Los Tratados de Psicología Social y Neuropsicología de las Universidades de Harvard y Cambridge refieren que “el estrés es la reacción del organismo humano frente a una situación amenazante o desafiante”.

Por su parte, el Diagnóstico Estadístico de las Enfermedades Mentales (DSM-V) refiere que “el estrés es una preocupación o tensión psicoemocional que experimentamos los seres humanos cuando percibimos agentes internos o externos que amenazan nuestra seguridad y bienestar personal”.

De su lado, los estudios realizados por los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que los seres humanos experimentamos, entre otros, los siguientes tipos de estrés: (a) Estrés académico, ocurre cuando las personas nos estamos preparando para una prueba, un examen o tenemos la responsabilidad de hacer una presentación pública.

Además, (b) estrés familiar, aparece cuando las personas tenemos dificultades o problemas para ejercer nuestros roles como padres o no tenemos las habilidades requeridas para  gestionar nuestra relación de parejas; (c) estrés laboral, ocurre cuando las personas percibimos amenazas reales o irreales que afecta nuestra concentración, rendimiento y estabilidad laboral.

Asimismo, (d) estrés social, ocurre cuando las personas no podemos manejar nuestras emociones en público o participamos en actividades sociales y culturales a las que asiste muchas personas.

También, (e) estrés financiero, este tipo de estrés ocurre cuando las personas tienen dificultades económicas que no les permiten honrar sus compromisos financieros con terceros.

En tal sentido, el Manual Estadístico de Diagnostico de las Enfermedades Mentales (DSM-V), clasifica los cinco tipos de estrés que vimos en los párrafos anteriores como:  (s) estrés episódico, como respuesta del organismo humano a una serie de sucesos estresantes de corta duración.

(t) Estrés agudo, como respuesta temporal a una entrevista importante, competencia deportiva, un conflicto de pareja, una boda o una emergencia real.

(u) estrés crónico, ocurre como respuesta del organismo humano a problemas de salud, familiar, financieros, ruptura de las relaciones de parejas, un despido laboral, un accidente catastrófico, la muerte de un pariente cercano, entre otros eventos más.

Por otro, la “Ansiedad es una respuesta humana natural del organismo humano antes situaciones estresantes y/o amenazantes difíciles de asimilar” (DSM-V, 2018).

Según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, la Ansiedad genera desasosiego, malestar general, agitación del corazón, sudoración, estreñimiento, insomnio y pensamiento suicida.

Además, sabemos que las personas ansiosas no pueden concentrarse y tomar decisiones acertadas, ya que éstas están tensas, irritables y fuera de control. En tal sentido, el DSM-V refiere, que las personas experimentamos tres tipos de Ansiedad:

(v) Ansiedad Leve o normal, provocada por las tensiones y las vivencias de la vida diaria; (w) Ansiedad moderada, ocurre cuando las personas sólo se centran en sus preocupaciones, lo que afecta su salud psicoemocional.

También, (x) Ansiedad grave, cuando las personas sienten angustia, malestar, taquicardia, dolor de estómago o de espalda y, su vez, éstas no se alimentan ni duermen y la mayoría de las veces se auto abandonan.

Por su parte, un cuadro de Ansiedad prolongando, podría provocar un Trastorno de Ansiedad. Según se sabe, el Trastorno de Ansiedad no se cura y las personas diagnosticadas con dicho Trastorno de Ansiedad tienen que ser medicadas con Psicóticos y/o Antidepresivos de venta controlada.

Como usted ha podido observar en el cuerpo de este artículo, el Estrés y la Ansiedad son agentes perturbadores que afectan nuestra salud física y mental, por lo que los especialistas en higiene y salud mental recomendamos: (1) Evaluar sí el estrés y/o la ansiedad es provocado por un factor interno o externo.

Asimismo, (2) determinar si el estrés y/o la ansiedad tiene causa(s) justificada(s); (3) buscar ayuda profesional para afrontar la(s) causa(s) que está(n) generando el estrés y/o la ansiedad; (4) hacer ejercicios físicos regulares, tales como caminar, trotar, asistir al Gimnasio, etc.); (5) alimentarnos y dormir bien, lo que fortalece el Sistema Inmunológico.

También recomendamos, (6) desconectarnos de los aparatos electrónicos (celular, tableta, PC, Laptop, TV, videos juegos y las redes sociales), dos horas antes de irse a dormir; (7) compartir tiempo de calidad con los familiares y con los amigos cercanos; y, (8) hacer una lista de gratitud, meditar, escuchar buena música, entre otras iniciativas más.

En tal sentido, los Tratados de Psicología Social y de Neuropsicología revisados por nosotros refieren, que el estrés es un llamado del organismo humano, para que revisemos nuestros hábitos y cuidemos nuestra salud física y mental; mientras que, la ansiedad es una alerta para que aprendamos a delegar y/o soltar aquellas cosas que nos provocan desasosiego, irritación, angustia y malestar general.

Finalmente, los especialistas en higiene y salud mental sabemos,  que el proceso de crecimiento y socialización que vivió cada persona desde su nacimiento hasta los 35 años de edad, la dota de la Estructura Psicoemocional para canalizar y manejar cantidades industriales de Estrés y Ansiedad.

“El estrés la ansiedad actúan como aceleradores, ambos te impulsarán hacia delante o hacia detrás, pero tú eres el responsable de elegir en qué dirección” (ANONIMO).

Telésforo González Mercado

Psicología Social

Telesforo Gonzalez Mercado es Especialista en Psicología Social, Dr. en Planificación Estratégica, académico e investigador. Profesor y tutor para estudiantes de Maestrías y Doctorados en Ciencia para estudiantes de los USA y Canada. Es Conferencista y articulista sobre temas relacionados con el medio ambiente y el cambio climático, resiliencia, construcción de ciudadanía, planificación estratégica, inteligencia emocional y liderazgo. Es Experto en Cooperación Internacional para el Desarrollo. Fue Rector de la Universidad Agroforestal Fernando Arturo de Meriño (UAFAM).

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