El proceso de crecimiento de las capacidades mentales, especialmente, el aprendizaje, la atención, el pensamiento, el análisis, la memoria, el razonamiento, los conocimientos y las destrezas, se conoce científicamente como Desarrollo Cognitivo” (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 2018).
En tal sentido, “la Psicología Educativa y la Pedagogía esperan que el Desarrollo Cognitivo de un niño, ocurra entre los 6 y los 12 años, cuyo desarrollo debería continuar gradualmente hasta que éste alcance los 20 años” (Tratado de Psicología Educativa de la Universidad UNAM, 2919).
No obstante, los estudios realizados por Neuropsicólogos de la Universidad de Harvard indican que, el Desarrollo Cognitivo de un joven continua desarrollándose hasta los 30 años, edad en la que se espera dicho joven haya consolidado su capacidad de pensar, interpretar, realizar análisis complejos y razonar con criterios lógicos” (Reportes Harvard-2013 y DSM-V, 2018).
De su lado, para el Psicólogo Ruso Lev Vygotsky, “el Desarrollo Cognitivo y la construcción del conocimiento no es un proceso individual, sino un proceso social en el que las funciones mentales de orden superior, son producto de la actividad mediada por la sociedad, siendo el lenguaje el factor psicológico de mayor relevancia en el proceso de desarrollo de las funciones cognitivas de los seres humanos.
Mientras que, para el Psicólogo norteamericano Jerome Bruner, “el Desarrollo Cognitivo no se manifiesta como un hecho aislado, sino que depende del ambiente cultural en el que nace, crece, se socializa y progresa una persona, medio en el que la cultura influye poderosamente en la estructura psíquica de las personas”.
Por otro lado, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que, el Deterioro Cognitivo altera la capacidad psíquica de los seres humanos, como es el caso de la enfermedad del Alzhaéimer. Como se sabe, “el Alzhéimer es una patología que aparece a partir de los 60 años y sus síntomas se incrementan a medida que avanza la edad” (Sociedad de Neurología de los USA, 2017).
Según se conoce, los síntomas iniciales del Alzhaéimer muchas veces pasan desapercibidos, ya que los mismos se pueden confundir con el Deterioro Cognitivo asociado con la edad, debido al proceso natural de envejecimiento del cerebro humano.
No obstante, el Deterioro Cognitivo de las personas con Alzhéimer impide que éstas resuelvan problemas sencillos, organicen y ejecuten sus tareas cotidianas, cuadro que se complica aún más, cuando dichas personas presentan problemas para comprender o interpretar imágenes visuales.
Además, las personas con Alzhaéimer tienen problemas con el habla y experimentan un empobrecimiento progresivo del lenguaje, así como dificultad para encontrar palabras comunes, e incluso, olvidan los nombres de sus familiares y los lugares dónde éstas colocan sus objetos personales.
De acuerdos a los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, la prevalencia del Alzhaéimer aumenta exponencialmente con la edad; mientras que, “el tratamiento terapéutico suele ser más efectivo cuando se administra en las primeras etapas de la enfermedad.
Como se sabe, “los medicamentos para el Alzhaéimer ayudan a mejorar la función cognitiva, la memoria y la capacidad de los enfermos para realizar algunas actividades diarias, aunque se sabe que, los medicamentos no detienen la progresión de la enfermedad” (OMS, 2019).
Otros estudios neuropsicológicos realizados por expertos de la Universidad de Harvard refieren, que aunque los tratamientos actuales para el Alzhéimer no curan la enfermedad, los mismos son efectivos para ralentizar la progresión de sus síntomas.
Según se conoce, ya existen herramientas para diagnosticar precozmente el Alzhaéimer a través del líquido cefalorraquídeo y el uso de neuroimagen, permitiéndoles a los neurólogos y a los neuropsicólogos, utilizar los tratamientos adecuados una vez es detectada la enfermedad.
Por su parte, se espera que pronto el diagnóstico del Alzhaéimer se logre mediante la sangre, lo que les permitirá a los especialistas en higiene y salud mental, utilizar los fármacos adecuados para eliminar la proteína anómala que se deposite en el cerebro que provoca los síntomas de dicha enfermedad.
Como hemos podido ver en el cuerpo de este artículo, el Deterioro Cognitivo (Alzhéimer) altera el pensamiento, el aprendizaje, la memoria e impide que las personas se alimenten se y aseen independientemente, lo que requiere que dichas personas reciban cuidado y protección 24/7.
Además, la enfermedad del Alzhéimer, no les permite a las personas reconocer la hora adecuada para ir a dormir, levantarse y compartir socialmente con sus seres queridos, lo que deteriora progresivamente su salud física y mental.
Por lo antes expuesto, las personas con Deterioro Cognitivo deben recibir dietas saludables, motivación y acompañamiento para que éstas realicen sus actividades físicas, estimulación cognitiva 24/7 y, al mismo tiempo, evitar que consuman tabaco, alcohol o sustancias prohibidas.
Por último, los especialistas en higiene y salud mental recomendamos estar atento a la salud física y mental de las personas responsables de cuidar a las personas con deterioro cognitivo, especialmente Alzhéimer, ya que estas necesitan descanso y ayuda psicológica periódicamente.
“Los juegos entretenidos, tocar un instrumento musical, mantener buenas relaciones interpersonales y sociales, contribuye a preservar nuestra función cognitiva” (DTGM/2024).
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