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Imagen de una sala del Museo Pedro Valera. Fotografía tomada por la autora.

Montevideo es una ciudad que impresiona, sobre todo al que aprecia la cultura. Con su agradable clima, sus aromáticos mates, sus calles anchas, sus numerosas librerías, sus cafés, teatros, museos y el ritmo del día a día de sus ciudadanos que parecen estar varias revoluciones menos que el caribeño.

El museo pedagógico José Pedro Valera ubicado en la histórica Plaza Cagancha es un espacio conmovedor para los que aprecian los museos y sobre todo los que se dedican al ejercicio docente.

Con una colección de más de cinco mil objetos relacionados a la historia de la educación, distribuidos en amplias y vistosas salas, muestran los diferentes modelos pedagógicos que se sucedieron en el territorio uruguayo, sobre todo, visibilizando los aportes realizados por la reforma Valeriana, de cuyo propulsor adoptó el nombre.

Fundado el 25 de enero de 1889 en el edificio construido para albergar el internado normal de señoritas, la biblioteca y el museo, por su ideólogo Alberto Gómez Ruano quien fue su primer director.

Como todo museo de su género tiene como objetivos la adquisición, preservación y difusión del acervo cultural educativo.

A su vez, realiza la labor de formador de docentes a través de cursos, talleres y montajes de exposiciones temporales, así como de ofrecer al servicio de docentes e investigadores su biblioteca especializada en temas pedagógicos.

¿Pero, quién fue Pedro Valera y en qué consistió su reforma?

Nombrado por el gobierno de facto de Lorenzo Antonio Latorre, se desempeñó como Director de Instrucción Pública. El reformador dejó constancia de su ideal educativo en el Proyecto de Ley de Educación Común en 1876.

Basándose en la experiencia de otros países y asesorado por el gran maestro argentino Domingo Faustino Sarmiento, formuló planes de estudios adecuados a la realidad del país, dictó normas respecto a la edificación escolar, los libros de textos, los materiales didácticos y los métodos de enseñanza.

Bajo la gerencia de Varela se logró extender la educación obligatoria para los niños entre 8 y 14 años de edad, en oposición al carácter elitista que dominaba hasta entonces la educación. Se prohibieron los castigos físicos. Se Realizaron esfuerzos por suprimir la educación religiosa en las escuelas, se creó un sistema educativo administrativamente autónomo, se fundaron numerosas escuelas, especialmente rurales, se estructuró el sistema educativo en diez grados, con carácter teórico-práctico y se dispuso que los docentes debían ser designados mediante concurso.

A su muerte, en 1879, su labor fue continuada por su hermano, Jacobo Varela.

Duleidys Rodríguez Castro

Educadora y Filósofa

Duleidys Rodríguez Castro es filósofa egresada del Instituto Filosófico Pedro Francisco Bonó. Posee una maestría en Filosofía en el Mundo Global por la Universidad del País Vasco. Es coleccionista especializada en historia de la educación dominicana. Desde hace 17 años se desempeña como profesora de Literatura.

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