Los amantes de la literatura hacemos siempre referencia a la frase que dijera la famosa escritora y filósofa feminista francesa, Simone de Beauvoir (1908-1986) : “ No se nace mujer: se llega a serlo”. Y me he pasado la vida intentando entender la profundidad del significado de esta, desde que leí su obra más influyente “El segundo sexo” (1949), donde analiza el papel de la mujer en la sociedad, y desarrolla la idea de que “una no nace mujer sino que se convierte en una”.

Con esta frase, y sus argumentos, Beauvoir explica que la feminidad no es una característica biológica innata, sino una construcción social. Desde que somos niñas, la sociedad nos impone normas y roles específicos, moldeando nuestra identidad y comportamiento, según expectativas culturales y no necesariamente por la naturaleza. En su momento, su análisis desafió la idea de que las diferencias entre hombres y mujeres son naturales e inmutables, sentando las bases para la teoría de género y el feminismo moderno. Tenía apenas 16 años cuando lo leí  y desde entonces me ha servido para que, a pesar de entender su teoría, reconfirme mi rol de mujer en esta sociedad dominicana donde resulta cada día más difícil definir y defender el verdadero sentido de los roles que decidimos asumir.

Puedo confirmar que nací niña y me convertí en mujer. Sin embargo, asumir este rol en esta sociedad constituye un verdadero reto. Los conceptos preconcebidos de ser el sexo débil, al igual que el machismo generalizado que se mantiene a pesar del paso de los años y el modernismo que se supone ha llegado con el tiempo, no ayudan a desempeñar el verdadero rol que identifica a una mujer.

Por muchos años, la mujer dominicana suele destacarse gracias a varias condicionantes: a la sombra de un apellido que demuestra la fortuna de formar parte de una prestigiosa familia, “ser la esposa de”, bajo la sombra de un esposo destacado y prestigioso, o por atributos más físicos que intelectuales. Por lo tanto destacarse en cualquier profesión o carrera nos cuesta el doble del esfuerzo que un hombre. Prueba de esto es la insignificante participación política que tenemos las mujeres en  República Dominicana, y el esfuerzo titánico que tenemos que demostrar en el ámbito profesional.

Si además de ser mujer, rol en el que me ha tocado la vida entera demostrar que mi capacidad puede ser igual o mejor que la de un hombre, tienes la mala suerte de tener alguna discapacidad, ya sea esta de nacimiento o adquirida en el camino de la vida, entonces el desafío es mucho mayor.

La coincidencia entre género y discapacidad ha representado, históricamente, un reto significativo para las mujeres. A pesar de las barreras impuestas por la sociedad, muchas mujeres con discapacidad han logrado destacarse en diversos ámbitos, desafiando estereotipos y luchando por la inclusión y la igualdad de oportunidades.

A lo largo de la historia, numerosas mujeres con discapacidad han dejado huellas en diferentes campos, demostrando que la limitación física o sensorial no define el potencial de una persona.

Mi mayor admiración siempre ha sido hacia Helen Keller (1880-1968): escritora, activista y oradora estadounidense quien, a pesar de ser sorda y ciega, se convirtió en una de las voces más influyentes en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad. Su trabajo promovió la inclusión de mujeres con discapacidades en la educación y en la vida pública, y apoyó el sufragio femenino, los derechos laborales y el acceso igualitario al trabajo. Fue una de las primeras personas con discapacidades severas en demostrar que las mujeres podían ser líderes intelectuales y políticas.

En el mundo del arte, siempre he admirado a Frida Kahlo (1907-1954): la célebre pintora mexicana, quien a pesar de vivir con secuelas de polio y sufrir un grave accidente a los 18 años que la dejó con discapacidad, logró plasmar su dolor y lucha en sus icónicas obras. A través de sus pinturas, muchas de ellas autorretratos, Kahlo desafió los estereotipos de género, abordó temas como el aborto, la maternidad, la sexualidad y el sufrimiento de la mujer.  Siempre admiré, a pesar de las críticas, su relación conflictiva y apasionada con el famoso pintor Diego Rivera y la decisión de ambos de construir sus viviendas separadas (la casa rosada y la casa azul), las cuales significaron para muchos la idea de  libertad e  independencia en el amor. De su frase: “pies para que los tengo si tengo alas para volar” nace mi hashtag #NoCaminoPeroVuelo.

En el ámbito político, algunas mujeres con discapacidad han roto barreras y han alcanzado también puestos de gran relevancia:

Tammy Duckworth, quien es una política y exteniente coronel del Ejército de Estados Unidos y que actualmente, se desempeña como senadora por el estado de Illinois desde 2017. Durante su servicio militar en la Guerra de Irak, Duckworth perdió ambas piernas y sufrió heridas en un brazo debido al derribo de su helicóptero. A pesar de estas lesiones, continuó su carrera en el servicio público, convirtiéndose en la primera mujer con discapacidad en ser elegida al Congreso de Illinois.

Recientemente Marta Gabriela Michetti, fue vicepresidente de la nación Argentina en el periodo 2015-2019. Fue la segunda mujer en la historia en ocupar dicho cargo y la primera con discapacidad motora.

En República Dominicana, la mujer con discapacidad enfrenta múltiples desafíos en su desarrollo social, educativo y laboral. La falta de accesibilidad en infraestructuras, las oportunidades limitadas de empleo y la discriminación social son factores que dificultan su integración plena en la sociedad.

Dentro de los factores que limitan el desarrollo de las mujeres con discapacidad en nuestro país, encontramos:

  1. Acceso a la educación: la mayoría de nuestras instituciones educativas no cuentan con las adaptaciones necesarias para personas con discapacidad, lo que limita sus oportunidades de formación. Tanto en educación básica, intermedia y secundaria y son pocas las universidades adaptadas.
  2. Inserción laboral: la discriminación en el ámbito laboral sigue siendo un obstáculo importante. Las empresas tienden a subestimar el potencial de las mujeres con discapacidad, a pesar de que la ley 5-13 sobre discapacidad, exige ofrecer no menos del 5% en el sector publico y el 2% en el sector privado de las oportunidades laborales.
  3. Barreras arquitectónicas y de movilidad: todas la ciudades dominicanas y peor en las provincias y pueblos, no cuentan con una infraestructura adecuada para la movilidad de personas con discapacidad. Es una pena que ni siquiera las clínicas y hospitales estén acondicionadas para personas con discapacidad.
  4. Falta de políticas públicas: si bien existen leyes de inclusión, la mayoría no se aplican de manera efectiva, dejando a nuestra población en una situación de vulnerabilidad.
  5. Limitaciones sociales y culturales: por muchos años, culturalmente las personas con discapacidad en República Dominicana han sido vistas como personas enfermas y que no aportan a la sociedad, por lo tanto el respeto por la igualdad de oportunidades no existe. Socialmente las personas con discapacidad son relegadas a un segundo plano y discriminadas socialmente.

A lo largo de la historia, las mujeres con discapacidad han demostrado una extraordinaria capacidad de resiliencia y éxito. Sin embargo, en países como el nuestro, aún queda mucho por hacer en términos de inclusión y equidad. Es fundamental que se refuercen las políticas de accesibilidad y se promueva una cultura de respeto e igualdad de oportunidades para que todas las mujeres, independientemente de su condición, puedan alcanzar su máximo potencial. No basta con señalizar los parqueos, que además nadie respeta, ni con facilitarnos el primer lugar en las filas del banco, es hora ya de brindarnos iguales oportunidades en todos los aspectos del diario vivir.

Magaly Toribio

Mercadóloga y Hotelera

Magaly Toribio, Hotelera y mercadóloga por convicción, politóloga para intentar entender el mundo, amante de las palabras y la buena lectura. Ex- viceministra de turismo, reconocida en múltiples ocasiones por los principales gremios del sector turístico nacional e internacional. Experta en marketing turístico y gestión sostenible de destinos turísticos. Investigadora, académica y consultora privada de empresas, universidades y destinos turísticos. Presidente de la empresa TARGET Consultores de Mercadeo y creadora de la primera empresa del país suplidora de soluciones de movilidad para turistas con discapacidad, Scooters DR.

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