El título de este articulo pareciera ser una frase banal, pero no lo es. Para nada. Así dice la estudiante que, llegando tarde al examen, demuestra con confusiones su bajo nivel de aprovechamiento de las enseñanzas aportadas durante el cuatrimestre. Forma parte del proceso de descomposición social, ética y moral que sufre nuestra sociedad, y que hace estragos principalmente, en la conducta de algunos jóvenes, los cuales han sido tragados, engullidos por el “to e to y na e na” prevaleciente y triunfante, valga la penosa aclaración, en nuestra sociedad presente. No asistir a clases, llegar tarde a los exámenes, no llegar mediante mentiras y pretender que por paga podrán salir absueltos de su irresponsabilidad y falta de ética, no aprender los temas de estudio a profundidad y con la responsabilidad que se requiere, concentrarse en aprender lo necesario para hacerse de dinero, forman parte de su repertorio de actuación frente al estudio, para así decir al final: chancéeme ésta, profe.
A pesar de que muchos no quieran reconocerlo, por considerar válidas otras clasificaciones sociales, nuestra sociedad se encuentra dividida en privilegiados y excluidos, y tiene muchas formas de estrellarnos esta realidad en las narices. Especialmente cuando se trata de niñatos con padres que tienen dinero para pagar los estudios de sus “angelitos”. Muchachos inteligentes, no es posible decir que no, y que pudieran, tal vez, adquirir una buena calidad profesional mediante el estudio responsable. Pero son los menos. La mayoría estudia una carrera para tener la posibilidad de hacerse de dinero, sin que ello vaya relacionado a un ejercicio ético profesional, como lo dijo el chico que destruirá los ríos para producir distintos tipos de materiales de construcción, de tal forma que pueda pasar su vida durmiendo en sabanas de seda, literal. O como se excusó el otro de no asistir en su momento al examen final aduciendo razones de salud sin presentar el requerido certificado médico, obvia demostración de la caradura para mentir que tiene el estudiante que a futuro pretende preocuparse por la salud de las personas, ¿en serio?
Jóvenes que no saben de qué se está hablando cuando se menciona a la minera Barrick Gold, ni los daños ambientales que provoca su proceso industrial y su presa de cola, como tampoco a Romero en San Juan o a Gold Quest en Restauración, no saben lo que es el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, ni donde se encuentra Madre de la Aguas, ni por qué recibe ese nombre. No existe para ellos una vinculación entre el calor que hace en su querida ciudad capital con la deforestación a que ha sido sometida para sembrar más cemento en aceras y construcciones de torres que demuestren el lujo del “crecimiento económico” que no se ve, ni siquiera cruzando más allá de la Avenida Luperón o de los puentes sobre los ríos Isabela y Ozama, límites del privilegiado Distrito Nacional.
Para hacer el juego completo y estar en concordancia, el descuido en el cumplimiento del trabajo administrativo que puede redundar hasta en falta de emisión de remuneración del trabajo reportado y realizado, a cuenta de que es más chévere pasarse las horas de trabajo chachareando, que trabajar y llevar a cabo los procedimientos burocráticos requeridos para un buen funcionamiento de todo el sistema, sin que se resienta ninguna de sus partes, tal y como se les pone notas que no corresponden a su rendimiento, para que los niñitos salgan complacidos y los profes bien evaluados. Las condiciones sociales que estamos prohijando serán difíciles de atajar en el futuro no muy lejano, aunque nos creamos muy bien protegidos por el fuerte aparato represivo que siempre ha estado listo para ejercer su función, desde los años oscuros de la tiranía.
Pero más allá de los límites del privilegiado centro urbano de nuestro país también vive gente, también hay juventud que vive otras realidades muy diferentes a las ya señaladas. Reunidos en un Congreso de Juventudes, autodenominadas “juventud consecuente”, venidas de diferentes lugares del país, San Cristóbal, San Juan, Monte Plata, Barahona, Santo Domingo Este, Oeste, Norte, Santiago, se sientan a definir las problemáticas de sus comunidades y plantear a la discusión qué medidas se pueden tomar para enfrentar las situaciones y abordar las soluciones. Igualmente, distraídos y entretenidos por las tonteras que mandan por Tik Tok y otras redes sociales, los teléfonos celulares incansables que ahora son la guía y fuente de información, aunque sea errada para cualquier cosa. Pero de igual forma inquiriendo y solicitando profundizar información sobre términos y procesos que se escuchan, les llaman la atención y les interesan, como el proceso de desarrollo psicosocioemocional de las personas, materia necesaria del currículo escolar para la promoción de una educación integral y una vida sexual sana y sin tropiezos en la adolescencia y la juventud temprana, o temáticas de interés para conversatorios sobre procesos sociopolíticos y sociales con nombres que no se han difundido e indagado lo suficiente, como la colonialidad del ser, del saber y del poder, que invitan a cuestionar el ordenamiento sociopolítico y económico que vivimos, y por lo cual aún se acalla su discusión y su puesta en análisis.
No obstante, esta juventud no se sonroja al exponer cómo el consumo de sustancias prohibidas entre los jóvenes de su entorno, la delincuencia y la inseguridad afectan sus comunidades, de igual forma que la pésima calidad de la educación, la falta de oportunidades de desarrollo y formación técnico profesional, donde INFOTEP brilla por su ausencia en muchas de sus comunidades, sin que se les permita tener empleos de calidad, con sueldos dignos y sin la exigencia imposible de tener experiencia para la obtención de su primer empleo. Estudiantes que te exponen sobre la importancia del conocimiento de los ácaros que atacan las abejas y el uso del manejo integrado de plagas para combatir esas enfermedades apícolas para el buen desarrollo de la salud apiaria y sus beneficios a los cultivos de la producción agrícola nacional. Jóvenes que mediante las organizaciones juveniles universitarias uasdianas, valga el reconocimiento, sirven de apoyo a los nuevos aspirantes de estudios, facilitando que tengan acceso a información confiable sobre los lugares y las diligencias pertinentes para el correcto involucramiento en la vida estudiantil universitaria. Enfocados en lo de siempre, la ayuda y el apoyo para resolver situaciones, en una sociedad que no puede funcionar para suplir el ejercicio de derechos de manera eficiente a todos los ciudadanos, pero sí permitir el descontrol de actividades delictivas, la delincuencia de cuello blanco, el crimen organizado y el “echárselas al hombro” con lo que ocurra, mientras yo esté cómodo y tranquilo en mi rincón con aire acondicionado.
Es por esto que no, no te voy a chancear ésta, ni ésta ni ninguna. No se la voy a chancear a nadie que forme parte de los privilegiados y no les importe un comino lo que pasan los campesinos de Zambrana por la contaminación de la presa de cola de la Barrick Gold, porque hay que ser muy sinvergüenza para no conocer esta terrible realidad de nuestra sociedad y tener las cachazas de no enterarse, y también esperar que le chanceen ésa. Por todos aquellos chiquillos que merecen una vida digna y un ejercicio pleno de sus derechos, no, no se las voy a chancear. Pues no, a ninguno.
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