“El afán del día no entra en conflicto con dedicar algunos minutos para mejor comprender dónde estamos y qué somos”.

Solo la contribución del oxígeno a una actividad esencial para la vida como es la respiración ya podría ser suficiente; pero para mejor conocer ese átomo de tanta relevancia, corresponde un abordaje mayor.

El oxígeno, aunque tan imprescindible en la vida terrestre no es muy abundante en el universo. Solo le corresponde una proporción como porcentaje de ocho centésima (0.08%). En su forma molecular, es decir dos átomos de oxígeno combinados – la forma que respiramos- es aún más raro; sin embargo, una llamada forma alotrópica del oxígeno formada por tres átomos de este constituye el ozono, que juega un papel crucial en la protección del planeta de los rayos ultravioleta mediante la capa de ozono.

Qué decir entonces si se toma en cuenta además que el oxígeno (junto al hidrógeno) es uno de los dos átomos que constituyen la imprescindible agua, así como también integrante en la composición de las proteínas y carbohidratos.

Qué impactante es saber que ese oxigeno esencial para la vida en la Tierra por lo dicho, sea comparativamente tan escaso en todo el universo; como para que de entrada se celebre aún más la vida desde el oxígeno

Lo dicho provoca una invitación a mejor conocer ese tan especial átomo desde la Teoría Cuántica de Campos, vertiente de la Física que estudia lo que a veces se denomina como “mundo subatómico” o la Química que, en adición a estudiar las propiedades y características de los átomos, se enfoca además en la capacidad que tienen de combinarse.

Esas ya impresionantes “credenciales” del maravilloso oxígeno demandan de una aun mayor comprensión a partir de lo que científicamente se denomina configuración electrónica.

En una forma muy elemental de decirlo, los átomos están conformados por un núcleo compuesto a su vez por dos tipos de partículas llamadas protones de carga eléctrica positiva y neutrones sin carga, y “girando” a su alrededor los electrones de carga eléctrica negativa.

El oxígeno en condiciones normales tiene 8 protones, 8 neutrones y 8 electrones.

Su configuración electrónica (distribución de sus electrones) consiste en un nivel (1s) con una sola capa o nivel de energía  en la que se ubican 2 electrones y otro nivel con dos capas (2s, 2p) con 2 electrones en la primera y la segunda con 4 electrones. Y lo cual completa cual síntesis y para su comprensión en lo más profundo las “credenciales” del oxígeno respecto a sus tan valiosas características.

Oxígeno, más que respiración.

Ramón Morrison

Consultor en Desarrollo Organizacional

Profesor de ciencias de primaria, secundaria y universitario ya jubilado, con la misma pasión de entonces.

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