Recientemente ha trascendido en las redes sociales y algunos periódicos locales y nacionales, la convocatoria a paralización de los campesinos de la cuenca alta del río Mao, debido a que le quieren quitar terrenos que han ocupado por más de 100 años, ya que una persona extraña a la comunidad, que nadie conoce, alega que son suyos.

Dichos terrenos se encuentran dentro de la Reserva Forestal Alto Mao (Ley 202-04), ubicada entre las provincias Santiago Rodríguez y Santiago, territorio que, por su interés nacional, también ha sido reclamado por varios sectores para volver a conformar el Parque Nacional Manolo Tavárez.

Los campesinos de la zona iniciaron una jornada de lucha en el Aguacate de Toma para manifestar su rechazo a esta pretensión de “extraños” de adueñarse de sus tierras; en la que estuvo presente el alcalde de Sabaneta y bendecida por el padre Rogelio Crúz, tal como recogen los medios de comunicación.

Según Ramón “Moncito” Torres, líder comunitario de vieja data en la sierra, han advertido que familias locales habitan en el sitio desde hace más de un siglo: “Los campesinos de la zona de Santiago Rodríguez estamos desarrollando un proceso de lucha en contra de las pretensiones de un grupo de fuera de las comunidades, encabezado por un ex diputado de Sánchez Ramírez, de apoderarse de los terrenos de los campesinos que por más de 100  años venimos poseyendo”.

Y eso es evidente, porque hace aproximadamente 25 años conocimos personas mayores de ochenta años que habían nacido en la zona. La Sierra fue poblada siglos atrás y fue escenario de la resistencia para lograr la Restauración de la República Dominicana, entonces bajo el dominio de la monarquía española entre el 1861-1865 (Anexión a España y Guerra Restauradora), lo que, socialmente hablando, nos permite asegurar que desde San José de las Matas hasta San Ignacio de Sabaneta con sus parajes, muchos de los cuales se encuentran en la parte alta de la cuenca, tienen una población culturalmente campesina autodefinida y empoderada.

Importancia de la Cuenca Alta del Río Mao

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La cuenca alta del río Mao en general abarca parte de las provincias de Santiago, Valverde y Santiago Rodríguez. Se trata de la subcuenca más importantes del río Yaque del Norte. Dada su extensión, de más de 800 kilómetros cuadrados; y la infraestructura socioeconómica que sustenta, tales como la presa de Monción y centenares de acueductos municipales, comunitarios y tomas para residencias particulares, se considera como una de las más importante de la región y del país.

Además, posee una población campesina con características específicas, pues sus relaciones de producción han sido campesinas, local y regional, en comparación con otras poblaciones del campo dominicano. La campesinización constituye uno de sus principales activos culturales y ambientales, lo que exige atención para evitar daños mayores para la nación, ya que sus amenazas ambientales se remontan a siglos acentuándose en los últimos 10 años.

Conservación y Cobertura Forestal

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La conservación de la cobertura forestal y agroforestal, las inversiones millonarias que ha hecho el ministerio de Medio Ambiente, en los últimos 24 años de su intervención para su conservación, con la participación de los campesinos del lugar en brigadas de reforestación, fortalecieron los elementos de la cultura material que se mostraban favorables a la sostenibilidad, y es donde ha radicado, antropológicamente, su importancia de estas comunidades. Tema que compartiremos y profundizaremos en futuras entregas, ya que a esta “escarpada montaña de Quisqueya,” hay que cuidarla como un tesoro natural y cultural.

Es necesario destacar que nos referimos en esta entrega a una porción de la cuenca alta perteneciente a la jurisdicción de la provincia Santiago Rodríguez, específicamente la sección Toma del municipio de San Ignacio de Sabaneta, capital provincial. Esta sección está compuesta por más de veinte parajes, algunos de ellos despoblados, otros con poca población, pero donde aún residen miles de personas, consideradas entre las mejores gentes de este país. Se trata de individuos muy honorables, con una visión extraordinaria de la sostenibilidad ambiental, cuyas acciones y resultado han producido un paisaje productivo montañoso que sorprende a cualquiera por su relativa conservación; es decir, esta subcuenca sigue siendo, quizás, la única del país que tiene poblaciones al interior y al mismo tiempo la más conservadas a nivel nacional, específicamente en el caso de todas microcuencas y subcuencas altas.

Se puede afirmar de manera empírica que se atraviesan aproximadamente por 120 kilómetros en vehículo observando bosques por todos los lados y se recorre más de una veintena de ellos debajo de los árboles, en sus diferentes tramos; si ingresamos por el cruce de Las Manaclas de El Rubio, San José de las Matas, hacia Los Ramones, aproximadamente a 2 kilómetros, ya se accede a la subcuenca del Mao, a través del río Magua, y hasta Loma de Copey y Los Azafranes, sección Toma, al norte de la loma Los Aparejos, división aproximada entre los municipios de San Ignacio de Sabaneta (Santiago Rodríguez) y Sabaneta de provincia San Juan.

Dicha descripción se basa en experiencias pasadas vividas por más de 20 años por quien escribe estas notas, ya que hemos tenido la prerrogativa de haber trabajado en la zona: además, destacados dominicanos han hecho pronunciamientos (orales y escritos) sobre  la importancia de esta subcuenca, entre ellos se encuentran Ramón “Moncito” Torres, líder comunitario; Tomás Montilla, ícono de la Cartografía dominicana; Manuel Mateo, de la Academia de Ciencias; Frank Moya Pons, historiador y exministro de Medio Ambiente; y Jaime David Fernández Mirabal, también exministro de Medio Ambiente; así como junto a decenas de académicos, científicos y gente del pueblo que conocen bien la cuenca alta del río Mao, subcuenca del Yaque del Norte.

Sin exagerar y coincidiendo con muchas personas, la subcuenca río Mao, donde se encuentra la Reserva Forestal del mismo nombre, sigue siendo, tal vez, la más conservadas de República Dominicana, con poblaciones dentro, a pesar de las amenazas ambientales que se ven a simples vista, como son los cambios y usos de los terrenos de vocación forestal, agroforestería, ecoturismo y zonas de preservación, por cultivos agrícolas no apropiados para una categoría de Reserva Forestal, lo que nos exige prestarles atención a los campesinos que, viviendo ahí, han mostrado interés por la producción amigable con el medio ambiente.

Pedro José Taveras Alonzo

Antropólogo social

Quien suscribe cuenta con 23 años de experiencia como técnico en el Programa Nacional de Reforestación que se ejecuta desde el 1997 en República Dominicana.

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