El sábado 3 del presente mes, en la carretera de El Convento hacia el salto de Aguas Blancas, municipio de Constanza, provincia La Vega, se produjo un deslizamiento de tierras al comienzo del tramo, el cual cortó el tránsito en ambas direcciones, debido a las lluvias caídas a primera hora de la tarde.

Sin embargo, aparte de ese derrumbe, todo ese tramo vial resultó con unos daños significativos, ya que se realizó una actuación en él sin rigor técnico.

En efecto, ese mismo día, temprano en la mañana, casualmente subí hasta el salto y pude apreciar unas deficiencias alarmantes desde el punto de vista de la ingeniería vial. Por ejemplo, en los tramos que hicieron cunetas revestidas de hormigón, éstas eran de unas dimensiones ínfimas, motivo por el que nunca podrían drenar toda el agua aportada por los taludes de las excavaciones. Por lo anterior, antes de la lluvia fuerte, ya se podían apreciar varios tramos de cuneta aterrados (colmados de tierra), por lo que al final el agua, al no poder circular por las cunetas, drenaría a través de la vía, llenando la calzada de los suelos erosionados y destruyendo la capa asfáltica.

El trabajo de pavimentación realizado por el Ministerio de Turismo resultó ser un fiasco absoluto, aunque las intenciones fuesen muy buenas, debido a que no realizaron un pequeño estudio geotécnico de los suelos de las excavaciones aledañas a la vía, así como un estudio hidrológico. Con los estudios que menciono, estoy seguro que se hubiese necesitado ampliar ligeramente la plataforma de la carretera, tender un poco los taludes de las excavaciones y hacer cunetas más grandes. Colocar concreto asfáltico sobre la carretera vieja, sin considerar los factores mencionados anteriormente, fue un error muy grande y un despilfarro de fondos públicos.

Juan José Castilla Martín

Ingeniero español en Seguridad Vial radicado en República Dominicana.

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