“El afán del día no entra en conflicto con dedicar algunos minutos para mejor comprender dónde estamos y qué somos”.
No hace tanto tiempo desde que el ser humano comenzó a integrar a su vida cotidiana muy importantes resultados del electromagnetismo, los que hoy lucen tan normales, tales como la luz eléctrica, la radio y la televisión. A los que han seguido otras significativas contribuciones.
Thomas Edison (1847-1931) inventó la primera bombilla de larga duración, marcando el inicio de la iluminación eléctrica práctica, patentándola en 1880. El origen de la radio se asocia con el invento de Guillermo Marconi (1874-1937), quien patentó el radiotransmisor en 1897 y realizó la primera transmisión transcanal de la historia en 1899.
El origen de la televisión, si bien se remonta al siglo XIX, los avances clave ocurrieron en la década de 1920 con los pioneros John Baird (1888-1946) con la televisión mecánica en 1925 y Philo Farnsworth (1906-1971), quien logró la primera transmisión de televisión electrónica en 1927.
Siguieron contribuciones como la computadora y el hoy imprescindible teléfono celular, lo que ameritaría un abordaje particular, dado que se trata en esta oportunidad de considerar el cómo se llegó ahí, sin referir tampoco en la ocasión las grandes aplicaciones, además en áreas cruciales como, por ejemplo, la salud, a partir de enfoques y procedimientos médicos que cada vez más están pautados por electromagnetismo, cual joya de la ciencia y la tecnología.
Lo referido más bien corresponde a las aplicaciones del conocimiento del campo electromagnético y del electromagnetismo como fundamental área de estudio; pero lo que más interesa ahora es resaltar los aspectos centrales de su desarrollo histórico, el cual se inicia con los griegos hace más de 2500 años al observar que frotar ámbar lo cargaba y atraía objetos ligeros (electrostática) así como el conocimiento de las propiedades de atracción de la magnetita; en ese proceso evolutivo se da un gran salto con Christian Oersted (1777-1851) quien demostró los efectos de la corriente eléctrica en el magnetismo y Michael Faraday (1791-1867) con la inducción magnética, lo cual significa que un campo magnético variable crea una corriente eléctrica en un conductor.
La culminación de ese proceso llega con James Clerk Maxwell (1831-1879) con cuatro ecuaciones que unificaron los fenómenos eléctricos y magnéticos y predijeron que la luz es una onda electromagnética.
Así se llegó ahí.
Esas contribuciones, los personajes relacionados y otros más que tanto han impactado a la vida humana y que se pierden en el tiempo, merecen un gran tributo.
¡Electromagnetismo, una joya!
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