¿QUÉ ES ESPIRITUALIDAD?

  • Hemos dicho que Espiritualidad es la actividad que me relaciona continua y cotidianamente con el Ser Trascendente, Dios, con el Otro y con la Naturaleza; me da un estilo de vida y genera una personalidad. Dicha actividad, puede ser en quietud ó en acción, la identificamos como Oración.

La Espiritualidad tiene un hilo conductor: La Voluntad de Dios; tiene una aguja: El Valor Originario y tiene una forma específica de realizarse: Debilidad Solidaria… La raíz, la base de mi Espiritualidad Personalizada está en mi Valor Originario, lo que le da sentido a mi vida. Lo que me sacó de mi casa. La semilla de Dios. Es mi Absoluto innegociable.

La fidelidad creativa al Valor Originario es la fuerza que impulsa hacia adelante para lograr el MÁS…; porque en la vida vamos viviendo diferentes etapas… Siempre se puede vivir la Espiritualidad Personalizada porque trasciende las etapas de la vida…, y se complementa con el Carisma Fundante de la Comunidad Apostólica y/o la Comunidad Familiar… Donde ya somos Nosotros…, esas Comunidades se fortalecen aún más con el Valor Fundante de la Comunidad Cristiana, la Iglesia Católica, donde ya es el Nosotros y quien vive es Cristo, vive en mí y en Nosotros/as… SOMOS IGLESIA, Gal.2, 20. Nos cristificamos: “ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí/nosotros. La vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por la Fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí”, y nosotros.

Hoy, los cristianos, continuamos la obra de salvación en la humanidad. Somos el Nuevo Pueblo de Dios, Vat.II:  "La identidad de este Pueblo, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, en cuyos corazones, habita el Espíritu Santo como en un templo" (LG 9). — "Su ley, es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo nos amó” (cfr.: Jn 13, 34).

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (Rm 8,2; Ga 5, 25).

Eso que le da sentido a mi vida es la “semilla de Dios” sembrada en mi corazón y la cultivo con todo lo que haga: sirviendo, compartiendo, solidarizándome, respetando, manteniendo la disponibilidad de servir, la alegría, el sentido de totalidad en la entrega sin reservas, sin esperar recompensa…, a quien sea, donde sea, a la hora que sea… Lo determinante no es la función personal o institucional que desempeñe; ni el lugar donde viva, ni la edad que tenga…, sino la disposición, la actitud de querer “llegar hasta el extremo…= ¡Calidad en la entrega!!! Así tengo un estilo de vida y se va haciendo, apareciendo, definiendo la Personalidad: EL SIERVO, LA SIERVA Is.42,1-9. Servidor de todos. La Yoicidad se añeja y detiene el crecimiento…

La crisis eclesiástica, hoy, no es de personal, sino de “calidad personal en la entrega…”, y de “Espiritualidad Personalizada”, que se renueva cada día y siempre permanece con los bríos de la juventud y crecimiento continuo.

¿QUÉ ES YOICIDAD?

  • Es la acción que relaciona continua y cotidianamente al YO con el OTRO, usando la semilla de Dios y los derechos humanos, que tenemos, para lograr seguridad en la vida. Así, defino un estilo de vida y genera una personalidad: El Beneficiado, que me asegura al vida. + Tiene un Hilo conductor: la voluntad del YO. + Una Aguja: El Valor Originario… + Un Cómo se realiza: con Propiedad Privada y negociando Mi Seguridad Personal y Comunitaria con servicios financiados: 
Espiritualidad-yoicidad y vida consagrada
  • Los Religiosos/as hemos descubierto la fórmula del “Buen Vivir”. Somos “Buena Gente…” Como personas consagradas somos fieles al Estado de Derechos y a los que nos financian el servicio que les ofrecemos…
  • No somos profesionales de los Consejos Evangélicos… Hemos renunciado a la excelencia del testimonio: Servicio Solidario, afianzándonos en el Qué más que en el Cómo de nuestra Misión. Somos Administradores y Docentes más que Evangelizadores: “yo primero y después beneficio al Otro con el servicio que ofrecemos”.
  • ¿Qué hace una persona consagrada en la Vida Religiosa para mantenerse unida a Dios, al Otro y al Yo en la cotidianidad?: Administra Parroquias, Escuelas, Colegios, Universidades, ONGs., Cuida Enfermos y Ancianos, Dirige Emisoras de Radio y TV, Enseña, Investiga, se Especializa en Ciencia Específica, o puede vivir de un trabajo manual y Anunciar/Denunciar, Acompaña en Ejercicios Espirituales y Personalmente, Escribe…
  • Si nos fijamos bien…, todas son actividades que se resumen en: Administrar y Enseñar… Prevalece “la seguridad del Yo” más que la “debilidad solidaria”.
  • El servicio solidario pasa a ser servicio financiado: Evangelizar se pude coordinar con Administrar y Enseñar…
  • La Evangelización, según el Papa Francisco, la definió con dos imágenes: “olor a oveja” y ”acompañar a la gente” = a SINODALIDAD, ¿? = “con y cómo + discernimiento.”

¿Y LA COMUNIDAD FAMILIAR?

¿Existe, hoy, una comunidad en la familia? ¿Lo que entra a la familia, se comparte? ¿Se comparten las decisiones? En las familias hay macutos, en que cada uno echa lo suyo y si puedo vivir del macuto del otro…, mejor.

¿Cómo se cultiva la Fe en la familia? ¿…Porqué así? A veces le damos más importancia al acto social que al sacramento.

Mucha Atención: mi Valor Originario lo puedo usar para beneficio del YO, fortaleciendo la YOICIDAD; sea en la Comunidad Apostólica, sea en la Comunidad Familiar, legitimando mi seguridad; esa es la aspiración de toda la humanidad, “vivir con lo necesario”. “El Buen Vivir”…

En vez de ser profesionales del Evangelio en una Comunidad Apostólica o en la Comunidad Familiar…, somos un grupo de gente buena… Mantenemos el sentido de humanidad a medias “Yo primero y el Otro después”.

El Anti Reino: es “to pa mí, na pa ti”. El Reino de Dios es: “al Otro como a Mí”, “hacer lo que es justo ante Dios”, Mt.6, 33-34.

Los Consagrados/as tanto en la Vida Religiosa como en el Matrimonio Católico nos vamos preocupando tanto por la sostenibilidad personal y comunitaria que nos distanciamos de la Providencia de Dios y se la hemos dejado “a las aves del cielo y a los lirios del campo”, (Mt.6,26) y damos el paso de la Espiritualidad Personalizada a la Espiritualidad Yoicida.

Aquí está nuestro desafío, hoy: recuperar la valentía apostólica, la radicalidad del evangelio y ser fieles al Valor Originario personal y comunitaria, denunciando las injusticias, no callándolas; actuando “con y como los empobrecidos + discerniendo”, no discursando…; renunciando a privilegios, no negociando seguridad. Estando dispuestos/as a “llegar al extremo” y otro gallo cantaría…, porque estamos siendo coherentes con nuestra Vida Consagrada y La Misión Eclesial: Salvar la Humanidad.

Regino Martínez S.J.

Sacerdote

El sacerdote Regino Martínez es el coordinador del Servicio Jesuita para los Migrantes Refugiados en Dajabón.

Ver más