En estos tiempos de popularidad repentina es común llamar líder a una persona. Pero en décadas atrás el vocablo líder escaseaba a lo largo y ancho del territorio nacional dominicano. Hoy la voz —líder— cuanto más popular, menos importancia tiene.

La tarea de ser líder requiere una labor titánica. No es nada fácil. Invito a echar un vistazo a la vida del profesor Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, por solo mencionar los tres guías principales del siglo pasado. Ellos fueron ejemplos para sectores amplios —sociales y políticos— de la sociedad dominicana.

Para mantener esa imagen moral se necesita trabajar sin descanso, día y noche. Porque la tarea de los líderes consiste en mantener la chispa que genera inspiración y motiva a los miembros de una organización.

Todo aquel que aspira guiar conglomerados humanos está obligado a desarrollar habilidades de comunicación. Negarse a esto podría conducir al fracaso, no sólo a él, sino a toda la organización.

El líder que lo hace todo está cavando su propia tumba. Si quiere triunfar deberá aprender a delegar funciones, dejar que sus seguidores se equivoquen al hacer sus tareas. Porque el equívoco es una oportunidad de oro para aprender. La caída estrepitosa del líder es cuestión de tiempo si sus acciones sólo benefician a un grupito.

Es probable que las organizaciones comunitarias, las asociaciones profesionales y campesinas; igual los sindicatos, los partidos políticos, etc., olvidarán la importancia del liderazgo. Por tanto, recordar lo borrado es urgente. Pero para eso se requiere entender las características que deberán forjar los aspirantes a ser líderes.

Características principales del líder

Los cursos sobre liderazgo son una herramienta válida. Pero podrían ser innecesarios si los aspirantes a líderes practican metódicamente los cinco rasgos principales distintivos de un guía.

Primero, motivar a sus seguidores para el trabajo en equipo. Mantener el ánimo para infundir el deseo de los seguidores en esforzarse para cumplir los objetivos de la organización. La motivación depende de un clima de respeto, solidaridad y colaboración en la solución de los problemas tanto colectivos como individuales.

Lo anterior contribuye con la construcción de relaciones de confianza entre el líder y sus seguidores. La camaradería generará —de manera natural— el enfoque perfecto para que él y su equipo trabajen en el desarrollo de los planes propuestos.

Segundo, comunicación interna para comunicar hacia afuera. La clave para que un equipo desarrolle un trabajo exitoso está en la implementación de un sistema eficiente de comunicación. En todas las agrupaciones, pero más en los partidos políticos. El éxito de la comunicación interna depende de la sinergia con la comunicación hacia afuera. Es lo que modernamente se conoce como comunicación política.

La falta de comunicación puede resultar en un desempeño deficiente o una falta de claridad organizacional. La dualidad comunicación interna/externa depende —en gran medida— de la inteligencia emocional del líder y sus seguidores.

Tercero, la resolución de conflictos. La mayoría de agrupaciones sucumben ante la acumulación de conflictos sin resolver. Aplazar la solución de un tranque para cuando los ánimos se calmen es un error. El impasse hay que resolverlo de inmediato, aplazarlo podría contribuir en su profundización y peor, pasarlo al saco del olvido. Por todo ello, el líder debe ser un veterano en resolución de conflicto.

Cuarto, el trabajo 24/7 del líder. El trabajo —ya se dijo— es el responsable de forjar el temple de un líder, sea social, religioso o político. Los supuestos líderes que están siempre mandando a otros a cumplir tareas y él sentado en un cómodo sillón, están contribuyendo al entierro de la asociación.

El líder pone el ejemplo. Él va y los demás lo siguen. Esa es la mejor manera de respetar a sus seguidores y a los simpatizantes. El trabajo debe estar orientado bajo la estrategia de una visión global de la organización para aterrizar en lo particular.

Quinto, estudio permanente. Los líderes están llamados a mantener un ritmo de estudio sin descanso. El conocimiento renovado facilita ser más eficiente en el trabajo, ayuda a descodificar para luego recomponer los conflictos presentados. Las orientaciones a los seguidores serán sabias, basadas en una visión global de los propósitos del grupo.

La condición de líder es una categoría que se gana con el trabajo, el estudio y la lucha constante por la defensa de los intereses de los sectores que representa. No. El líder no se hace repartiendo sobres amarillos preñados de dinero del Estado.

Miguel Ángel Cid Cid

Municipalista

Especialista en fortalecimiento y planificación institucional, con experiencias exitosas en RD y Haití. Experto en resolución de conflictos y capacitación de jóvenes y adultos. Creador e impulsor de la primera experiencia de presupuesto participativo en Villa González, República Dominicana, recorriendo decenas de municipios promoviendo iniciativas de planificación estratégica y participación socio-política a nivel local.

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