La noche del 30 de mayo de 1961 cayó Trujillo en una emboscada cuando fue interceptado en un tramo de la Av. George Washington rumbo hacia San Cristóbal. La arriesgada operación fue planificada y ejecutada por un grupo de antiguos colaboradores que decidieron poner fin al largo régimen de terror. El ajusticiamiento era la primera parte de una conspiración que incluía el control de las Fuerzas Armadas y la toma del poder político, pero diversos factores impidieron que se concretara el derrocamiento. Con su muerte no cayó la dictadura. Quedaba todavía un largo camino para recuperar el control del país, sacar a sus familiares y allegados del poder y recuperar lo robado.

Desmontan placa dedicada a la Era de Trujillo en la entonces Facultad de Filosofía, actual Humanidades. Foto de Milvio Pérez.

El trujillismo seguía con Ramfis, hijo mayor del tirano, quien quedó en control de todo el aparato militar mientras Joaquín Balaguer fungía como presidente de la República desde agosto de 1960. La nueva situación desató una persecución feroz, no solo contra los héroes del 30 de mayo y sus familias sino también contra todo opositor a la dictadura, incluyendo figuras de la Iglesia católica. El pueblo se tiró a las calles en la lucha contra los remanentes del régimen a pedir justicia, libertad y recuperación de lo robado. Pedían el fin de la dictadura. Entonces aparecieron Los Paleros, turbas paramilitares integradas por civiles vinculados al Partido Dominicano y al Servicio de Inteligencia Militar (SIM), los cuales se movían con total impunidad.

Colocan en suelo la placa de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura dedicada a Trujillo. Foto de Milvio Pérez

Hay que entender, tal como lo publicó un editorial del periódico El 1J4 que “esta atmósfera, procedente de las correrías del trujillato, está, siendo estimulada por los agentes de los mismos sectores reaccionarios y oscurantistas que ayer, no más, se regalaban la más espléndida luna de miel con el perro sangriento y criminal que nos tiranizó por más de 31 años”. No obstante, en los meses que siguieron, el Gobierno empezó a tomar medidas populares frente a un pueblo sumido en la miseria y con grandes expectativas. La calle clamaba pan y justicia y Balaguer trataba por todos los medios de deshacerse de su histórico vínculo trujillista. En ese sentido, nos dice el historiador Alejandro Paulino Ramos que “el gobierno de Balaguer mostró interés en ir desmontando algunas instancias que parecían odiosas ante los ojos de la ciudadanía, como eran la cárcel de La 40 y la Guardia Universitaria”.

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Busto de Rafael Leonidas Trujillo en la Universidad de Santo Domingo.

A pesar de los intentos por mantener la dictadura, la presión del pueblo empezó a convertirse en un clamor ya que, en las calles, la gente pedía libertad y se empezaban a borrar los símbolos visibles del trujillismo, tal como sucedió en la Universidad de Santo Domingo donde Trujillo tenía un busto en el frente del Aula Magna y numerosas placas y tarjas en su honor que antecedían las entradas en todas las facultades. En su libro UASD: Alborada libertaria y debates (1961 – 1974), Sebastián Del Pilar, señala que el Arq. José Antonio Caro Álvarez “había llegado a la rectoría el 8 de julio de ese año en lugar del propio Machado”, refiriéndose al Lic. José Manuel Machado, reconocido funcionario vinculado política e ideológicamente con la dictadura.

Del Pilar Sánchez destaca que Caro Álvarez se había “desempeñado antes como ministro de Obras Públicas, contribuyendo a la modernización del país al ejecutar proyectos importantes como la construcción del Palacio de la Policía, los edificios de las facultades de Ingeniería y Ciencias Médicas de la UASD, el Ministerio de Educación, la Maternidad Señora de la Altagracia, el Banco Central y el Hospital Robert Reid Cabral”. De acuerdo con Alejandro Paulino fue el rector de la Universidad, Arq. Caro Álvarez, quien dirigió “un memorándum a Armando Oscar Pacheco, quien se desempeñaba como secretario de la presidencia, fechado 12 de julio de 1961, solicitándole la supresión de la Guardia Universitaria como parte de la estructura de Estado dentro de la Universidad, pero el presidente no se atrevía a tomar esa decisión sin consultar al hijo del dictador, mayor general conjunto de las Fuerzas Armadas”.

Historia de Fragua XII. 1961: El año de la libertad y la universidad

Agrega Paulino Ramos que “Balaguer remitió a Ramfis Trujillo el memorándum recibido del rector de la USD y aprovechó para decirle que él entendía “digna de atención la iniciativa del rector (…) para desterrar la política de las aulas universitarias”. Además—dijo el doctor Balaguer—que la existencia de la Guardia Universitaria era “un pretexto para que al elemento hostil infiltrado en la universidad no se le permita actividades de ningún género que tengan matices proselitistas”.  Haciendo alusión al contexto histórico, Paulino Ramos subraya que “al momento del doctor Balaguer consultar con Ramfis Trujillo sobre la conveniencia de suprimir la Guardia Universitaria, los estudiantes de la ciudad de Santo Domingo y otras comunidades comenzaban a protestar de manera pública, y en la Universidad se procedía a la formación de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED); mientras que sectores vinculados a la agrupación estudiantil oficialista intentaban sin éxito, en oposición a la FED, restaurar la antigua Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (ANEU) como proyecto trujillista”.

Es así como el 13 de julio de 1961 se emitió el decreto del Poder Ejecutivo que suprimió a la “Guardia Universitaria Generalísimo Doctor Trujillo”, cuyo texto es el siguiente:

El decreto:

JOAQUÍN BALAGUER

Presidente de la República Dominicana

 NÚMERO: 6898

CONSIDERANDO que es deber del Gobierno evitar que por injerencias extrañas o de cualquier modo, la Universidad de Santo Domingo se convierta en un centro agitaciones políticas de cualquier tendencia que estas sean;

CONSIDERANDO que para facilitar la realización de ese objetivo, procede a suprimir la Guardia Universitaria Generalísimo Doctor Trujillo, así como cualquiera otra agrupación que pueda servir de pretexto para el desarrollo de actividades de carácter político o para fomentar pugnas ideológicas entre el estudiantado universitario, creando así en la primera Casa de Estudios del país un clima en desacuerdo con la función esencialmente docente de toda Universidad; 

VISTA la Ley de Organización Universitaria No. 5130, del 15 de mayo de 1959;

En ejercicio de las atribuciones que me confiere el artículo 54 de la Constitución de la República, dicto el siguiente 

Decreto:

Art. 1. — Queda suprimida la Guardia Universitaria Generalísimo Doctor Trujillo.

Art. 2. — Envíese al Rector de la Universidad de Santo Tomás de Aquino, para los fines correspondientes.

DADO en Ciudad Trujillo, Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a los trece días del mes de julio del mil novecientos sesenta y uno, año 118º de la Independencia y 98º de la Restauración y 32º de la Era de Trujillo.

Joaquín Balaguer

Tal como lo expuso en su reflexión Paulino Ramos, por esta vía se puso “fin a más de quince años de existencia del instrumento paramilitar con que Trujillo controló, espió y persiguió a los estudiantes universitarios de la República Dominicana”. En la próxima entrega de esta serie sobre la historia de Fragua abordaremos la creación de la Federación de Estudiantes Dominicanos.

Estudiantes pisotean la placa de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura dedicada a Trujillo. Foto de Milvio Pérez.

Raúl Pérez Peña (Bacho)

Periodista

Raúl Pérez Peña (Bacho). Periodista.

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