Un ataque aéreo israelí mató a seis periodistas en la Ciudad de Gaza el domingo 10 de agosto, un acto condenado ampliamente por la comunidad internacional. Anas al-Sharif es el periodista más reconocido en la lista de asesinados, junto a un equipo que también colaboraba para la cadena 'Al Jazeera'. La ONU calificó esta masacre como una “grave violación del Derecho Internacional Humanitario”.

“Los periodistas son los pocos testigos que aún tenemos en Gaza” y están siendo asesinados sistemáticamente por Israel, denunció en entrevista con France 24 Artur Romeu, director de Reporteros Sin Fronteras (RSF) para América Latina.

Las cifras justifican las declaraciones de Romeu, las más conservadoras hablan de al menos 186 periodistas asesinados por el Ejército israelí en la Franja de Gaza desde que inició la guerra el 7 de octubre de 2023. Pero la ONU estima que el número de comunicadores asesinados puede ascender a 242.

Un dato alarmante en el que se incluyen a seis periodistas, varios de ellos  de un equipo del medio de comunicación catarí 'Al-Jazeera', asesinados el domingo 10 de agosto en una tienda de campaña claramente identificada como espacio para periodistas cerca del Hospital Al-Shifa.

Según testigos y 'Al Jazeera', un proyectil israelí impactó directamente el lugar donde los periodistas trabajaban, dejando un rastro de tiendas azules destrozadas y un muro acribillado por metralla, imágenes que circularon ampliamente en la plataforma X. 

El director del hospital Al-Shifa, Muhammad Abu Salmiya, confirmó que ese ataque mató a los seis periodistas y a otras dos personas no identificadas. Este incidente, descrito como el más mortífero contra la prensa en el conflicto actual, refuerza las denuncias de que los periodistas en Gaza son blancos deliberados, a pesar de su estatus como civiles protegidos por el Derecho Internacional.

El equipo de comunicadores estaba comandado por Anas al-Sharif, quien era el más reconocido por su trabajo y protagonizó varios videos virales en los que se mostraba profundamente conmovido por la tragedia que narraba en sus reportajes en la Franja de Gaza. Los otros cinco periodistas asesinados son Mohammed Qreiqeh, Ibrahim Zaher, Moamen Aliwa, Mohammed Noufal y Mohammad al-Khaldi.

A continuación un repaso de sus perfiles.

Anas Al-Sharif, la elocuente voz de 'Al Jazeera' en la Franja de Gaza

Anas al-Sharif era una de las figuras periodísticas más prominentes de Gaza, conocido por sus crónicas en vivo para 'Al Jazeera' que documentaban la devastación de la guerra y la crisis humanitaria en el norte de la Franja. 

Originario del campo de refugiados de Jabalia, Al-Sharif se convirtió en la voz de los gazatíes, informando sobre el hambre y los bombardeos con una valentía que le valió el reconocimiento internacional, incluyendo su participación en un equipo de la agencia de noticias Reuters galardonado con un Premio Pulitzer en 2024 por cobertura fotográfica. 

Como si estuviera resignado a entregar su vida por contar la verdad, el periodista de 28 años redactó una carta póstuma en la que expresó su preocupación por su familia, incluyendo a su hija Sham y su hijo Salah, y denunció los intentos de silenciarlo.

“Nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin distorsión ni tergiversación”, escribió en la carta.

Al-Sharif había recibido amenazas de muerte del Ejército israelí, que lo acusó previamente de ser miembro del grupo islamista palestino Hamás, afirmaciones que él y 'Al Jazeera' rechazaron como infundadas. Estas acusaciones contra Al-Sharif también han sido desmentidas por organizaciones internacionales, que denuncian un patrón de ataques selectivos para silenciar a los medios en Gaza. 

En un contexto de intensos bombardeos y una crisis humanitaria sin precedentes, el acallamiento de una de las voces más prominentes de Gaza no solo representa una tragedia humana, sino un intento de borrar la realidad de la guerra.

Mohammed Qreiqeh 

Qreiqeh trabajaba junto a Al-Sharif como corresponsal de Al Jazeera, centrado en reportar el impacto de los ataques israelíes en la población civil. Su labor era esencial para llevar la realidad de Gaza a una audiencia global, a pesar de las restricciones impuestas a los medios internacionales. 

Murió en el mismo ataque que sus colegas, en lo que Al Jazeera describió como un “asesinato selectivo”. La falta de información detallada sobre su vida refleja las limitaciones impuestas por el contexto caótico del conflicto, pero su compromiso con el periodismo queda patente en su trabajo hasta el último momento.

Ibrahim Zaher

Ibrahim era un camarógrafo de Al Jazeera cuya labor consistía en capturar las imágenes que acompañaban las crónicas de sus colegas. Su trabajo fue crucial para visibilizar la magnitud de la destrucción en Gaza, desde los bombardeos hasta la crisis humanitaria. 

Moamen Aliwa

Como camarógrafo de Al Jazeera, Moamen desempeñó un papel vital en la documentación visual del conflicto. Su trabajo ayudó a mostrar al mundo las consecuencias de los ataques aéreos y la lucha de los civiles gazatíes.

Mohammed Noufal

Noufal también trabajaba como camarógrafo y asistente para 'Al Jazeera', apoyando la cobertura visual de la guerra. Algunas fuentes, como las autoridades gazatíes, lo identificaron también como fotoperiodista asistente. 

Su contribución fue esencial para documentar las operaciones militares y la crisis humanitaria. 

Mohammad al-Khaldi

Es la sexta víctima del ataque israelí del domingo, al-Khaldi era un periodista independiente que colaboraba desde Gaza. 

Aunque los detalles sobre su trayectoria son limitados, su trabajo como freelance destaca la importancia de los periodistas independientes en un contexto donde los medios internacionales enfrentan restricciones severas. Su pérdida subraya el alto costo que paga la prensa local por informar desde Gaza.

Un ataque deliberado y un patrón de estigmatización

El ataque del 10 de agosto no fue un incidente aislado, sino parte de un patrón de violencia contra la prensa en Gaza. La tienda de campaña bombardeada estaba ubicada en una zona designada para periodistas, claramente identificada, lo que refuerza las acusaciones de que el ataque fue intencional. 

’Al Jazeera' denunció que el bombardeo fue un “asesinato selectivo” destinado a silenciar a los periodistas que cubren la ofensiva israelí, especialmente en un momento en que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció planes para intensificar las operaciones militares en la Ciudad de Gaza.

El Ejército israelí justificó el ataque afirmando que Anas Al-Sharif era un “terrorista” y supuesto líder de una célula de Hamás, responsable de ataques con cohetes. Presentaron como prueba una fotografía sin fecha de Al-Sharif con Yahya Sinwar, extinto líder de Hamás, y documentos que supuestamente lo vinculan al grupo desde 2013. 

Sin embargo, estas acusaciones carecen de verificación independiente. 'Al Jazeera', el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y la relatora especial de la ONU, Irene Khan, han calificado las pruebas como “infundadas” y parte de una campaña de desprestigio. 

En julio de 2025, el CPJ y la relatora especial de la ONU habían advertido que la vida de Al-Sharif corría peligro debido a los señalamientos del Ejército israelí. Sarah Qudah, directora regional del CPJ, afirmó que “la práctica israelí de describir a periodistas como militantes sin aportar pruebas creíbles plantea serias dudas sobre sus intenciones y el respeto a la libertad de prensa”.

La relación entre Israel y 'Al Jazeera' ha sido tensa durante años, marcada por la prohibición del canal en Israel y allanamientos a sus oficinas. La muerte de Al-Sharif, quien se negó a ceder ante las amenazas de muerte y continuó informando, es un testimonio de su valentía, pero también una advertencia sobre el peligro que enfrentan los periodistas en Gaza, donde los chalecos de prensa se han convertido en un blanco en lugar de una protección, según denuncia la organización Reporteros Sin Fronteras.

Hamás, por su parte, instó al Consejo de Seguridad a actuar, sugiriendo que el ataque podría ser el preludio de una nueva ofensiva israelí.

Condena internacional: un clamor por justicia

La comunidad internacional ha respondido con indignación y demandas de acción.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el ataque como una “grave violación del Derecho Internacional Humanitario”, exigiendo una investigación independiente y el cese de los ataques contra civiles. 

Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), acusó a Israel de “silenciar las voces que denuncian las atrocidades en Gaza”.

Amnistía Internacional destacó la valentía de Al-Sharif, galardonado en 2024 con el Premio Defensor de los Derechos Humanos, mientras que la misión palestina ante la ONU acusó a Israel de “asesinar deliberadamente” a periodistas para ocultar un “genocidio”.

Mientras que el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, reiteró la necesidad de proteger a los periodistas como civiles. Un llamado al que se sumó el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que expresó su “shock” por la muerte de Al-Sharif, recordando que “los periodistas son civiles y nunca deberían ser objeto de persecución”. 

Reporteros Sin Fronteras (RSF) describió a Al-Sharif como “una de las voces más destacadas de Gaza” y llamó a la comunidad internacional a “detener al Ejército israelí”. En mayo de 2025, RSF presentó una denuncia ante la Corte Penal Internacional, solicitando que los ataques contra periodistas sean investigados como posibles crímenes de guerra.

Por su parte, desde Qatar, país de origen del medio 'Al Jazeera', el primer ministro, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, calificó el ataque como una “violación impactante de la libertad de prensa”.

Desde el continente europeo, el primer ministro británico, Keir Starmer, expresó estar “profundamente preocupado” por los ataques repetidos contra la prensa.

Y la jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, dijo el lunes que Israel “debe aportar pruebas claras, dentro del respeto del Estado de derecho, para evitar que se ataque a los periodistas", en referencia a los señalamientos israelíes contra Al-Sharif. Kallas, además, reiteró la urgencia de un alto el fuego en el enclave palestino.

Desde los territorios palestinos, el Sindicato de Periodistas local calificó el bombardeo como un “atroz crimen israelí”. 

Pero la condena internacional, aunque contundente, contrasta con la persistente impunidad: ningún responsable de los cientos de asesinatos de periodistas reportados en la Franja de Gaza ha sido llevado ante la justicia.

Con Reuters y medios locales

France24

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