No es necesario conocer los detalles técnicos de ciertos conceptos para dirigir e implementar algunas estrategias, lo que es imprescindible es aliarse o asesorarse de buenos técnicos que puedan orientar sobre el mejor camino a tomar, sobre todo cuando las consecuencias pudiesen impactar directamente al principal sector económico de una nación. Ante la ausencia de conocimientos, cometemos siempre el error de llamar de manera equivocada a la acción que queremos implementar.
El turismo multidestino es un estrategia mercadológica donde dos o más destinos turísticos se integran en una oferta conjunta con el objetivo de atraer más visitantes, optimizando recursos y mejorando la experiencia del turista. Este enfoque permite diversificar la oferta, aumentar la competitividad y fortalecer la cooperación entre regiones o países. Sin embargo, no suele ser recomendable en todos los casos.
Por otro lado un viaje turístico multidestino, se define, como un viaje único que incluye la visita a más de un destino.
Muchos expertos han estudiado a profundidad el concepto de turismo multidestino. Algunos entienden que cada destino posee una red de proveedores interconectados que, al unirse, pueden crear experiencias más atractivas para los visitantes. Otros destacan que el mismo surge de la necesidad de superar las limitaciones individuales de cada destino, y potenciar sus ventajas comparativas.
El autor con quien particularmente comulgo mucho más, es con Douglas Pearce que, en su libro ¨Destination management in tourism: Roles and challenges¨ (2014), resaltó que “la planificación del turismo multidestino implica el desarrollo de productos turísticos complementarios, la mejora de la conectividad y la promoción conjunta”. Estos aspectos permiten atraer a turistas con intereses diversos y alargar su tiempo de estancia en la región.
Uno de los casos más representativos de turismo multidestino es la Unión Europea. Gracias a la libre circulación dentro del espacio Schengen, los viajeros pueden visitar múltiples países sin necesidad de trámites migratorios adicionales, lo que ha incentivado paquetes turísticos que combinan varias ciudades en un solo viaje.
De igual manera, El Gran Corredor Mekong, que involucra a China, Tailandia, Vietnam, Camboya, Laos y Myanmar, siendo éste un caso ejemplar en el que la cooperación entre países ha impulsado circuitos turísticos conjuntos, permitiendo el desarrollo de rutas culturales y de naturaleza que atraen a un gran número de visitantes.
En ambos casos, dichos destinos comparten conexiones terrestres ya que se encuentran ubicados estratégicamente en territorios compartidos.
Para que una estrategia de turismo multidestino tenga éxito, se deben cumplir varias condiciones claves:
- Complementariedad de productos turísticos: los destinos deben ofrecer experiencias diferenciadas pero complementarias, evitando la competencia directa.
- Conectividad y transporte: es esencial contar con una infraestructura de transporte eficiente que facilite el desplazamiento entre destinos, como acuerdos aéreos, terrestres y marítimos.
- Eliminación de barreras migratorias: la adopción de visados conjuntos o políticas de exención, es esencial para atraer turistas internacionales.
- Cooperación pública y privada: es necesario establecer alianzas entre gobiernos, operadores turísticos y empresas privadas, para el desarrollo y promoción de productos multidestino.
- Marketing estratégico: una estrategia de comunicación coordinada entre los destinos ayuda a atraer más visitantes mediante campañas conjuntas.
Vimos con sorpresa como recientemente se anunció, como parte de las estrategias oficiales de promoción del país, la firma de acuerdos de multidestinos con: México y Puerto Rico. Exactamente dos de nuestros mayores competidores.
Implementar estrategias de Multidestino en destinos turísticos maduros y de éxito, como el nuestro, es una acción que debe ser cuidadosamente analizada. Lograr captar turistas de diferentes mercados emisores es una labor titánica que amerita muchos años de esfuerzos y una gran inversión económica como para regalarle a otro destino nuestras conquistas y, a la vez, poner en riesgo el posicionamiento que tenemos en los mercados emisores.
Nuestro principal mercado emisor de turistas es el norteamericano, estadounidenses y canadienses, turistas que pernoctan de cinco a seis días promedio en el país, por lo que resulta incoherente pretender que los turistas dividan su estadía en dos destinos, cuyas ofertas son, además, muy similares.
En el caso de los turistas europeos, a quienes cada día extrañamos más, y los que por su larga estancia pudiesen seleccionar para visitar otros destinos como complemento, estoy segura que buscarían otros atractivos que complementen nuestro destino de sol y playa, y esos otros destinos se puede encontrar en nuestro país. Deberíamos de hablar de Multidestino invitando a nuestros turistas a extender su experiencia en nuestro propio país, ya que contamos con destinos que se complementan, por ejemplo: Punta Cana y Santo Domingo, Puerto Plata y Santiago, Samaná y Santo Domingo, combinando de esta manera el turismo de sol y playa con el turismo cultural.
Es imprescindible evitar hacer Multidestino con un destino internacional competidor. Lo recomendable sería, en aras de lograr acercamientos e impactos políticos, realizar acuerdos para compartir experiencias e incrementar competencias.
El turismo multidestino es una estrategia efectiva para mejorar la competitividad y dinamizar el sector turístico en diversas regiones del mundo. En el Caribe, aunque a través de la Caribbean Tourism Organization (CTO) se han dado pasos significativos, aún existen desafíos en términos de integración, conectividad y promoción conjunta.
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