés, con la autoridad que le daba su rigor lingüístico confirmado, siempre iniciaba los editoriales de estos encuentros con las ocurrentes y picarescas palabras “en una sesión del Grupo de Comunicaciones Corripio, «donde volaban las íes en todas las direcciones», el plan estratégico de Santiago…”
La ley 96-25 declara a Ercilia Pepín «Prócer de la Patria». Defensora militante de la soberanía de América y la participación de la mujer en la gestión pública. Dispone que la Comisión Permanente de Efemérides Patrias (CPEP) celebre su día de nacimiento, el 7 de diciembre de 1886.
Ercilia Pepín inició su labor docente a los 14 años. Hablaba inglés, francés e italiano, casi a la perfección. Su evangelización educativa inicia en 1900 cuando apenas Santiago acumulaba 10,921 habitantes, 38 calles y 2,337 viviendas, agrupadas en 116 manzanas urbanas. Estimamos no más de 1.5 km², de acuerdo al censo dirigido en ese entonces por Franco Bidó.
Ercilia Pepín residió en la ciudad primigenia de Santiago, asentada en la margen derecha del río Yaque del Norte, entre el río Gurabo y el arroyo Nibaje; ocupaba un espacio central en lugares planos del valle, aunque algo alejada de los terrenos más bajos próximos al río Yaque (actualmente áreas próximas al río en el barrio La Joya), posiblemente huyendo de las inundaciones potenciales.
La ciudad Santiago de Ercilia Pepín presentaba una estructura reticular, con pequeñas calles, características de la época, lo que permitía que ella anduviera a discreción por esta pequeña urbe. Luego de que Leopoldo Franco Bidó (1900) hiciera su levantamiento demográfico de 10,921 habitantes, el primer censo nacional de República Dominicana realizado en 1920 determinó que en Santiago había 14,774 habitantes, de los cuales 13,167 eran dominicanos.
La ciudad tenía entonces 3,226 viviendas e iniciaba su expansión en todo el contorno de la ciudad histórica, trazando las primeras ramificaciones siguiendo los principales caminos a Tamboril, Villa González y hacia el sur por el arroyo Nibaje.
Ercilia Pepín acumula cientos de logros y conductas éticas de las que hacen hoy falta en el ambiente político y social. Primera profesora en exigir uniforme; establecer desayuno escolar, desplegar laboratorios, venerar el Himno, izar la bandera, respetar símbolos patrios y enseñar los idiomas inglés y francés.
Ercilia Pepín es un ejemplo de educadora dominicana, fiel seguidora de las enseñanzas del maestro caribeño Eugenio María de Hostos, de origen portorriqueño, siendo la responsable de incluir el trato respetuoso entre maestros y alumnos y la utilización de los niveles técnicos y científicos en la educación de los estudiantes en todas las escuelas de República Dominicana.
Durante la primera ocupación militar de los Estados Unidos de América (EUA) de 1916 aa1924, su liderazgo trascendió la esfera educativa. Pepín se convirtió en voz firme y valiente en defensa de la soberanía nacional. Sus conversatorios, encuentros y acciones públicas alimentaron un proceso de concientización que la consolidó como referente patriótico en todo el territorio dominicano.
Al producirse la retirada de las tropas de Estados Unidos, el 24 de julio de 1924, Ercilia Pepín, encabeza, junto a las autoridades, el acto de enhestamiento de la bandera nacional en la Fortaleza de San Luís. Esa bandera tricolor confeccionada por sus jóvenes estudiantes,fue subida al tope, en la presencia de 100 damas santiagueras arrodilladas.
Finalmente, sugerimos que, para los 140 años de su nacimiento en el próximo año 2026, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias (CPEP), Ayuntamiento y Senador de Santiago, le aporten al parque urbano que lleva su nombre, una estatua de la profesora a escala humana y que diseñen el reconocimiento y la «Estatuilla Prócer Ercilia Pepín» para honrar la mujeres destacadas de Santiago, el país y el mundo.
Ercilia Pepín, Ana y Ramón Gómez debieran ser honrados con tres estatuas a escala humana; no esos bustos vulgares a los que nnostienen acostumbrados los políticos pocos estudiados. Estatuas venerables por la democracia y la educación, colocadas frente al sitio donde sseubicaba su residencia en la avenida Hermanas Mirabal de Santiago.
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