He leído un artículo interesante sobre la reacción popular en Italia respecto a la carnicería en Gaza que està llevando a cabo desde hace dos años el gobierno fachasionista de Netanyahu.
El artículo cuyo autor es A. Rizzi, resalta las dos huelgas llevadas a cabo por los sindicatos, el boicot en puertos italianos a los buques que lleven armamento y combustible a Israel y, las grandes manifestaciones ciudadanas contra el genocidio en Gaza. Hay que resaltar que la primer ministro Meloni, es una aliada de Israel y, estás reacciones muestran, la brecha abierta entre gobierno y pueblo en ese país, sobre este asunto.
El genocidio israelita está despertando en sectores cada vez más amplios, la conciencia de que el silencio y la pasividad ante esta barbarie, es algo que rebasa la división tradicional, entre preferencias ideológicas y modelos políticos, y forma parte del mínimo sentido de humanidad de cada persona. Esto estimula la lucha por los ideales democráticos e incluso socialistas, en momentos oscuros de la humanidad.
Desde el Vaticano ha llegado una condena tajante a lo que llaman sin ambages una carnicería injustificable de los gazatíes, que no tiene ninguna proporcionalidad con el criminal acto del 7 de octubre de 2023 realizado por
comandos de Hamas en territorio hoy en manos de Israel.
Es cada vez más notorio el aislamiento de Israel y el rechazo que provoca en el mundo su matonismo, sus actuaciones contra el derecho internacional, humanitario, marítimo y sus constantes violaciones, inclusive en Estados europeos, al derecho penal.
Actúan con licencia para matar, hacer actos terroristas y lo que les venga en ganas. Saben que como aparente brazo delincuencial de USA e incluso de Estados europeos, las normas, obligatorias para los demás, para ellos son discrecionales. Mejor dicho, papel mojado.
Vivimos ciertamente momentos cruciales para la humanidad. Para una visión de conjunto de la situación geopolítica actual, recomiendo la lectura del ensayo "La gran revancha" de A. Rizzi. Y lo hago sin estar siempre de acuerdo con sus preferencias ideológicas.
Ya que su "fe" en una UE, que para mi ha perdido el rumbo por su total subordinación a los gobiernos de EEUU y su renuncia al modelo social europeo, apostando por el neoliberalismo y la subordinación a los gobiernos de EEUU, es lo que explica su decadencia y actual desprestigio a escala mundial. Ya no se percibe como un agente internacional "independiente", sino como una especie de satélite de los gobiernos de EEUU.
Tampoco coincidimos con Rizzi en su total culpabilización de Rusia, sin sopesar que en Ucrania, desde el golpe de Estado propiciado desde el Departamento de Estado, y al no cumplir con los acuerdos de Minsk, la OTAN buscaba hacer de Ucrania una "base político, militar y de Inteligencia" dirigida contra Rusia.
Al no respetarse unas "lineas rojas" trazadas desde los tiempos de G. Kennan y la "guerra fría", ya lo dijo Kissinger, se estaba poniendo a Rusia en el dilema de acatar la estrategia de Washington-OTAN, y perder su estatuto de potencia militar, lo que conllevaría ceder sus riquezas al Capital occidental, o, negarse a ese papel y reaccionar contra ello. Es lo que ha hecho. En un movimiento de desesperación o hartazgo ante tanto intento de humillarle, de cercarle y de sancionarle, para intentar subordinarle.
Aunque se pueda criticar, y estoy entre ellos, que antes de ir Rusia a una guerra tradicional, podía haber empleado todo o parte del arsenal usado por las potencias occidentales a escala mundial, para inclinar la balanza a su favor en Ucrania. Mucho tuvo que ver en ello, los fallos de información y de análisis de escenarios de la Inteligencia polıtica y militar de los servicios rusos, ya que desde 2014 se había producido en Ucrania un control político y militar de EEUU. y de su fiel escudero el Reino Unido.
Aparte de estas discrepancias, que entiendo, tienen su fundamento en pensar en los intereses europeos occidentales, predominantemente, en su caso, y en los del Sur Global y los intereses de las clases trabajadoras, en el mío, estoy de acuerdo con Rizzi en muchas otras cosas y, en su artículo sobre Italia, Gaza y la utopía, pienso que da en el clavo.
Quizás estamos en los inicios del renacer del Principio Esperanza,
de una lucha por "utopías concretas", es decir, realizables, aunque no sea al "vapor", de manera inmediata, sino como se realizan en la mayoría de los casos los grandes avances, de manera gradual.
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