Mis creativos profesores de postgrado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctores Jacqueline Boin y José Serulle Ramia, destacados docentes e investigadores, además de su muy productiva carrera académica cuentan en su haber con dos significativos aportes para nuestro país: el texto ampliamente consultado en diversos centros de estudios y de pensamiento Los Beneficiarios de la política económica del F.M.I.,  y la creación de la Fundación Ciencia y Arte, que desde finales del siglo pasado organiza ferias para promover el desarrollo económico, social y turístico de distintos pueblos del país.

Del 13 al 23 de noviembre próximo se celebrará la 30.ª Feria Ecoturística y de Producción en Villa Altagracia, provincia de San Cristóbal —La Cuchilla, Medina, San José del Puerto, Sabana Grande de Palenque, Cambita, Garabito, Yaguate, Doña Ana, Nigua y Bajos de Haina—, durante la cual se combinarán actividades educativas, comerciales y recreativas, como exhibiciones de productos y servicios de empresas, conferencias, talleres, debates, mesas de negocios, presentaciones artísticas, concursos gastronómicos, deportes, excursiones y juegos infantiles.

Esta edición tendrá como países invitados de honor a Turquía, Colombia, Cuba y Haití, con lo cual busca promover la integración regional y proyectar las potencialidades de una nación capaz de ofrecer no solo «sol y playa», sino también naturaleza, cultura, arte, folclore y gastronomía.

Los programas son tan abarcadores que requieren la participación de las autoridades nacionales, provinciales y comunitarias, tanto de los pueblos sede como de las localidades vecinas.

La celebración de estas ferias visibiliza el potencial de las regiones del país; por tanto, deberían contar con una mayor cobertura en la prensa nacional y local para que cada vez más personas participen y disfruten de sus atractivos.

En el marco del desarrollo desigual de nuestro país y de los problemas migratorios de nuestra región y del mundo, son cada día más importantes este tipo de eventos, por diversas razones que menciono.

Promueven la conciencia ecológica y la preservación de los recursos naturales, como las cuencas de los ríos, los bosques y la diversidad de plantas y animales.

Fomentan acciones productivas sostenibles: el uso racional del agua y la energía, y los métodos adecuados de cultivo y crianza de animales.

Impulsan la economía rural, al permitir que pequeños productores, artesanos y emprendedores vendan sus productos sin intermediarios.

Fortalecen el ecoturismo, atrayendo visitantes interesados en actividades como senderismo, ciclismo, motociclismo y observación de aves y plantas protegidas.

Estimulan la producción local y el turismo interno y comunitario, en la medida que motivan a visitantes de otros pueblos y países a consumir los productos y servicios ofrecidos en estas ferias, y a conocer y visitar las localidades donde se efectúan.

Elevan el nivel social y educativo mediante el intercambio de conocimientos sobre ciencia, arte, agricultura, salud y medio ambiente.

Refuerzan la autoestima y el orgullo cultural de los pobladores, que se sienten reconocidos y valorados por sus realizaciones y por las riquezas naturales de su entorno.

Felicito muy calurosamente a mis amigos José y Jacqueline por consagrarse a la organización de estas ferias, dignas de mayor apoyo por parte de las autoridades y de la población en general.

Y a ustedes, los invito cordialmente a disfrutar de las atracciones de la próxima feria, que —al igual que las anteriores— será, sin duda, muy exitosa.

William Galván

Profesor de psicología y antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Investigador académico y consultor de empresas.

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