1.- El Tribunal Constitucional de la República Dominicana, una vez dictó la sentencia TC-0788-24, ha sido objeto de las críticas más diversas y con distintos argumentos.
2.- Pero los partidos políticos defensores del statu quo son los que con continuidad e ideas encadenadas han objetado la decisión.
3.- Los partidos dominicanos tradicionales, los mismos que han gobernado el país de manera ininterrumpida durante casi 65 años, ven en la figura del candidato independiente a un intruso que ha sido metido en el sistema sin derecho alguno.
4.- Ante la realidad de los independientes, corresponde a la Junta Central Electoral crear y aplicar los mecanismos que se ajusten al caso en cuestión para su funcionalidad.
5.- Cada candidato independiente será sustentado por un órgano que expresa intereses vinculados con el que se ha postulado al cargo electivo.
6.- Se ha dicho, con el fin de desmeritar a las candidaturas independientes, que el narcotráfico va a incidir, como si personas ligadas al consumo y tráfico de estupefacientes no hubieran estado en el quehacer político nacional en distintas instituciones del Estado.
7.- Saliendo de los partidos del sistema, resulta pueril, algo infundado, presentar el dinero del narcotráfico como que puede dañar aquí la actividad política.
8.- Los recursos económicos que pueda necesitar el candidato independiente para sus actividades proselitistas deben ser proporcionados por sí mismo.
9.- Con los dineros del erario nadie debe promocionarse; esto debe ser un asunto que funcione igual para todos los ciudadanos y las ciudadanas.
10.- Sería un privilegio contrario a la Constitución dominicana que los partidos tradicionales reciban dinero público, y no así los candidatos dominicanos independientes.
11.- Cada aspirante independiente debe hacer su campaña en el seno del pueblo, partiendo de lo que lo hace digno de reconocimientos. Que el merecimiento le dé el derecho a obtener el voto.
12.- La politiquería, las maniobras sin principio para lograr algún objetivo no sano ni honesto, hay que eliminarlas con la presencia del candidato independiente.
13.- El pueblo dominicano ha estado impedido del servicio de gente valiosa en las instituciones del Estado, porque los partidos tradicionales las tienen cautivadas.
14.- Sería bueno, para comenzar a higienizar la política dominicana, que los que se decidan a ser candidatos independientes sean ciudadanos y ciudadanas dignos de elogio por sus méritos bien ganados en el medio donde viven.
15.- Como los partidos que han estado al frente del gobierno dominicano no han hecho nada bueno en lo económico, social, ético y moral, conviene que un independiente, con un programa reivindicador y un buen equipo humano, pueda dirigir la nación por el camino del progreso social.
16.- Es de esperar que los candidatos independientes que surjan en los procesos electorales futuros se comporten como políticos luchadores sociales y no como mesías o momias del sistema.
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