Ayer empecé a conocer, en el Museo Taino de la Casa del Cordón, la cultura más ignorada por los dominicanos: la taína, tal como la testimoniaron los invasores españoles cuando empezaban a privatizar este continente. Los tainos cuidaban todos los recursos naturales, sin explotar en exceso ninguno de ellos. Hombres y mujeres trabajaban juntos. No tenían partidos ni burócratas podridos. No necesitaban ejército y policía, pues los delincuentes eran castigados por los mismos vecinos… (Isabel La Católica lamentablemente no llegó a conocerlos, pues quizás hubiera evitado el brutal exterminio de quienes no llegaron a ser nuestros antepasados).