Las características únicas de las plataformas en línea amplifican significativamente la propensión al engaño y la agresión intencionales, creando un entorno donde tales comportamientos pueden prosperar.

Desinhibición en línea y la erosión de la responsabilidad

El "efecto de desinhibición en línea" describe la tendencia de los individuos a comportarse con menos restricciones y de manera más inapropiada en línea en comparación con las interacciones cara a cara. Este efecto es particularmente pronunciado en la "desinhibición tóxica", que está fuertemente correlacionada con la difusión de engaños y conductas agresivas en línea, como el ciberacoso y el discurso de odio. La percepción de anonimato que ofrecen las plataformas en línea, donde los individuos pueden adoptar seudónimos u ocultar sus identidades reales, contribuye significativamente a esta reducción del sentido de responsabilidad personal. Esta separación física y temporal de las consecuencias de sus acciones, combinada con la comunicación basada en texto, disminuye aún más las inhibiciones contra la difusión de información falsa sin temor a repercusiones en la vida real. La ilusión de anonimato en línea y el efecto de desinhibición en línea no son meros factores ambientales, sino profundos facilitadores psicológicos que transforman las tendencias latentes a la agresión y el engaño en actos públicos y manifiestos.

Para los YouTubers e Influencers, esto significa que la esfera digital proporciona un amortiguador psicológico, permitiéndoles hacer acusaciones inflamatorias y falsas que quizás nunca pronunciarían en persona. Si bien expresar agresión en línea podría paradójicamente reforzar las tendencias hostiles y aumentar la angustia emocional de los propios perpetradores, el "impulso inmediato de autoestima y pertenencia" derivado de la identificación grupal dentro de su audiencia puede superar estas consecuencias internas negativas. Esto crea un bucle de refuerzo donde la percepción de libertad de las normas sociales y la rendición de cuentas permite comportamientos engañosos más extremos. El hecho de que expresar agresión en línea pueda reforzar las tendencias hostiles y aumentar la angustia emocional de los perpetradores sugiere un ciclo auto-perpetuador de negatividad, donde el acto de difundir falsedades, si bien sirve a objetivos externos, también afianza estados agresivos internos.

Cámaras de eco y el refuerzo de realidades distorsionadas

Las cámaras de eco en línea son entornos donde los individuos están expuestos principalmente a información que confirma sus creencias preexistentes, mientras que la evidencia contradictoria es ignorada o desestimada. Este fenómeno está impulsado en gran medida por el sesgo de confirmación, una tendencia humana fundamental a buscar y favorecer la información que se alinea con las propias opiniones. Los algoritmos de las redes sociales exacerban esto al priorizar el contenido que coincide con los intereses de los usuarios, creando "burbujas de filtro" que limitan aún más la exposición a diversas perspectivas.

Dentro de estas cámaras de eco, la información falsa y la desinformación encuentran un terreno fértil para propagarse y arraigarse. Para un YouTuber o Influencer, operar dentro de un entorno así significa que su audiencia ya está predispuesta a aceptar sus narrativas, incluso si son falsas, y a ver a los "grupos externos" (por ejemplo, las figuras públicas acusadas) como desinformados o inferiores. Esto crea un ciclo de auto-refuerzo donde las afirmaciones del YouTuber o Influencer son compartidas, reforzadas y creídas por sus seguidores, solidificando la "verdad" percibida de las falsedades. Esta validación social y cohesión grupal, derivada de la teoría de la identidad social, proporciona un poderoso refuerzo psicológico para el YouTuber o Influencer, validando su visión del mundo y reduciendo la probabilidad de desafíos internos o externos.

La falta de diversas perspectivas dentro de estas cámaras puede conducir a una mayor polarización y un debilitamiento del debate público, arraigando aún más a la audiencia del YouTuber o Influencer en sus realidades fabricadas. Las cámaras de eco no solo amplifican la difusión de la desinformación, sino que también proporcionan una poderosa validación psicológica para el YouTuber o Influencer, reforzando su realidad distorsionada y contribuyendo a una sensación de impunidad dentro de su audiencia autoseleccionada. La polarización social, un resultado de la difusión de desinformación dentro de las cámaras de eco, puede ser un objetivo intencional para los YouTubers e Influencers que prosperan con la división, ya que fortalece su identidad de grupo interno y demoniza a los grupos externos, consolidando su influencia.

La retirada estratégica: disculpas bajo coacción legal

El fenómeno de los YouTubers e Influencers que se retractan de sus declaraciones y se disculpan solo cuando se enfrentan a demandas legales revela una compleja interacción de presión externa y cálculo psicológico interno, distinto del remordimiento genuino.

Comprensión de la dinámica de las amenazas legales y las retractaciones públicas

La ley de difamación sirve para proteger la reputación de declaraciones falsas y dañinas. Para que una demanda por difamación tenga éxito, un demandante debe probar que se publicó una declaración falsa, que lo identificó, que causó daño a su reputación y que el demandado actuó con cierto nivel de culpa. Crucialmente, las figuras públicas, como políticos o celebridades, se enfrentan a una carga de la prueba más alta; deben demostrar "malicia real", lo que significa que el demandado sabía que la declaración era falsa o actuó con imprudente desprecio por la verdad. Este estándar más alto podría contribuir a la percepción inicial de impunidad de un YouTuber o Influencer. La disposición inicial del YouTuber o Influencer a difundir falsedades contra figuras públicas probablemente se basa en una evaluación de riesgo calculada, donde el alto umbral legal de probar la "malicia real" para las figuras públicas se percibe como una barrera protectora significativa.

Sin embargo, el anonimato en línea, a menudo asumido por los perpetradores, es en gran medida una ilusión, ya que existen mecanismos legales para desenmascarar a los individuos detrás de cuentas falsas. Además, usar una cuenta falsa para difundir información falsa puede considerarse evidencia de intención, lo que dificulta argumentar un error. Cuando se enfrentan a una demanda, los remedios no monetarios, como las retractaciones y las disculpas públicas, se convierten en herramientas estratégicas. La negativa a disculparse o la persistencia en afirmaciones falsas pueden dar lugar a daños agravados. Si bien una retractación tiene como objetivo deshacer el resultado normativo del acto de habla original, no necesariamente restaura el estado anterior al daño, ya que la falsedad original habrá tenido efectos duraderos que no pueden simplemente deshacerse. El momento de la disculpa, específicamente después de una demanda legal, indica fuertemente que es una maniobra estratégica destinada a mitigar las consecuencias legales y financieras, como evitar daños agravados o facilitar un acuerdo, en lugar de una expresión de remordimiento genuino.

A continuación, se presenta una tabla que detalla los elementos de las demandas por difamación, diferenciando entre figuras públicas y privadas: 

Tabla 3: Elementos de las demandas por difamación para figuras públicas vs. privadas

Elemento de la Demanda Descripción General Requisito para Figura Privada Requisito para Figura Pública
1. Publicación La declaración fue comunicada a un tercero.
2. Identificación La declaración se refiere al demandante.
3. Falsedad La declaración es una afirmación de hecho falsa.
4. Daño a la Reputación La declaración causó daño a la reputación del demandante.
5. Culpa (Nivel) El demandado actuó con cierto grado de culpa. Negligencia Malicia Real (conocimiento de falsedad o imprudente desprecio por la verdad)

La psicología de la disculpa: sinceridad, estrategia y autopreservación

Una disculpa genuina implica reconocer el error, asumir la responsabilidad, expresar remordimiento y empatía, y ofrecer reparaciones. Requiere vulnerabilidad y control cognitivo, y su eficacia radica en su sinceridad, reduciendo la ira y promoviendo la curación. Sin embargo, las disculpas también pueden ser manipuladoras o insinceras, utilizadas para apaciguar, manipular o evitar conflictos adicionales sin un remordimiento genuino.

Las señales de una disculpa manipuladora incluyen la falta de asunción de responsabilidad ("Siento que te sientas así"), el lenguaje condicional ("Lo siento, pero…"), el énfasis excesivo en los propios sentimientos del que se disculpa, la manipulación de la culpa, el desvío de la culpa o simplemente el uso de "lo siento" para terminar una discusión. Para los individuos con rasgos narcisistas, que luchan con la vulnerabilidad y exhiben una empatía disfuncional, ofrecer una disculpa verdaderamente sincera puede ser psicológicamente desafiante. Por lo tanto, sus disculpas bajo presión legal son más propensas a ser actuaciones estratégicas destinadas a la gestión de la impresión y la autopreservación, en lugar de una contrición genuina. Esto se alinea con la motivación de "identidad" para mentir, donde el objetivo es proteger o mejorar la propia autoimagen, incluso si requiere una exhibición pública de "remordimiento". El acto de expresar culpa, incluso si no se siente verdaderamente, también puede servir para reducir la disonancia cognitiva del mentiroso, permitiéndole mantener una autoimagen positiva. La distinción entre disculpas genuinas y estratégicas es fundamental. Para los individuos con rasgos como el narcisismo, las disculpas sirven principalmente como herramientas de gestión de la impresión para proteger su imagen pública y su autoconcepto, en lugar de como actos de reparación moral o remordimiento genuino. El acto de expresar culpa, incluso si no se siente de forma genuina, puede servir para reducir la disonancia cognitiva del mentiroso y reforzar su autoimagen positiva. Esto sugiere que la disculpa no es solo para el consumo externo, sino también para el confort psicológico interno.

La siguiente tabla detalla las diferencias entre una disculpa genuina y una estratégica:

Tabla 2: Diferenciando disculpas genuinas vs. estratégicas

Característica Disculpa Genuina Disculpa Estratégica/Manipuladora
Intención Principal Reparar el daño, restaurar la relación, expresar remordimiento y empatía Manipular, apaciguar, evitar consecuencias, proteger la autoimagen, terminar el conflicto
Asunción de Responsabilidad Reconocimiento claro y sin reservas del error y la responsabilidad Ausencia de responsabilidad, desvío de culpa ("Siento que te sientas así", "Lo siento, pero…")
Lenguaje Utilizado Directo, empático, enfocado en el impacto en el otro Condicional ("si", "pero"), énfasis en los propios sentimientos, culpabilización
Remordimiento y Empatía Expresión sincera de pesar y comprensión de los sentimientos de la víctima Superficial, ausente o centrada en el propio malestar del que se disculpa
Ofrecimiento de Reparación Propuesta de acciones para corregir el daño o compensar Generalmente ausente o vaga, sin compromiso de cambio de comportamiento
Impacto en el Receptor Promueve el perdón, reduce la ira, fomenta la curación y la confianza Deja al receptor confundido, menospreciado, culpable; puede escalar el conflicto o dañar la confianza

Impunidad percibida y el cálculo de riesgo

La creencia de que las figuras públicas podrían no emprender acciones legales, prefiriendo "dejar correr la bola y que pase", se deriva de varias consideraciones psicológicas y prácticas. Los YouTubers e Influencers podrían subestimar inicialmente la determinación de las figuras públicas, quizás debido a una grandiosidad general o a la creencia en su propio estatus protegido. También podrían juzgar erróneamente el panorama legal, sobreestimando la protección ofrecida por la "opinión" o subestimando la capacidad del sistema legal para perforar el anonimato en línea. Si bien la verdad es una defensa absoluta en la difamación, las declaraciones que se hacen pasar por hechos u opiniones que implican hechos falsos no revelados no están protegidas. La creencia del YouTuber en la impunidad es un cálculo erróneo del riesgo legal, impulsado por una sobreestimación de su propia libertad de expresión protegida (por ejemplo, opiniones, anonimato) y una subestimación de la voluntad y capacidad de las figuras públicas para emprender acciones legales, a pesar de la alta carga de la prueba.

El alto estándar de "malicia real" para las figuras públicas podría ser percibido como un impedimento significativo para los posibles demandantes, lo que lleva a los YouTubers e Influencers a creer que el costo y la complejidad del litigio superan los beneficios para las figuras públicas. Además, la rápida y viral propagación de la información en línea significa que, incluso si finalmente se presenta una demanda, la narrativa falsa inicial ya puede haber logrado su impacto previsto, haciendo que una retractación posterior sea menos efectiva. Esta es una estrategia en la que el YouTuber puede causar un daño reputacional inmediato y generalizado, sabiendo que, incluso si una demanda obliga a una retractación posterior, el impacto negativo inicial, que no puede deshacerse por completo, ya se habrá logrado. Este cálculo, combinado con la desinhibición psicológica del entorno en línea y la naturaleza de refuerzo de las cámaras de eco, puede fomentar un fuerte sentido de impunidad, lo que lleva a los YouTubers e Influencers a asumir riesgos que de otro modo evitarían.

Una síntesis de motivaciones psicológicas profundas

Este informe ha explorado el multifacético panorama psicológico que subyace al comportamiento de los YouTubers e Influencers que, a sabiendas, difunden falsedades y hacen acusaciones públicas. Se trata de una compleja interacción de impulsos psicológicos intrínsecos, rasgos de personalidad y las características amplificadoras únicas del entorno digital. Más allá de la búsqueda superficial de "me gusta" o "visualizaciones", estas acciones están impulsadas por necesidades más profundas de poder, control y automejora, a menudo derivadas de inseguridades subyacentes o un sentido frágil de sí mismo. Rasgos de personalidad como los de la Tríada Oscura —narcisismo, psicopatía y maquiavelismo— predisponen a los individuos a tales comportamientos engañosos y agresivos, permitiéndoles eludir los límites morales a través de mecanismos como la desvinculación moral. El entorno en línea, con su anonimato y cámaras de eco, reduce aún más las inhibiciones y refuerza las realidades distorsionadas, fomentando una sensación de impunidad. Finalmente, las disculpas ofrecidas bajo coacción legal son a menudo maniobras estratégicas, destinadas a mitigar las consecuencias y gestionar la percepción pública, en lugar de reflejar un remordimiento genuino. Esta comprensión integral revela que las acciones de estos YouTubers e Influencers no son aleatorias o accidentales, sino la manifestación de procesos psicológicos profundamente arraigados que interactúan con las posibilidades de las plataformas digitales modernas.

José M. Santana

Economista e investigador.

Jose M. Santana Investigador Asociado del Profesor Noam Chomsky de MIT. @JoseMSantana10

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