En este tercer artículo sobre Nutrición y Salud Mental, me voy a referir a las vitaminas y a los minerales esenciales que debemos consumir las personas con 60 años o más, para fijar los aprendizajes nuevos, fortalecer la memoria y la salud del cerebro.
Según los datos de los estudios a los que hemos hecho referencia en los dos artículos anteriores, la Memoria es la función cognitiva fundamental que nos permite almacenar y organizar los datos claves para el cerebro funcionar con fluidez.
En tal sentido, “existen vitaminas claves para mejorar la concentración y los aprendizajes, para evitar el olvido, prevenir la ocurrencia de la mayoría de las enfermedades mentales degenerativas” (Estudios realizados por expertos en Neuropsicología, Gerontología y Nutrición de la Universidad de Harvard, período 2003-2023).
Según los estudios revisados por nosotros, existen seis tipos de Vitamina B, cada uno con un rol específico para mejorar la memoria, el rendimiento cognitivo, fortalecer el sistema nervioso central y, optimizar las funciones cerebrales vitales. Estos tipos de vitaminas son: (1) La vitamina B1, la cual participa en el metabolismo y, a su vez, facilita el funcionamiento de las células nerviosas del cerebro.
Asimismo, (2) la vitamina B2 o riboflavina, la cual contribuye a mantener la salud del sistema nervioso y a mejorar la función cognitiva; (3) la vitamina B3 o niacina que juega un papel clave en el fortalecimiento de la memoria); (4) la vitamina B6, la cual juega un rol esencial en la producción de los neurotransmisores que mejoran la comunicación entre las neuronas.
Además, (5) la vitamina B7 o biotina, responsable de mantener saludable la piel y el cabello y incluyendo la salud cerebral; y, (6) la vitamina B12 o coba lamina, la cual sintetiza los neurotransmisores que mantienen saludable y activo el cerebro durante las 24 horas al días.
Por su parte, los principales macrominerales que necesita el organismo humano para que el cerebro funcione eficientemente, son: (a) el calcio; (b) el fósforo; (c) el magnesio; (d) el sodio; (e) el potasio; (f) el cloro; y, (g) el azufre; mientras que, los micromenerales esenciales, son:(h) el hierro; (i) el manganeso; (j) cobre; (k) el yodo; (l) zinc; (m) el cobalto; (n) el flúor; y, (ñ) el selenio.
De nuestro lado, los especialistas en higiene y salud mental y los nutricionistas sabemos, que la avena aporta grandes cantidades de vitaminas B1, B3 y B6; mientras que, el arroz integral contiene un alto contenido de vitaminas B3, B1 y B6, magnesio y fósforo; mientras que, el atún es rico en vitaminas B3, B1, B5 y B12 y aporta proteínas, ácidos grasos omega-3 y selenio.
También, las nueces y las almendras, son ricas en vitaminas B3 y B9; mientras que, el tomate aporta vitaminas C, B3, B1, B5 y B6. Por su parte, la espinaca aporta vitaminas B9 y B6; mientras que, la carne de res aporta vitaminas B3 y B12; mientras que, el yogur aporta vitaminas B2 y B5 y es rico en calcio.
De su lado, la banana es fuente de vitaminas B6 y B3 y, además, contiene potasio y aporta vitamina C; mientras que, el huevo es una fuente clave de vitamina B5, B12 y aporta vitaminas D, A y E, las cuales son claves para el funcionamiento del cerebro y garantizar una buena higiene y salud mental.
Por otro lado, otros estudios realizados por expertos en Gerontología de la Universidad de Cambridge refieren, que a medida que la persona avanza en edad, experimenta cambios naturales irreversibles, debido a la falta de uno o varios tipos de vitaminas B y de algunos de los minerales esenciales, especialmente, el fósforo, el calcio, el selenio y el hierro, entre otros.
Según nos consta, la mayoría de los pacientes con 60 años o más con signos de afecciones de la memoria presentan deficiencia de varios de los tipos de vitaminas B, quienes en su mayoría olvidan los horarios para alimentarse e irse a dormir, descuidan su higiene personal, presentación desorientación en los espacios propios y, a su vez, tienen dificultades para recibir y seguir instrucciones.
Como hemos podido observar en el cuerpo de este tercer artículo sobre “Nutrición y Salud Mental”, ingerir alimentos con alto contenido de los seis tipos de vitaminas B y, a su vez, portadores de los minerales esenciales a los que nos hemos referidos en los párrafos anteriores, favorece que las personas de 60 años o más, fijen los nuevos aprendizajes, fortalezcan sus memorias y disfruten de una buena higiene y salud mental.
Finalmente, los franceses ven la alimentación como una experiencia personal, social y cultural gratificante y, no sólo como una necesidad biológica, al considerar que comer, es una oportunidad para compartir, disfrutar y celebrar la vida con los familiares y amigos cercanos.
“Una alimentación responsable y consciente, favorece una buena salud mental” (ANONIMO).
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