La apertura y/o establecimiento de un frente de reforestación implica, preferiblemente, el cumplimiento de algunos requisitos que han de asegurar el éxito a mediano y largo plazo de los trabajos de reforestación en cualquier territorio en donde nos propongamos restaurar la cobertura forestal que antes existió.

En este contexto, la organización no gubernamental Floresta Inc. nos solicitó que realizáramos en Sabana Real y Ángel Félix, La Descubierta, provincia Independencia, un taller de tipo Diagnóstico Rural Participativo (DRP), como lo hicimos en años anteriores en La Yautía de Piedra Blanca, Monseñor Nouel. Esta es una metodología interesante que involucra a las comunidades en el análisis de lo que poseen y de lo que necesitan las comunidades en la búsqueda de medios de vida para satisfacer sus necesidades de desarrollo en armonía con el medio natural que le sirve de hábitat.

El Diagnóstico Rural Participativo (DRP) para la reforestación es una metodología que se desarrolla en un día. En algunos casos, incluye el mapeo de las comunidades y de las áreas a intervenir por los propios participantes, como estrategia de sensibilización sobre las acciones previstas. Se trata de un enfoque donde todos los participantes se involucran activamente mediante actividades prácticas y discusiones, con el objetivo de consensuar aspectos claves como el lugar (propiedades), la forma de trabajo (cogestión y/o brigadas), el momento de empezar (fechas aproximadas), los actores involucrados (matriz de reforestación, brigada, institución ejecutora y técnicos) y los recursos necesarios para iniciar el proceso de la reforestación. Luego los DRP dieron paso a las Asambleas Comunitarias[i], por ser estas más breves y menos costosas.

Nosotros, como Dirección de Reforestación y Fomento Forestal, trabajábamos con el Diagnóstico Rural Participativo (DRP) por instrucción del primer Secretario de Estado de Medio Ambiente, gestor de la nueva Secretaría (Ley 64-00), a raíz de que esta herramienta metodológica se estuvo usando en la elaboración del Plan Maestro para el manejo de la cuenca alta de la presa de Sabana Yegua, y continuó haciéndose durante muchos años en diferentes cuencas hidrográficas del país.

En el caso de Sabana Real no pudimos llevar a cabo el DRP, ya que se requería la aprobación de un plan de trabajo y un inicio formal de la reforestación autorizada por las autoridades superiores, lo cual implicaba una asignación presupuestaria, al menos para el pago de los jornaleros comunitarios del frente a crear, quienes generalmente vivían en el umbral de la pobreza, con índice de calidad de vida (ICV) de 18.5 puntos para Sabana Real y para Ángel Félix de 24 (Morillo, 2013:72). Según el Estudio de la Pobreza en República Dominicana del 2014[ii], el ICV se mide de 0 a 100 puntos, por lo que, en la medida en que los valores se acercan a 0, mayor es el índice de pobreza.

Como Dirección de Reforestación y Fomento Forestal, trabajábamos con el Diagnóstico Rural Participativo (DRP) por instrucción del primer Secretario de Estado de Medio Ambiente, gestor de la nueva Secretaría (Ley 64-00)

Floresta Inc. no esperó y, de manera particular, comenzó a reforestar por su cuenta, con la modalidad de cogestión, en la que la Secretaría dona las plantas. Nos solicitaron que les facilitara dos talleres. Les pedimos que debían someterlo a nuestros superiores para ver si era posible. Además, debía haber un mínimo de planificación por parte nuestra, porque se requerían dos momentos: el primero, para montar las actividades en Ángel Félix y Sabana Real; y el segundo, para realizar los talleres.

Floresta nos respondió que era urgente y nos preguntó quién más podía hacer el DRP, por lo que les recomendé al sociólogo Tony Galán, quien había compartido conmigo su trabajo de tesis de maestría en Trabajo Social en la Cuenca Alta del Río Mao, hecho con un magnífico enfoque etnográfico; además, este colega nos apoyó en Sabana Grande de Boyá, Monte Plata, de manera voluntaria, donde nos facilitó un taller para un gran proyecto con participación social que se desarrollaría en la zona monteplatense por instrucción del Secretario.

Afortunadamente, Tony Galán realizó dos DRP: uno en Ángel Félix y otro en Sabana Real, que fueron un éxito que nos satisfizo, porque allanó el terreno social para la reforestación, ya que el trabajo social se concretiza como algo tan importante como el procedimiento técnico-forestal.

La primera reunión formal para la reforestación en la zona se llevó a cabo en el local que tenía la Bella Sabana Real, organización de base de la comunidad en aquel entonces. Participaron entre 35 y 40 personas; nos recibieron, además de los campesinos, Floresta Inc., GTZ y Visión Mundial. Eso fue el 26 de marzo de 2008; para entonces, ya se tenía la instrucción para iniciar los trabajos en abril, según nuestro cuaderno de notas para la elaboración del informe de viaje.

Durante una reunión de tres horas, Apolinar Suero, representante de la Dirección de Reforestación, presentó el Plan de Reforestación y su funcionamiento. La exposición generó más de 25 intervenciones, organizadas en dos rondas de preguntas, que reflejaron preocupaciones técnicas, operativas y comunitarias. En la primera ronda, se abordaron temas como la duración de las brigadas, el acceso a seguro médico, el mecanismo y monto del pago por jornada, el horario laboral, las especies a plantar y su supervivencia; así como inquietudes sobre el posible traslado ilegal de plantas hacia Haití. También se discutió el rol de instituciones como Floresta Inc., GIZ y Visión Mundial, cuyos representantes en dicha reunión ofrecieron su apoyo condicionado, las dos últimas, hasta el mes de noviembre de ese año.

La segunda ronda profundizó en aspectos logísticos y de participación: adquisición de herramientas, posibilidad de sustitución temporal de brigadistas, inclusión de especies como el aguacate, compromisos de los propietarios de terrenos, tiempos de pago, siembra en territorio haitiano, validez del certificado ofrecido, expansión del programa a otras zonas, integración de trabajadores del parque y colaboración con viveros locales.

La dinámica de la reunión en Sabana Clara fue intensa, con tono de taller, y evidenció la necesidad de clarificar roles, compromisos y mecanismos de implementación. Las observaciones recogidas sirvieron de base para formular recomendaciones dirigidas a la Dirección de Reforestación y Fomento Forestal.

Una semana después del encuentro en Sabana Real, durante la reunión del equipo técnico de Reforestación, realizada a principios de abril de 2008, suministramos el informe oral y por escrito como siempre; la Dirección de Reforestación dio la instrucción de reactivar diferentes frentes y abrir otros nuevos, entre los que estaban los de Sabana Real y Ángel Félix, en el municipio de La Descubierta, provincia Independencia.

En la segunda o tercera semana de abril del 2008, nos reunimos con los superiores, quienes nos informaron que, afortunadamente, los trabajos habían comenzado en aquellas apartadas comunidades, con la participación de Floresta Inc.

Nota y fuentes

[i]En el marco del proyecto río Libón Verde (cuenca hidrográfica binacional Haití-República Dominicana), se elaboró una guía para trabajar con las comunidades con el título de Guía para la apertura de brigadas de reforestación. 2013.

[ii] (https://mepyd.gob.do/wp-content/uploads/drive/UAAES/Atlas-Pobreza-2010/Apendice%20Estadistico%20Mapa%20Pobreza%202014.pdf)

EN ESTA NOTA

Pedro José Taveras Alonzo

Antropólogo social

Quien suscribe cuenta con 23 años de experiencia como técnico en el Programa Nacional de Reforestación que se ejecuta desde el 1997 en República Dominicana.

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